"Un amigo escalador es para siempre": La Pedriza y Guadarrama aúnan arte y deporte

Cuando un montañero de la categoría deportiva y personal de Carlos Soria se refiere a uno de los precursores de la escalada en la zona centro como un esteta y un artista, es que se trata de alguien especial. Durante el encuentro de escaladores que ha tenido su base de operaciones -del 29 de noviembre al 1 de diciembre- en el Albergue de Peñalara, del Puerto de Navacerrada, se pudo comprobar que esa persona a la que se refiere Soria es todavía más importante que todo eso. Antonio Riaño, a sus 75 años, es un artista de la vida.

En el desayuno del domingo se quejaba porque en lugar de su Coca Cola habitual tenía que tomar café con leche. Suya es la frase del titular “tener un amigo escalador…”. Junto a Rafa Domenech, Horacio y algunos voluntarios más, animados por una filosofía de la ejemplaridad, dispusieron la logística para facilitar la práctica deportiva y alentaron un interesante debate sobre derecho y responsabilidad en la montaña. Fraguaron un encuentro que terminó la noche del sábado con el cartel de lleno en la puerta del Albergue.

Desde que el noruego Vilhelm Bjerknes sentó -a principios del siglo XX- las bases para la predicción numérica del tiempo, la meteorología ha alcanzado un alto nivel de confianza. Sin embargo, la capacidad predictiva tiene un límite que no está determinado por la potencia de cálculo, sino por las leyes del caos que gobiernan la atmosfera. Leyes que determinaron que el Puerto de Navacerrada iba a ser azotado por un temporal de viento y nieve en la tarde del 30 de noviembre. Tuvo lo suyo.

Cuando Joan Quintana, presidente del Grupo de Alta Montaña Español (GAME), dijo que “otros deportes son más conocidos, pero aquí hay unos valores que son muy difíciles de encontrar. Aquí tenemos amistad” estaba revelando el secreto del éxito de la reunión. Por cierto, todo apunta a que el druida Panoramix con su poción mágica acude a estas reuniones de montañeros. De otra manera no se explica la vitalidad y el optimismo de los muchos veteranos que ya no cumplen los setenta. Un motivo más para practicar un deporte que debería estar recomendado por las autoridades sanitarias.

"Parece que ahora han entrado unas cuantas de golpe"

Quintana es un excelente alpinista glacial y un 'showman' con el necesario desparpajo para justificar y que no se note demasiado, que su negociado había olvidado los emblemas distintivos que acreditaban a cada uno de los nuevos miembros activos del GAME. Se les enviará por correo. Preside ese selecto club de desde 1990, va para 23 años y como ya les informamos, durante su largo mandato la incorporación de mujeres ha estado muy cerca del cero absoluto. Seguro que no es de su entera responsabilidad. Es esa inercia que cuesta tanto modificar. “Bueno, parece que ahora han entrado unas cuantas de golpe”, afirmó con la misma naturalidad que justificó el olvido de las insignias.

Álvaro Carrillo fue un talentoso compositor mexicano, autor del bolero 'Pasaran más de mil años'. No mil, pero si más de cincuenta han tardado en ver reconocidos sus méritos deportivos Isabel Izaguirre Rimmel -que ronda los 90- y fue la primera española que subió al Cervino en 1951 o Mari Carmen Arribas Quer, nacida en 1929 y con un historial de escaladas en Alpes o Dolomitas que quita el hipo, asumiendo en muchas ocasiones la responsabilidad de ir primera en la cordada.

Son dos de las cinco mujeres que han pasado a formar parte del Cuadro de Honor del GAME de la Federación Española de Montaña y Escalada. La incomprensión a la que tuvieron que hacer frente, atreviéndose a ir más allá de su tiempo, la resuelve Mari Carmen en una frase: “Hay que tener mucho valor, si no nos aplastan”, y añade: “No éramos marimachos, éramos y somos mujeres”. Con la iniciativa del GAME de Peñalara, se pone fin a un incomprensible olvido, reconociendo el valor de estas mujeres que, a mediados del siglo pasado, decidieron abrir huella. ¿Quién toma el testigo y propone el reconocimiento de las montañeras del siglo XXI?