Ana de la Torre, la primera médica que llegó a la Liga: "Sólo en el fútbol se plantean si eres hombre o mujer"
Ana de la Torre fue la primera doctora que llegó a la Primera División del fútbol español. En estos últimos años, asegura, la situación ha mejorado: "Se dan pasos, pero a veces no tan rápido como quisiéramos".
La temporada que Ana de la Torre llegó al Getafe, hace una década, el equipo madrileño jugó la UEFA Europa League. El equipo viajó varias veces al extranjero, pero la doctora sólo se encontró a otra homóloga en los clubes rivales. Cuando iba a los controles de dopaje, le preguntaban: "¿Puede venir el doctor?" "Yo soy el doctor…", respondía ella. "Y me volvían a preguntar otra vez: '¿Puede venir el doctor?' Ahora ya no pasa eso, afortunadamente".
Ha pasado una década y el encaje de las mujeres en el fútbol masculino de élite ha avanzado "poco a poco", en sus palabras. En la Liga hay varias directivas que ocupan altos cargos, y De la Torre tiene compañeras doctoras en algunos otros equipos de Primera. Sin embargo, le siguen extrañando los diferentes códigos que hay en el llamado 'deporte rey' frente a otras modalidades donde también tiene experiencia. La doctora hace un alto en su jornada y atiende a EL CONFIDENCIAL con motivo de la cercanía del Día Internacional de la Mujer.
Pregunta: ¿Cómo fue el camino hasta llegar a un club masculino de Primera División?
Respuesta: En la vida se forja uno la carrera, pero luego te tienen que dar oportunidades. Yo hice Medicina del Deporte en Oviedo y después un máster de Traumatología del Deporte en Murcia, y ahí conocí al médico del Getafe. Y justo después, cuando vine a Madrid con una beca del Consejo Superior de Deportes, resulta que buscaban en el club a alguien que les echase una mano. Así empecé... Fue un regalo. Primero trabajé con las categorías inferiores, y un día a la semana subía a echarles una mano, pero no cubría partidos y esas cosas, fui entrando progresivamente. Yo había trabajado en otros deportes y nadie me había planteado que fuera mujer: judo, fútbol en otras categorías, rugby, y daba igual que fueras médico hombre o mujer. Pero es verdad que en el fútbol llamaba un poco la atención. No había tantas mujeres. En Primera, ninguna. A algún jugador, y de esto me he enterado a posteriori, les sorprendía que entrase una mujer en el vestuario. Eso es algo que nunca se había planteado en ningún otro sitio.
P: En los equipos femeninos de cualquier deporte el médico varón entra en el vestuario...
R: Claro, eso es lo curioso. En el resto de deportes nadie se plantea si eres hombre o mujer. En los otros deportes daba igual, había más equidad. De hecho, en Medicina somos más mujeres estudiantes. Es algo que no se comprende. En el fútbol femenino la mayoría de los médicos eran varones y las mujeres han empezado a entrar hace dos días. Llama la atención. En el mundo femenino nadie se planteaba que un hombre fuera médico, y en el mundo masculino no pasaba esto.
P: ¿Cómo ha afectado la pandemia al trabajo de una médica como usted? ¿Hasta qué punto dirige la vida del jugador de élite un médico en esas circunstancias?
R: Influimos bastante... Este año mucho más que nunca, porque todos los sanitarios hemos tenido mucho trabajo. Me hace gracia cuando viene un paciente a la consulta y dice que lleva teletrabajando nosecuanto tiempo; los sanitarios hemos trabajado sin parar fuera de casa y en casa, al 110%. Y es verdad que este año los jugadores han preguntado por todo. Desde el confinamiento, que no salían, como el resto de la población, y si necesitaban algún medicamento se lo acercábamos nosotros, los sanitarios. Mascarillas, lo que pudiesen necesitar. Te llamaban: ‘¿Puedo hacer esto? ¿Esto está bien o está mal?’ Estaban agobiados... Siempre hemos sido un poco consejeros, pero ahora más que nunca. Y hemos estado muy encima de ellos. Yo soy muy pesada en los entrenamientos: ‘Ponte las mascarilla, no te bajes la mascarilla’, todas esas medidas de protección que nos han recomendado, y que hemos confirmado que funcionan.
P: ¿No hace el médico también de psicólogo?
R: En el Getafe hay un psicólogo, que no trabaja directamente con los jugadores, está más con las categorías inferiores.Y si alguna vez lo hemos necesitado, ahí está. Nosotros les hacíamos muchas recomendaciones por WhatsApp: recomendaciones de nutrición, qué reuniones estaban permitidas y cuáles prohibidas, lo que se debe y no debe hacer, cómo optimizar el entrenamiento diferente.
P: ¿Hay tanta diferencia entre tratar a un futbolista de Primera y de otras categorías?´
R: Lo primero es que el deportista de Primera tiene que estar siempre ‘para ya’. Entran las prisas: lo primero que te preguntan es: '¿Para cuándo?', antes de saber incluso lo que le pasa. Pero a la hora de tratarlos, es igual. Lo que sucede es que un jugador de Primera tiene desde el primer minuto todos los medios, y eso no pasa siempre en las categorías inferiores, no hay los mismos recursos. Quien da dinero a un club es el primer equipo, sobre todo en los que no son tan grandes. Aunque intentamos tratar igual al amateur que al profesional, estructurar el servicio médico de forma que podamos tratar a los juveniles, al filial, etc.
"El futbolista ha cambiado muchísimo; ahora es un atleta, como en cualquier deporte."
P: ¿Cuál es el factor clave en la alimentación de un futbolista de élite?
Hay muchas modas. Sobre todo en el mundo del fútbol, donde hay muchos medios y se dejan llevar muchas veces por las modas. Si hay alguien que está haciendo una dieta determinada, esa es la que se pone de moda. Lo más importante en la alimentación, y ellos lo saben, es que tienen que tener un porcentaje de músculo para ser capaces de responder a partidos y entrenamientos. Y que algunos excesos que se pueden hacer en la comida no se pueden hacer todos los días. El futbolista ha cambiado muchísimo en eso; ahora es un atleta como en cualquier otro deporte. Se cuidan mucho. Y lo que diferencia muchas veces a un equipo de otro, además del entrenamiento y los aspectos técnicos y tácticos, es principalmente que también se cuidan más: la alimentación, las suplementaciones para recuperarse lo antes posible después de un partido: insistir en las horas de sueño, en las medidas antiinflamatorias (que no quiere decir tomar un antiinflamatorio, sino ejercicios físicos para recuperar la musculatura). Lo saben, y se cuidan mucho, aunque haya momentos del año en que se relajen un poco, porque necesitan también esos periodos. Mentalmente...
P: Son muy jóvenes, además.
R: Claro, son muy jóvenes, y además este año tampoco han tenido mucho tiempo. (Sobre todo en nuestro caso, que hemos tenido muy pocas vacaciones y una pretemporada muy apretada y corta). Y como los resultados tampoco nos han acompañado, hay un estrés añadido.
P: ¿Por qué la medicina deportiva parece tener muy controladas las lesiones óseas, pero en cambio es tan incontrolable la proliferación de lesiones musculares?
R: Hay una gran diferencia, pero es porque el porcentaje más alto de lesiones que hay en todos los deportes son las musculares. Son mucho más frecuentes. Las articulares u óseas son más infrecuentes, porque muscularmente los futbolistas están muy preparados. Se hacen trabajos preventivos intensos e individualizados, dependiendo de quién tenga mayor riesgo de sufrir una patología determinada, y también grupales: eso hace que si hay un choque con otro jugador, haya menos riesgo de romperse un hueso (salvo que sea de forma descontrolada, que también sucede en el fútbol). Pero muscularmente sí te puedes romper, porque se juegan muchos partidos, la carga de trabajo es muy alta... Y porque a veces no tienes suficientes días de recuperación. Y está el coronavirus, que también influye. Hay jugadores que han tenido esta enfermedad, y una de las zonas a las que más afecta es el músculo: hay mucha fatiga y a veces les cuesta mucho recuperarse. Ahora hay muchos estudios para tratar de acortar los plazos de recuperación de las lesiones, que es el peor de los males en cualquier deporte. Pero no hay nada mágico. Los tiempos son los tiempos.
P: ¿Y cómo se explica la alta tasa de reincidencia?
R: A veces se debe a que queremos tener a la gente lista más rápido de lo que el cuerpo es capaz de recuperarse fisiológicamente. Y a veces se tira de los jugadores del filial o del juvenil... Y claro, ellos no están acostumbrados a trabajar al mismo ritmo que el primer equipo, y al final se acaba pagando. Ellos siempre quieren, no te van a decir que tienen una pequeña molestia. Convocan a un jugador para entrenar con el primer equipo y va a dar el 100%, o el 200% si es necesario.
P: ¿Cómo ve el papel de la mujer en el fútbol desde su perspectiva de pionera?
R: Estoy a favor de todo lo que sea potenciar a la mujer. Yo tuve la suerte de tener la oportunidad de demostrar que hago bien mi trabajo, nada más. Hay que dar oportunidades a las mujeres, que no siempre la tienen. Y el fútbol femenino está ahora muy de moda, pero yo pregunto: ¿por qué una mujer tiene que ser médica de un equipo femenino? Yo me rebelo un poco contra eso. Dame la oportunidad de hacerlo en un equipo masculino. Es una discriminación: ¿por qué tengo que ser del femenino y el compañero médico puede ser del masculino y del femenino? Dicho esto, el panorama ha evolucionado en los últimos años y nadie se extraña ya de nada. Estos años ha habido una compañera que trabajó en el Valencia, ha habido una en el Mallorca, ahora en el mundo de la nutrición hay compañeras en el Athletic. En el Eibar ha habido otra compañera. Pero si tú revisas todos los equipos, en la mayoría no hay. Poco a poco, va subiendo. Y hay compañeras que trabajan en equipos femeninos, en el Real Madrid, en el Levante... Se dan pasos, pero a veces no tan rápido como quisiéramos.
La temporada que Ana de la Torre llegó al Getafe, hace una década, el equipo madrileño jugó la UEFA Europa League. El equipo viajó varias veces al extranjero, pero la doctora sólo se encontró a otra homóloga en los clubes rivales. Cuando iba a los controles de dopaje, le preguntaban: "¿Puede venir el doctor?" "Yo soy el doctor…", respondía ella. "Y me volvían a preguntar otra vez: '¿Puede venir el doctor?' Ahora ya no pasa eso, afortunadamente".
- El fichaje récord (350.000 euros) que retrata las miserias del fútbol femenino español Kike Marín
- Zidane tiene sus fanáticos: los franceses del Real Madrid tumban al Getafe (2-0) Ulises Sánchez-Flor
- El rugby, ante el gran debate: ¿deben las jugadoras trans jugar en categoría femenina? Fermín de la Calle