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España logra el bronce gracias a una actuación memorable de Rodrigo Corrales
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35-29 frente a Francia

España logra el bronce gracias a una actuación memorable de Rodrigo Corrales

Álex Dujshebaev lideró el vendaval ofensivo de los españoles, que superaron la férrea defensa ade los galos. El combinado nacional abandona el Mundial de Egipto con premio

Foto: Imágenes del festejo de los españoles. (Reuters)
Imágenes del festejo de los españoles. (Reuters)

Si España quería ser bronce en el Mundial 2021 de balonmano, habría momentos para el sufrimiento. Con más holgura de la esperada, siendo la selección muy superior sobre la cancha a todo una potencia como Francia, los hispanos lograron la medalla por un marcador de 35-29. Adiós al mal sabor de boca que dejó el partido de semifinales contra Dinamarca. Rodrigo Corrales recibió el premio a mejor jugador del partido -mérito que podría haber sido compartido con Alex Dujshebaev- gracias a una actuación bajo palos digna de pasar a la historia, donde llegó a hacer 16 paradas. Próxima parada, los Juegos Olímpicos de Tokio.

Los hispanos superaron su peor momento al inicio de la segunda mitad. El objetivo era claro, el bronce tenía que coger un vuelo directo desde Egipto a España. A falta de menos de nueve minutos para el final del partido, con un marcador de 31-25, Guillaume Gille pidió un tiempo muerto, la medalla se le estaba escapando a Francia por mérito de los españoles. Los hispanos golpeaban con facilidad el arco de Gerard, con la defensa gala incapaz de sostener su vendaval ofensivo.

placeholder Rodrigo Corrales, el hombre del partido. (Reuters)
Rodrigo Corrales, el hombre del partido. (Reuters)

Ni siquiera la mala fortuna de Fernández, el cual sufrió una leve luxación en uno de los dedos de su mano derecha a seis minutos del final, iba a empañar la victoria española. Tocaba coquetear con el pasivo como dictan los cánones. España jugó con los tiempos, con un Alex Dujshebaev completando, probablemente, su mejor partido con la selección. Los nervios provocaron algún gol rápido en contraataque de los galos, había que aguantar una ventaja de cuatro puntos con tres minutos para el final. La medalla estaba muy cerca.

Un gol de Dani Dujshebaev, a pase de su hermano, cerró cualquier atisbo de esperanza para Francia. España lo volvía a hacer. Los hispanos volvían a pasar a la historia. La medalla de bronce del Mundial venía a casa.

Un duelo de estilos

El duelo por el bronce mostró a dos equipos con estilos contrapuestos. Por un lado, la selección de Jordi Ribera apostó en todo por el todo a la variedad en el ataque. Desde los lanzamientos exteriores de Alex Dujshebaev hasta la fortaleza física de su hermano, cimentados por una increíble actuación de Rodrigo Corrales en la portería española (mención aparte para Gonzalo Pérez de Vargas, especialista desde los 7 metros que aportó muchísimo desde el banquillo). Francia, por su parte, defendió con mil brazos, buscando los contactos permitidos -al límite del reglamento- confiando en los contraataques.

La batalla de argumentos estuvo en todo momento a favor de los españoles, como se reflejó en el marcador. Cuando faltaban menos de 18 minutos para el final del encuentro, España logró ponerse 24-18, pero la selección de Guillaume Gille no se iba a rendir tan fácilmente. Los franceses trataron de remontar a la vuelta del descanso, pero dos tantos seguidos por parte de Dani Dujshebaev cortaron de raíz el intento. Los hijos de Talant capitanearon el arsenal ofensivo de los hispanos: Alex sumaba a los 45 minutos de encuentro una estadística superior al 70% de acierto en sus disparos; su hermano, cinco de cinco intentos.

Una primera parte con menos rédito del exhibido

España comenzó el partido experimentando la dureza de los franceses en defensa, algo que ya venía escrito en el guion en la lucha por el bronce en Egipto. Los primeros cinco minutos de encuentro dejaron ver la mejor imagen de los hispanos, acertados en el tiro exterior, con los pivotes anclando bien a los galos y con los Dujshebaev castigando, hasta ponerse 5-0 a favor de los españoles. Especialmente espectacular estuvo Rodrigo Corrales. El portero del Veszprém húngaro demostró personalidad -y alianza con los palos- para evitar la reacción del equipo dirigido por Guillaume Gille.

placeholder Dani Dujshebaev en un tiro exterior. (Reuters)
Dani Dujshebaev en un tiro exterior. (Reuters)

Las pérdidas de Francia fueron aprovechadas por los hispanos, pero poco a poco el aspirante a bronce despertó. Cuando el reloj pasaba los 15 minutos de partido, España se imponía por 11-6, pero con la sensación de que a los galos les faltaba mucho por ofrecer. Alex Dushebaev completó una primera parte prácticamente perfecta, pero volvió a ser Corrales el más destacado de la selección nacional. El guardameta llegó a parar más de un 40% de los lanzamientos de los franceses en este inicio de la cita. Mejor debería haber sido la ventaja de no ser por dos fallos desde los 7 metros, Gerard se hizo enorme en los castigos, parando el primero de los pitados y forzando el fallo en el segundo.

Los últimos minutos de la primera mitad del encuentro mostraron la mejor faceta de Francia. A pesar de las bajas, el equipo de Gille forzó tiros exteriores de los hispanos, con un Gerard que crecía bajo palos. Los pivotes españoles sufrían frente a sus homólogos galos, permitiendo contraataques rápidos de extremos como Guigou. La renta de la selección de Jordi Ribera se reducía hasta los 14-12 a menos de cuatro minutos del descanso. El juego de pies de Alex Dushebaev, que bailó a su gusto volviendo loca a la línea defensiva francesa, sostuvo al combinado nacional.

10 paradas realizó Rodrigo Corrales en el primer tiempo de juego, una estadística que invitaba a soñar, a pesar del cambio de tendencia del partido. El guardameta español se llevó un golpe en el ojo en una jugada que, encima, acabó en gol de los franceses, pero ni siquiera eso sirvió para que rebajara su gran nivel en la final de consolación del Mundial de Egipto. Al final Alex volvió a sacar su zurda de oro con un tiro exterior, buscando los pies de Gerard, que permitió a la selección española marcharse al descanso con una superioridad en el marcador de 16-13.

Dinamarca revalida el título

La selección de Dinamarca agigantó su leyenda tras revalidar el título mundial que conquistó hace dos años en casa, al imponerse este domingo por 26-24 a Suecia en la final del Mundial de Egipto, en la que el portero danés Niklas Landin volvió a demostrar su condición como mejor guardameta del mundo. Y es que el cancerbero danés, que acabó el encuentro con más de un 40 por ciento de paradas, cerró a cal y canto su portería en el tramo final del choque, como evidenciaron los tan solo tres goles que concedió a los jugadores suecos en los últimos diez minutos de juego.

placeholder Niklas Landin celebra una de sus intervenciones. (EFE)
Niklas Landin celebra una de sus intervenciones. (EFE)

Su sensacional actuación permitió a Dinamarca, la vigente campeona olímpica, emular una gesta que en este siglo solo había logrado alcanzar Francia, encadenar dos títulos de campeón del mundo consecutivos.

Si España quería ser bronce en el Mundial 2021 de balonmano, habría momentos para el sufrimiento. Con más holgura de la esperada, siendo la selección muy superior sobre la cancha a todo una potencia como Francia, los hispanos lograron la medalla por un marcador de 35-29. Adiós al mal sabor de boca que dejó el partido de semifinales contra Dinamarca. Rodrigo Corrales recibió el premio a mejor jugador del partido -mérito que podría haber sido compartido con Alex Dujshebaev- gracias a una actuación bajo palos digna de pasar a la historia, donde llegó a hacer 16 paradas. Próxima parada, los Juegos Olímpicos de Tokio.

Gonzalo Pérez de Vargas
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