El Atlético es el favorito de la Liga tras ganar con claridad a un pobre Barça (1-0)

El Atlético de Madrid es ya, aunque no le guste a su entrenador, el favorito para ganar la Liga española. Con sólo 2 goles en contra, el equipo de Simeone saca nueve puntos de ventaja al Barcelona y tres al Real Madrid (con un partido menos que los blancos). Es igual de sólido que en temporadas anteriores, pero juega al fútbol mucho mejor: de los tres 'grandes', sólo uno desprende sensaciones de renovación y progreso.

El inicio del partido en el Metropolitano vacío fue extraordinario, con un intercambio de golpes (un remate de Griezmann fuera y un trallazo de Saúl detenido por Ter Stegen) en 5 minutos que prometía un encuentro a la altura de las expectativas generadas, especialmente en la afición rojiblanca: el Atlético podía dar el primer golpe serio a la Liga tras un mes y medio de crecimiento constante.

Explosivo Dembelé

A pesar de la disciplina mostrada por el otrora errático Carrasco durante toda la noche, fue Dembelé el primer protagonista del partido: imparable por su banda derecha, el francés no sólo regaló a Griezmann aquella ocasión tempranera, sino que sacó una amarilla a Koke en el minuto 8. Simeone miraba con angustia la exhibición del francés por el carril, buscando un tapón urgente.

Un disparo de Llorente al larguero en el 11 prolongó la excitación de los locales, que disfrutaban de las primeras gotas de Joao Félix en un rato fabuloso de fútbol, aunque sin goles: el regreso de una Liga en aparente proceso de devaluación que parecía reivindicar su prestigio con dos equipos en plena forma. Un espejismo, como se vería tras la descomposición colectiva del equipo en construcción de Koeman en la segunda parte.

La arrancada de Dembelé fue siempre el principal atractivo del Barça, aseado por el experimentado Pjanic (debutante en Liga), cuyo papel iría creciendo a medida que el partido se calmaba. Era difícil que se mantuviese el ritmo inicial; en paralelo al bajón de revoluciones, descendió también la frecuencia de las ocasiones. Un encuentro muy parejo en la primera mitad, con Piqué como ingeniero jefe del software antivirus específico para la nueva estrella, Joao Félix. Messi, bastante ensimismado, no hizo nada reseñable, cercado siempre por varios jugadores rojiblancos, ni apático ni lo contrario. En el minuto 40 malogró la mejor oportunidad del Barça con una inusual lentitud mental.

Gol de Carrasco

El partido se iba cerrando por el predominio de lo táctico sobre el talento, fatigados quizá los jugadores por tanto viaje internacional y unos primeros 20 minutos sensacionales. Cuando moría el primer tiempo, habiendo sido quizá incluso una pizca mejor el Barça, Carrasco aprovechó un desliz de Ter Stegen en el achique a un balón largo de Correa y marcó desde fuera de área a puerta vacía. Los de Koeman se retiraban al descanso en novena posición de la Liga, a 9 puntos del Atlético, con Dembelé renqueante de un hombro. Les esperaban, desgraciadamente, percances más graves tras la reanudación.

El Barça volvió al césped sin cambios, con Dembelé (que sufrió un caño de Joao Félix en el primer minuto como bienvenida) y Griezmann, invisible desde su ocasión en el minuto 3. El Barcelona aplicaba eficazmente su plan de alejar al ‘7’ rojiblanco de posiciones de gol, pero el Atleti estaba centrifugando a Messi de su equipo en un partido que pese a disputarse en noviembre complicaba muy seriamente el primer objetivo de la temporada.

Koke dirigía al Atleti y su equipo ganaba los rechaces. En la banda, medio banquillo culé correteaba con cara de preocupación. Fue Coutinho el primero en salir (por Pedri), en el 56, segundos antes de que Messi pusiese un balón en la cabeza de Lenglet para el primer remate de la segunda parte, detenido por Oblak sin problemas.

La lesión de Piqué

Poco después, Piqué se dañó en un choque fortuito con Correa y sufrió una lesión de muy mal aspecto en la rodilla entre el estupor general. Fue sustituido inmediatamente, entre lágrimas, por Sergiño Dest en un estadio completamente silencioso ante la posible tragedia deportiva de un jugador de 33 años, imprescindible para su equipo en un momento muy delicado del club.

Con De Jong de central sustituto, el Barça perdió el balón y desactivó su sistema anti-Joao. Fue el inicio del largo tramo paupérrimo del equipo catalán, asediado por el Atleti alegre de las últimas semanas: un equipo sobrado de recursos y variantes, alimentado este sábado por la solvencia de Hermoso, la madurez de Koke, la diestra de Trippier y la autoestima de Carrasco. Fue una sorpresa que el partido alcanzase el minuto 95 sin más goles.

Cuando Diego Costa reemplazó a Llorente (que jugaba sus mejores minutos) en el minuto 73, el Barcelona ni olía el cuero. Messi levantaba los brazos de vez en cuando y daba algún buen pase, pero no marcaba diferencias. Dembelé había desaparecido. Griezmann era carne de cambio. Los culés tuvieron un ataque de orgullo al final y entró incluso el danés Braithwaite, pero el Atleti repelió todo conato de remontada sin graves apuros y se entregó a las cabalgadas de un Costa fresco para dormir el final del encuentro. La lesión muscular final de Sergi Roberto terminó de deprimir a los visitantes: agobiados por problemas políticos, económicos y deportivos, el Barça vuelve a morder el polvo tres meses después de Lisboa y el Atlético desprende aroma a campeón mientras se aferra a su clásico manual: día a día, partido a partido.