Alonso sólo tiene coche para pelear con Renault por subir al podio

A día de hoy y muy a su pesar, Fernando Alonso comprobó que Red Bull y McLaren están por delante de Ferrari y Renault, como poco, a su altura. La Scuderia tiene un ritmo de carrera óptimo pero la calificación destroza la posibilidad de liderar un gran premio. La realidad tras la primera carrera también ha puesto de manifiesto que los primeros pilotos no sufren una lucha de hegemonía en su propio equipo. Sebastian Vettel, Lewis Hamilton, Vitaly Petrov y Fernando Alonso son los líderes de sus respectivas escuderías y en el asfalto de Albert Park explicaron el porqué. Además, por lo visto este domingo, todo indica una desaparición de las 'dictaduras' de años pasados (Brawn GP y Red Bull) y que los cambios propiciados han dado paso a una carrera más atractiva.

“Los Red Bull no son tan fieros” declaró ayer Alonso a la conclusión de la carrera. Se temía que la escudería austriaca venciese de forma incontestable en Australia. Webber no pisó el podio y Vettel sí dominó pero sin la autoridad del año pasado. Tenían al paddock tan asustado que el resultado de ayer dejó satisfechos a los rivales (perdedores, en cualquier caso). Participaron sin kers porque su adaptación al RB7 no convencía al equipo para Australia. Cuando lo instalen en Malasia veremos qué consecuencias aerodinámicas tiene. Ellos han confirmado que irán más rápido.

McLaren confirmó que en su pretemporada jugaron al despiste y que las palabras de Hamilton ("no tenemos coche para luchar por el título") carecen de valor. Para la siguiente carrera -en Malasia- tendrán un ‘paquete’ de evoluciones y serán más competitivos. La posición de Button ha sido un accidente. Pudo terminar más adelante –superando incluso a Alonso- si no hubiera sido sancionado. Por coche no será.

Petrov no hace olvidar a Kubica

Lo que no es casualidad es ver a Petrov subido en el cajón. Su Renault funciona y prueba de ello es que respondió en la calificación –salió detrás de Alonso- y tiene un ritmo en carrera de cabeza. En 2010, Petrov fue un piloto medio y cuyos resultados estaban muy lejos de su compañero Robert Kubica. Este año ha madurado y en Australia se vio al ruso muy fiable, sin cometer un solo fallo, como la última carrera del año pasado. Pero con todo lo que haya podido mejorar Petrov... ¿y si Kubica hubiera pilotado uno de los dos R31? Quizás la diferencia entre Lotus Renault y Ferrari hubiera sido mayor.

Aunque Ferrari, en carrera, no tiene que envidiar a nadie. De hecho, la vuelta rápida correspondió a Felipe Massa (55). Pero si el F150º Italia sale en tercera y cuarta fila de parrilla es muy complicado que la prueba finalice con el himno español, brasileño o italiano. Y no será por la imposibilidad de adelantar. Los cambios en el reglamento con la incorporación de alerón móvil y kers han puesto su granito de arena para que una pasada no suponga una agonía y ayer hubo movimientos en este sentido. Los adelantamientos, las continuas entradas a boxes y las diferentes neumáticos han 'fabricado' una Fórmula 1 más interesante para el espectador (y eso que ayer no hubo safety car).

Como el año pasado, Ferrari debe mejorar a una vuelta porque en Albert Park Alonso realizó casi un segundo y medio más que la pole de Vettel. Un registro mediocre para un coche que aspira a ser campeón. Con esa piedra a la espalda, en la carrera hacia el título mundial el asturiano parte con desventaja.

Pérez pasó del cielo al infierno en unos minutos

En cuanto al resto de escuderías, quien mejor sabor de boca dejó fue Sauber con Sergio Pérez. Ese regusto duró poco ya que la FIA descalificó a la escudería suiza por irregularidades en su alerón trasero. El mejicano y su compañero Kobayashi ocuparon unos puestos (séptimo y octavo) que, presuntamente, estaban reservados para Mercedes. Ross Brawn descansó pronto en Australia ya que en la vuelta 23 no quedaba ningún piloto suyo en pista. La escudería germana espera estar a la altura de Renault y con Nico Rosberg como primer piloto (aunque no se pueda decir en alto).

Por último, Jaime Alguersuari debe estar orgulloso del coche que tiene este año. Definitivamente su objetivo será puntuar y, de no haber tenido un accidente con Schumacher, lo hubiera conseguido ya que su ritmo era superior al de su compañero Buemi (4 puntos). Las bases están sentadas, ahora sólo falta que ningún factor externo se cruce en su objetivo.

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