La oposición atlética contesta con dureza a Gil Marín

Los enfrentamientos en el entorno del Atlético de Madrid no llegan a calmarse del todo. Y eso es lo que, precisamente, no desea que ocurra la oposición a los actuales dueños de la SAD, quienes están logrando que la opinión pública no olvide una serie de realidades concernientes a la gestión de este club las últimas dos décadas.

 

La semana pasada, el consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, intentó apaciguar los ánimos los días previos a la manifestación que finalmente tuvo lugar en los alrededores del Vivente Calderón antes del partido liguero del pasado sábado.

Para elló, publicó una carta en la web oficial que fue enviada a los socios y peñas primero por email y luego por correo ordinario. En esta misiva, Gil Marín pedía perdón por una carta previa publicada en el diario As, a la vez que intentaba puntualizar varios aspectos que son el centro de la polémica actual: el proceso de conversión del club en SAD en 1992 y las posteriores ampliaciones de capital ya en este siglo, la venta del estadio, la pérdida de prestigio deportivo, la sequía de títulos, la mala política de cantera, la intervención judicial, etc.

Ni que decir tiene que para el consejero delegado todos estos puntos carecen de polémica y sólo admite como error, y hablando nada más en términos deportivos, “que, en el pasado, se han producido cambios de criterio que han podido crear confusión en cuanto a la dirección correcta a seguir, sin un modelo definido.”

La oposición asegura que Gil Marín debe dinero 

Pero la carta donde los grupos opositores le contestan es devastadora. Le acusan de incurrir en constantes falsedades, imprecisiones u omisiones de hechos importantes. Recuerdan que los procesos de ampliación de capital se tuvieron que hacer como consecuencia de diversas sentencias judiciales.

Le acusan de no haber repuesto aún el dinero que una de esas sentencias demostró que se había ‘evadido’ de las arcas del club en el llamado ‘Caso Negritos’, cuando el club fichó por mucho dinero a varios jugadores de raza negra y poca calidad, y de los que posteriormente se puso en duda que fueran, siquiera, futbolistas.

La oposición afirma que ni el presidente, Enrique Cerezo, ni Gil Marín han aportado a la entidad el dinero que afirma en su carta este último. De hecho, el grupo atlético formado por estas asociaciones opositoras asegura que, ateniéndose a los intereses que ha generado el dinero analizado en los distintos procesos judiciales, datos que maneja la Fiscalía Anticorrupción, no sólo no han puesto dinero sino que lo deben.

En el plano deportivo muestran un desencanto que sí le es más familiar al resto de la parroquia atlética. Le recuerdan al consejero delegado que el Atlético de Madrid posee 21 títulos importantes (y no 20 como asegura en su carta) y resaltan que los últimos 13 años constituyen la peor etapa deportiva de la centenaria historia del club del Manzanares. Por criticarle, le critican hasta las equipaciones que usa el equipo en muchos partidos donde actúa como visitante, un elemento más que hace que la afición vaya perdiendo día a día la identificación con el club de sus amores.

Por último, la carta de la oposición anuncia que todas estas plataformas han iniciado el proceso de unificación con la idea de hacer una estructura más solida y consolidar sus posturas. Y siempre alegando que no persiguen mayor interés que intentar que el Atlético de Madrid no pierda más prestigio que el que, consideran, ha perdido con la ‘gestión Gil’.