Así ha vivido Antonio Banderas sus últimos días antes de la gala

El Camino de los Ingleses. Últimos días de rodaje. Londres, febrero de 2006.

—¿Quieres un café? —le preguntó alguien del equipo de producción que no conocía bien al hiperactivo director de la película.

—¿Un café? Si me tomo un café te dejo la torre del Big Ben como los chorros del oro. Un té, mejor un té — respondió entre risas Antonio Banderas, capitán de aquella cinta ya de culto, en medio de una escena con figuración de punkis y señores con bombín con paraguas rematados con punta muy afilada.

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Banderas ha vivido estos últimos días antes de la ceremonia de los Goya un endemoniado torbellino de emociones, felicidad (contenida) y también de inseguridades. Es un soñador nato, pero no quiere hacerse ilusiones. Es el gran favorito para ganar a mejor interpretación masculina y sería toda una sorpresa que no lo consiguiera.

‘Dolor y Gloria’ es un gran éxito en su carrera que le supondrá un aumento de su caché como actor, cuando muchos pensaban que estaba de retirada de Hollywood y que se iba a volcar en exclusiva en el teatro, en sus negocios o en retomar su carrera como director.

Prisionero del 'jet-lag'

Hubiera preferido que la película de Almodóvar no hubiera coincidido con el estreno de su teatro, ni con tantos viajes a Estados Unidos para promoción y la ceremonia de los Globos de Oro. Cuando regresaba a Málaga para los ensayos, era prisionero del jet-lag.

No había dormido nada, pero ahí estaba dispuesto a calentar hora y media (por contrato) y a hacer ejercicios vocales de una obra exigente en lo físico para él (en el arranque y remate). Todo sea por la pasión del Teatro del Soho CaixaBank, su niño, lo que ahora le hace más feliz.

Es momento de adioses. Banderas prepara su despedida de ‘A Chorus Line’ en Málaga. Será el domingo, tras la resaca de los Goya, y hay 100 personas confirmadas de actores, equipo artístico y técnico relacionados con el cine que verán su última función antes de la gira por Barcelona, Bilbao y Madrid (quizá también Estados Unidos). No actuará ya en el resto de España.

“Yo le veo bastante tranquilo, pero también creo que es una cara. Tampoco se quiere hacer ilusiones para luego llevarse una decepción”

“Yo le veo bastante tranquilo, pero también creo que es una cara. Tampoco se quiere hacer ilusiones para luego llevarse una decepción”, cuenta a este diario Sarah Schielke, que interpreta en la obra a Cassie Ferguson. Sarah está “tocada” “Todo esto llega a su fin. Nos hemos mudado aquí, a Málaga, para vivir este sueño y ahora mismo el sueño sigue, pero va cambiando y toma otras formas”.

El martes se fue al Palacio de los Deportes José María Martín Carpena para ensayar el mini espectáculo de ‘A Chorus line’ que harán en la ceremonia de los Goya. A las 20 horas tenía función y ayer viernes dos funciones, a las 17 horas y a las 21 horas. El tiempo que no estaba preparando con la obra tenía reuniones de programación del teatro. "Mi hermano no para ni un minuto", cuenta a El Confidencial Javier Domínguez Bandera, más conocido como 'Chico'.

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Justo esta semana ha saltado una bomba interna en el Soho Caixabank. Se esperaba hacerla pública a partir del lunes, pero Lluís Pasqual se ha adelantado y se va de la dirección artística del teatro. Pasqual tiene una idea más disruptiva y experimental que Banderas, que quiere llenar todas la butacas en las funciones que haga la obra, algo que impacte más en el público.

Aurora Rosales, que vino con Pascual como gerente, llevará a partir de ahora la dirección ejecutiva y Banderas se concentrará en la parte artística. Todos estos cambios se explicarán con más detalle a partir del lunes en una rueda de prensa en Barcelona donde se explicará la gira.

Una vez al año

Banderas, justo después de la presentación de las funciones en el teatro Tívoli, tomará un avión con destino Nueva York y luego partirá hacia Los Ángeles. La programación del teatro está diseñada hasta el mes de julio. Él es el gran reclamo del teatro y las previsibles ofertas que le llegarán tras la nominación a los Oscars le impedirán estar más en el día a día de la gestión.

La intención es que al menos se represente una vez al año una obra en la que él sea el protagonista. Todo depende de su agenda que cada vez se complicará más, como tienen claro su estrcho equipo de confianza, entre las que destaca Yolanda Jiménez Apolonio, su ayudante y ahora productora de la obra.

Escribió Banderas en su cuenta de Twitter a las 10.20 horas del jueves: “A los que vengáis a los Premios Goya, ¡no os olvidéis los esquíes!!!”

“Está feliz por el año tan bueno que está viviendo”, cuenta Pablo Atencia, su abogado, socio del despacho GVA, el cuarto mayor de Andalucía. “Él es todavía es más extrovertido y da incluso mejor imagen en lo privado. Se reúne de modo constante con personas. Siempre disfruta de Málaga”.

Estrella... y leyenda

Su ciudad natal amaneció el jueves con un manto blanco provocado por el granizo. Desde su ático de la calle Alcazabilla se divisa, frente por frente, la Alcazaba y el Teatro Romano. Escribió Banderas en su cuenta de Twitter a las 10.20 horas: “A los que vengáis a los Premios Goya, ¡no os olvidéis los esquíes!!!”.

Él tampoco olvidará ni 2019 ni 2020. Porque Banderas ya tenía la vida solucionado. “El dinero al final es papel”. Él deseaba prestigio, reconocimiento. Y lo va consiguiendo. “Tú eres una estrella”, le dijo un famoso actor de Hollywood ahora hace unos 15 años. “Pero yo soy una leyenda…”, acabó la frase este intérprete. Banderas ya puede decir que él también es una leyenda que si le das café te abrillanta el Big Ben, la única torre de la Catedral de Málaga o lo que se le ponga por delante.