La peligrosa herencia de Christopher Nolan

El culto a Christopher Nolan gracias a la trilogía de Batman y filmes como Origen ha creado una saga de fanáticos dispuestos a defender cualquier paso del director, pero también una legión de ‘haters’ que aprovechan cualquier excusa para destrozar su carrera.

Aquellos que odien a Christopher Nolan encontrarán en Transcendence la refutación a todos sus argumentos. Lo gracioso del tema es que el filme protagonizado por Johnny Depp no está dirigido por Nolan (aunque sí producido), sino por su habitual director de fotografía Wally Pfister. Pese a ello es un buen ejemplo de lo que ha supuesto las películas del director en el cine posterior.

Más allá de calificar el trabajo de Nolan, uno no puede negar que con sus películas ha conseguido dignificar y elevar el simple taquillazo, así como los filmes de superhéroes. No hay una película (en su género)como El Caballero Oscuro, adulta, oscuray a lavez entretenida. Sus películas son el perfecto ejemplo de que los blockbuster pueden ser inteligentes y personales.

Lo que también es cierto es que su cine está creando escuela demasiado rápido (y mal), con productoras y directores intentando repetir unas pautas que sólo el parece saber manejar. Desde su saga del hombre murciélago las adaptaciones de cómic dejaron de lado el escapismo y la diversión y se rindieron al guion engolado marcado por Nolan.

Lo mismo pasó con Origen, cuya banda sonoraresulta ahora un topicazo de los filmes de Hollywood y cuyo estilo intenta ahora repetir su alumno aventajado Pfister en Trascendence.

Una trama que incluso tiene aires del filme de Nolan en cuanto a intentar ser una reflexión sobre el poder de la tecnología. Un científico (Depp) que investiga para poder otorgar a las máquinas consciencia humanasufre un atentado de una banda terrorista que lucha para pararestos experimentos (sus ataques aparte de bombas utilizan tartas envenenadas…). Con poco tiempo de vida por delante trasladará su consciencia a un ordenadordemostrando al mundo que tenía razón.

A partir de ese momento se convertirá en un dioscapaz de destruir el mundo a su antojo. Una premisa interesante si se aprovecha para reflexionar sobre el peligro de las nuevas tecnologías y no como excusa para desarrollar un filme tan ridículo como pretencioso.

Pfister hace suyo el defecto que muchos achacan a su anterior jefe, su autoconsciencia. Desde el primer plano uno intuye un filme que se cree mucho mejor de lo que es, con más estilo del que realmente tiene y más profundo de lo que es en realidad.

El director, usando un guion de Jack Paglen, quiere hablar del futuro, del peligro de internet y trazar los últimos resquicios de una relación de amor. Pero, quien mucho abarca poco aprietay el filme se deshincha como un globo según intenta meter capas a su historia.

Todo esto con escenas que quieren rozar lo poético (esas flores, esa lluvia…) siendo más simples que el mecanismo de una polea, una música machacona que subraya cada momento y unos intérpretes que no saben dónde se han metido.

Hasta en el reparto Wally Pfister ha querido seguir la estela de Christopher Nolan y utiliza a muchos de sus ‘míticos’, como Morgan Freeman y Cillian Murphy.

Todos comandados por Johhny Depp, ese actor capaz de sobreactuar en una foto, que sin tener carta blanca para despiporrarse intenta estar comedidoy acaba siendo una parodia de sí mismo, con un gesto constante de preocupación.

Christopher Nolan tiene ahora con su nueva película una doble misión, volver a convencer a crítica y público y hacer olvidar a todos sus plagiadores que están haciendo un flaco favor a su carrera.

Transcendence

Director: Wally Pfister

Duración:

Género: Ciencia Ficción

Nacionalidad: EEUU

Intérpretes: Johnny Depp, Rebecca Hall, Paul Bettany, Kate Mara, Morgan Freeman, Cillian Murphy