Cinco claves para entender la guerra de los Oscar

Dentro de pocas horas ya se sabrán los nominados a los Oscar, y todavía quedan muchas dudas en el aire. No se espera un año de sorpresas como el pasado cuando Ben Affleck y Kathryn Bigelow se quedaron fuera del quinteto de directores, pero aún así existen muchas categorías sin cerrar.

La Academia tendrá mañana una misión, elegir una favorita en la carrera hacia el Oscar. 12 años de esclavitud y La gran estafa americana vienen pisando fuerte y empatadas tras su victoria en los Globos de Oro. Mañana una de ellas puede dar un paso adelante. Estas son las claves a las que habrá que estar atento.

¿O’Russell o McQueen?

12 años de esclavitud tiene todas las posibilidades de ser la película más nominada del año. Las 12 nominaciones parecen casi seguras, por lo que cualquier número que baje de 10 sería preocupante para el filme y confirmaría que no es tan favorita como todos piensan. Por su lado La gran estafa americana juega con un número en torno a las 8 candidaturas, la película de O’Russell tendrá que estar atenta a las categorías de interpretación: si Christian Bale o Amy Adams consiguen entrar entre los finalistas significará que la película ha gustado mucho.

Ambas mirarán de reojo a Gravity, un rival al que no hay que descartar tan pronto. Los apartados técnicos serán suyos y es la favorita a la mejor dirección. La prueba para descubrir si el filme de Alfonso Cuarón es más fuerte de lo que parece estará en mejor guión, su apartado más débil. Si consigue ser nominado en esta categoría la carrera se presentará más divertida que nunca.

Entre el riesgo y lo tradicional

Otra elección que mañana los académicos harán será si premiar el riesgo o apostar por fórmulas más clásicas. Entre las primeras dos nombres: Spike Jonze y Martin Scorsese. Para ambos se da por segura la candidatura a la mejor película (a la que este año se espera que entren nueve títulos) pero las dos propuestas se encuentran alejadas del canon académico que tantas veces ha triunfado en los Oscar.

Si cualquiera de los dos (Scorsese ya fue reconocido por su propio sindicato) es mencionado en la lista de mejor director significará que el riesgo se premia. Así como si Leonardo Dicaprio o Joaquin Phoenix se cuelan entre los mejores actores del año.

Sin embargo todos los gurús americanos apuestan porque una de las últimas plazas para mejor filme se lo llevará A propósito de Mr. Banks, la historia de la creación de Mary Poppins con un Tom Hanks haciendo del mismo Walt Disney. Un filme azucarado, del gusto de los Oscar que puede dar la sorpresa aunque en los últimos meses ha perdido mucho fuelle.

Los veteranos se la juegan

¿Se imaginan unos Oscar sin Meryl Streep nominada? Pues puede que ocurra este año. La incombustible actriz era hasta hace un mes una de las favoritas por Agosto, pero el empuje de Amy Adams y de La gran estafa americana están haciendo que Streep ceda hasta el punto de perder su nominación.

Algo parecido es lo que ha pasado con Robert Redford, que a pesar de ser el único actor de Cuando todo está perdido y ser reconocido por muchas asociaciones de críticos no ha sido nominado por sus compañeros actores en los premios de su sindicato. Leonardo Dicaprio y Christian Bale se frotan las manos.

Los Coen pierden su magia

Mención especial del jurado en Cannes, la mejor película del año para muchos críticos y posiblemente olvidada mañana. A propósito de Llewyn Davis puede obtener menciones menores en fotografía, sonido o incluso a guion original, pero pocos cuentan con que aparezcan en las categorías importantes. A pesar de todo su nombre pesa mucho en Hollywood, y con Un tipo serio consiguieron estar entre las nominadas.

En busca de la sorpresa

Matthew McConaughey es, actualmente, el rey de Hollywood. Desde las producciones más indies a los blockbusters se pelean por el actor. Este 2013 ha participado en tres de los mejores títulos: Mud, Dallas Buyers Club y El lobo de Wall Street. Por su papel en la segunda ha conseguido el Globo de Oro, al igual que lo logró su compañero Jared Leto como actor de reparto.

Una película que parecía destinada a quedarse estancada en las categorías de interpretación y que de repente es escogida por los productores de Hollywood como una de las mejores del año. Dallas Buyers Club viene pisando muy fuerte y pide un puesto entre las nominadas a mejor película.