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Yoji Yamada logra la Espiga de Oro con 'Una familia de Tokio'
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el filme es un remake confeso del clásico de ozu

Yoji Yamada logra la Espiga de Oro con 'Una familia de Tokio'

El jurado sorprende al conceder a la ópera prima 'Run & Jump' la Espiga de Plata y a la polaca 'Papusza' los galardones al mejor director y al mejor actor

Foto: Escena de Una familia de Tokio, de Yoji Yamada
Escena de Una familia de Tokio, de Yoji Yamada

Era el favorito de la crítica y el jurado no ha decepcionado. Una familia de Tokio , del realizador japonés Yoji Yamada se ha alzado con la Espiga de Oro de la Seminci de Valladolid. Es la primera vez que Yamada consigue el máximo galardón, a pesar de ser uno de los directores fetiche del festival. Esta vez, por fin ha logrado el premio con su remake confeso de Cuentos de Tokio, de Yasujiro Ozu. Una actualización del clásico en el que los acontecimientos recientes de la historia de Japón, como el terremoto y el desastre de Fukushima, se encuentran presentes. Un filme íntimo y emotivo que ha calado en el jurado presidido por Raoul Peck. La pregunta que ahora debería hacerse la gente es ¿Cuánto de esta Espiga de Oro pertenece al maestro Ozu y cuánto a Yamada?

El segundo premio en consideración, la Espiga de Plata, ha sido para una ópera prima: Run & Jump, de Steph Green; que ha dado la sorpresa ya que no se esperaba de ella más que un posible premio al mejor nuevo director. Sin embargo este optimista retrato de una familia y la rehabilitación del padre tras haber sufrido un ictus ha convencido en esta edición. Uno de los galardones más discutidos, ya que se trata de un filme tan agradable como olvidable, además de demostrar unas formas muy torpes al contar su historia.

Sin embargo el pateo de la sala (Así es Seminci, si algo no gusta se dice con los pies) se lo ha llevado Papusza, el flme en blanco y negro sobre la primera poeta romaní, que ha sido distinguida con el premio a la mejor dirección para Joanna Kos-Krauze y Krzysztof Krazue y con el de mejor actor para Zbigniew Walerys. Es la única película que se lleva a casa más de un galardón, cuando solo contaba para la mejor fotografía, que finalmente ha ido a parar a Night Moves.

Entre lo esperado destaca el premio a Nora Navas por su Geni en Todos queremos lo mejor para ella. Nada que objetar para la mejor interpretación femenina de toda la sección. La actriz española borda un personaje complejo, lleno de matices y sentimientos que el jurado no ha podido olvidar. También el mejor guión para Agnes Jaoui por Au bout du conte era esperable, ya que los festivales suelen distinguir las comedias inteligentes con esta mención, y los diálogos de Jaoui son dardos contra todo y todos. Una pena que no haya podido llevarse algo más.

Una de las favoritas de esta edición y que ayer dominaba las conversaciones sobre posibles ganadoras, Matterhorn, se ha tenido que conformar con el Premio Pilar Miró al mejor nuevo director. Eso sí, la presencia en la lectura del palmarés de su director ha hecho sospechar hasta el último momento que pudiera haber ganado la Espiga de Oro.

La Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (FIPRESCI) también ha dejado a la sala con la boca abierta al destacar como la mejor obra del festival a La reconstrucción, de Juan Taratuto, que en su primera incursión en el drama ha dividido al público pero cautivado a los miembros de la FIPRESCI.

Un palmarés muy repartido como se esperaba debido a que ninguna de las películas a concurso ha tenido un consenso abrumador que la auparan a esa categoría de ‘clara favorita’. A pesar de ello se echa en falta más presencia para Short Term 12, de Destin Daniel Cretton, que por otra parte se ha llevado el premio del público con una nota de 4,436 sobre 5.

Concluye así esta 58 edición que ha tenido un nivel medio de películas bastante aceptable, aunque peor que el del año pasado, pero que ha logrado lo que en pasadas ediciones demandaba la gente: nombres para el festival. Paul Schrader, Jacques Audiard, Victor Erice, Agnes Jaoui… todos ellos han pasado por una Seminci que esta noche cerrará el telón hasta el próximo año.

Era el favorito de la crítica y el jurado no ha decepcionado. Una familia de Tokio , del realizador japonés Yoji Yamada se ha alzado con la Espiga de Oro de la Seminci de Valladolid. Es la primera vez que Yamada consigue el máximo galardón, a pesar de ser uno de los directores fetiche del festival. Esta vez, por fin ha logrado el premio con su remake confeso de Cuentos de Tokio, de Yasujiro Ozu. Una actualización del clásico en el que los acontecimientos recientes de la historia de Japón, como el terremoto y el desastre de Fukushima, se encuentran presentes. Un filme íntimo y emotivo que ha calado en el jurado presidido por Raoul Peck. La pregunta que ahora debería hacerse la gente es ¿Cuánto de esta Espiga de Oro pertenece al maestro Ozu y cuánto a Yamada?

Valladolid
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