Los entremeses de Cervantes, en una edición para todas las edades
La adaptación de la editorial Gadir de 'El retablo de las maravillas' está pensada tanto para niños y jóvenes como para adultos poco asiduos a la lectura de los clásicos
Las adaptaciones para niños y jóvenes de clásicos de la literatura universal abundan sobre todo en las editoriales especializadas en este sector del público. El cuidado y la originalidad de que hacen gala muchas de estas versiones que, para la mayoría de los expertos, son el mejor cauce para formar futuros lectores, dan cuenta de la importancia que autores, diseñadores y editores conceden a unas obras que a menudo se convierten en lecturas familiares. Las cifras de ventas avalan esta labor. Algunas editoriales generalistas también cuidan este sector del público bien a través de adaptaciones de títulos emblemáticos o bien dando espacio a las incursiones en el ámbito de la literatura infantil de sus principales autores.
La editorial Gadir ha trabajado ambos aspectos. Su colección El bosque viejo nos dio a conocer piezas destinadas al público más joven de autores que ya eran señeros en sus páginas como Dino Buzzati, del que publicó
En la otra línea, es decir, en la adaptación de textos clásicos para un público no ya joven sino adulto pero poco acostumbrado a la lectura de los grandes de nuestro Siglo de Oro, la editorial contó con uno de sus autores predilectos. Antonio Ferres –uno de los grandes nombres del realismo social en español que el sello que dirige Javier Santillán se ocupó de recuperar en todas sus facetas– fue el encargado de adaptar
En este camino se sitúa la novedad editorial que nos ocupa:
Porque no hay mejor prueba de la actualidad de estos relatos, que contienen toda la ironía, el humor y el ingenio de su autor, que su continua revisión en los escenarios. ¿Quizá porque como toda pieza clásica el lector o el espectador puede identificar no pocas de las situaciones que se plantean en la sociedad actual? En esta ocasión la adaptación corre por cuenta del propio director de la editorial. Javier Santillán no solo es un apasionado del Siglo de Oro español y un conocedor de sus logros literarios, sino que está convencido de que es un periodo no suficientemente conocido ni valorado por el gran público. De ahí que en esta como en otras adaptaciones de su colección insista en que están destinadas no ya a un lector juvenil sino a un lector adulto poco asiduo a las obras más reconocidos tanto de Cervantes como de otros genios de nuestra literatura como Lope de Vega o Quevedo pero que sienta curiosidad por acercarse a un ámbito literario que nunca defrauda. No pocos lectores de estas adaptaciones han encontrado en ellas la vía para conocer de primera mano monumentos como el Quijote. De ahí que en el subtítulo de sus ediciones sea frecuente la etiqueta ‘para todas las edades’. En la adaptación del texto, Santillán ha procurado evitar referencias históricas o a asuntos cotidianos de la época no reconocibles en la actualidad y resumir algunos pasajes reiterativos, pero manteniendo la chispa de los diálogos cervantinos que no solo nos llevan a la sonrisa sino con frecuencia a la carcajada. En ocasiones se incluyen también una muestra de los versos incluidos en las piezas.
Para esta edición, ha contado con las ilustraciones de Begoña Summers, reconocida pintora e ilustradora, cuyas imágenes contribuyen a reforzar unas veces el espíritu no pocas veces burlesco de los textos y en otras resaltan el candor de algunos de sus protagonistas.
El retablo de las maravillas se suma así en la colección de Gadir a otra reciente adaptación, en este caso de Lope de Vega y su célebre drama El mejor alcalde el rey, adaptado por Julio de Ugarte que también tuvo como ilustradora a Begoña Summers. Y, si nos fiamos de los planes editoriales del sello que pronto cumplirá su vigésimo aniversario, no será la última.
Las adaptaciones para niños y jóvenes de clásicos de la literatura universal abundan sobre todo en las editoriales especializadas en este sector del público. El cuidado y la originalidad de que hacen gala muchas de estas versiones que, para la mayoría de los expertos, son el mejor cauce para formar futuros lectores, dan cuenta de la importancia que autores, diseñadores y editores conceden a unas obras que a menudo se convierten en lecturas familiares. Las cifras de ventas avalan esta labor. Algunas editoriales generalistas también cuidan este sector del público bien a través de adaptaciones de títulos emblemáticos o bien dando espacio a las incursiones en el ámbito de la literatura infantil de sus principales autores.