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La vida de los otros y libros buenos pero inquietantes
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La vida de los otros y libros buenos pero inquietantes

Disponemos de un buen patrimonio de académicos, periodistas e historiadores que indagan en las biografías y memorias

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Los grandes biógrafos son casi siempre anglosajones. Su estilo es canónico e inimitable. Han ido cosiendo los tramos de la historia del mundo a través de sus personajes: el individuo como factor de precipitación, modulación y dimensión de los acontecimientos. Pero resulta que nosotros no nos quedamos atrás y sin llegar quizás a la abundancia biográfica de los británicos —tampoco los franceses están rezagados— disponemos de un buen patrimonio de académicos, periodistas e historiadores que indagan la vida de los otros.

Si el género les apasiona, si quieren saber el diagnóstico de la bibliografía de la biografía deben leer el libro -una sensacional colección de ensayos- que han coordinado Antonio López Vega y Juan Pablo Fusi Aizpurúa, dos tipos de hechuras en el panorama del pensamiento y la historia, con distinto sesgo, en la España de hoy. La obra se titula Miradas. El género biográfico en español, editado por Ediciones Cinca. Son 20 relatos con una bibliografía sobresaliente y exhaustiva, imprescindible para pesar y medir el estado de la situación del género de la biografía en nuestro idioma.

Todos los ensayos son interesantes y descubridores. Pero el de Raquel Sánchez sobre el relato de las vidas de los liberales españoles es realmente enjundioso. Carlos Dardé nos desvela todo lo que hay que leer para conocer a los apasionantes presidentes del Gobierno del Sexenio Revolucionario (1868-1874) y de la Restauración (1875-1923). De especial actualidad resulta el ensayo de César Luena López sobre las biografías de los líderes históricos del PSOE. Como es habitual en él, la reflexión solvente de Enrique Moradiellos detalla las biografías de Francisco Franco. Luego, el propio Antonio López Vega (sobre las personalidades de referencia del 98 español y de la generación de 1914) y “las mujeres y el género biográfico”, de Guadalupe Gómez Ferrer Morant, que escriben textos genéricos de gran valor contextual que otros autores proyectan sobre colectivos (medicina y biografía, biografía, farmacia y otras ciencias). La tercera parte del libro se explaya en la otra mirada: a la América hispana, con especial énfasis en el género biográfico en México y Argentina.

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'Miradas. El género biográfico en español'.

Este ramillete de ensayos que han juntado con criterios coherentes y sistemáticos López Vega y Fusi Aizpúrua está llamado a ser libro de consulta orientado a la historiografía, pero no solo porque incide en una sensación quizá no certera: una supuesta tradición en la escasez de la biografía en español. Han faltado, acaso, algunas firmas de académicos e investigadores que han aportado rotundos hitos a este género en nuestro país.

Jordi Canal, historiador infatigable, también elabora un interesante texto sobre las biografías de Josep Pla, acercándonos el mundo de este catalán exponencial. Aunque traigo aquí al gerundense por su última investigación histórica: Dios, Patria, Rey. Carlismo y guerras civiles en España (Editorial Sílex). El relato es vivo, puntilloso en ocasiones y panorámico en otras. Parecería que después de lo mucho que se ha escrito al respecto (en especial, tras de la magna obra de Antonio Pirala Historia de la Guerra Civil y de los partidos liberal y carlista) nada nuevo podría escudriñarse en aquellos enfrentamientos bélicos que marcaron todo el siglo XIX y que tanto tuvieron que ver con el devenir del siglo XX en España, al menos, en una cierta cultura política. Canal es descriptivo, pero no da puntada sin hilo y con el relato del pasado nos ayuda a fijarnos en la cartografía de nuestro país sin esfuerzos excéntricos de extrapolación. Con este nuevo libro, Jordi Canal dispone ya de una masa crítica que le hace aspirante a los asientos de la excelencia académica en la disciplina historiográfica. Nótese, por lo demás, que regresa el concepto de guerra civil para referirse a las carlistas. No es un aspecto menor de la cuestión. Es inquietante que las lecciones de la historia sean tan poco consideradas por las clases dirigentes españolas.

Siguiendo la senda de lo inquietante, Los derechos en broma. La moralización de la política en las democracias liberales (Editorial Deusto) del catedrático de filosofía del Derecho, Pablo de Lora, es un ensayo oportunísimo que mete el bisturí, con una prosa que se aleja de la jerga jurídica para encontrarse con el lector ajeno al derecho, pero interesado por la producción normativa acelerada de nuestras Cámaras legislativas y de nuestro Gobierno (en realidad, convertido en colegislador por los decretos leyes sin tasa ni medida), al que Pablo de Lora le resultará ameno e instructivo. Enlaza este ensayo con el de Ben Ansell —salvando distancia, pero sincronizado— titulado Por qué fracasa la política (Editorial Península), y en el que el autor explica las cinco fallas de nuestros sistemas políticos y como evitarlas. El libro es serio y se aleja de esa producción politológica mediocre y precipitada en la que han desembarcado plumas que nadan en un océano de tópicos y argumentaciones circulares.

En esta línea de libros inquietantes -porque muestran patologías políticas y sociales- se inscribe un buen texto del joven Guillermo del Valle, alma mater de El Jacobino, un think tank que pretende la recuperación de la izquierda, embebida de criterios identitarios y confusiones varias que el abogado describe con soltura, buena construcción analítica y convencimiento argumental. El libro se titula La izquierda traicionada. Razones contra la resignación (Editorial Península), asunto que determinado mandarinato de la que pasa por ser izquierda oficial desprecia olímpicamente con manifiesta miopía autocrítica. El prólogo del veterano socialista Juan Francisco Martín Seco y el epílogo de Félix Ovejero, dan empaque a la reflexión de Del Valle que ya anuncia que su grupo estará en las elecciones europeas. Interesante.

La historia (biografía), el ensayo y la ficción impactan en la política y traducen la realidad

Si, por fin, quieren ustedes relajarse y disfrutar de la amenidad por excelencia, deberían trasladarse a la Viena y al Múnich de los primeros años del siglo pasado. Háganlo de la mano de Francisco Sosa Warner que en Bohemios que hablaban alemán (Editorial Funambulista) construye todo un viaje al pasado inconsciente, divertido, de aquellos años previos a las catástrofes seculares. Sosa Wagner es un ejemplo acabado de versatilidad. Además de catedrático de Derecho Administrativo, es un activo escritor de periódicos (como los buenos intelectuales) y un narrador avezado en la ficción con anclajes históricos, tanto que en los noventa recibió el premio Miguel Delibes con Es indiferente llamarse Ernesto. La trama y la prosa son buenas y el autor le introduce una especia que condimenta sus escritos: un soterrado y eficaz sentido del humor. Es una forma la suya de hacer historia con un relato recreado a partir de realidades a tener hoy muy en cuenta.

La historia (biografía), el ensayo y la ficción impactan en la política y traducen la realidad. Si reparan (lo hago yo mismo a la hora de estructurar esta crónica), no nos separamos de las inquietudes del presente. La literatura en todas sus formas es vida.

Los grandes biógrafos son casi siempre anglosajones. Su estilo es canónico e inimitable. Han ido cosiendo los tramos de la historia del mundo a través de sus personajes: el individuo como factor de precipitación, modulación y dimensión de los acontecimientos. Pero resulta que nosotros no nos quedamos atrás y sin llegar quizás a la abundancia biográfica de los británicos —tampoco los franceses están rezagados— disponemos de un buen patrimonio de académicos, periodistas e historiadores que indagan la vida de los otros.

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