Es noticia
Juan Carlos Botero: "En Colombia, escribir una columna te podía costar la vida"
  1. Cultura
libros

Juan Carlos Botero: "En Colombia, escribir una columna te podía costar la vida"

El escritor, hijo del artista Fernando Botero, publica 'Los hechos casuales', una novela cuyo protagonista se ve obligado a abandonar Colombia huyendo de la violencia, como le ocurrió a él

Foto: El escritor colombiano Juan Carlos Botero. (EFE)
El escritor colombiano Juan Carlos Botero. (EFE)

Una limusina emboca una calle equivocada en Sarajevo. El conductor del vehículo se da cuenta del error y quiere dar marcha atrás, pero su pie resbala en el pedal del embrague y el automóvil permanece fatídicamente parado durante unos segundos. Los suficientes para que un joven que en ese instante se encuentra sentado en un café frente al vehículo lo vea y se abalance sobre el coche, asesinando a sus ocupantes, al archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer, la duquesa Sofía Chotek. Esa pequeña sucesión de hechos insignificantes, de sucesos triviales, desencadenó la I Guerra Mundial, una carnicería que se cobró 17 millones de vidas y acabó con cuatro imperios.

El capitán Denny Fitch está en el aeropuerto de Denver y se dispone a tomar un avión hacia Chicago. Puede elegir entre dos vuelos, uno que sale antes y embarca en una puerta más cercana situada a su derecha y otro que sale de una puerta a su izquierda, más alejada. Sin saber por qué, se dirige a la puerta de la izquierda. Esa decisión le salvó la vida a 184 personas, porque ese vuelo tuvo graves problemas y la presencia en el mismo de Fitch resultó providencial.

De eso, de la importancia fundamental que tienen en la vida de las personas y en el curso de la historia acontecimientos que consideramos menores, de la pasmosa fragilidad de la existencia, va Los hechos casuales (Alfaguara), la nueva novela del colombiano Juan Carlos Botero, hijo del famoso artista (ya saben, el de las gordas). “Todo lo que me ha pasado en la vida, desde lo más grande a lo más pequeño, es consecuencia de hechos casuales, de sucesos en apariencia insignificantes pero de gran trascendencia. Y lo mismo se puede decir de algunos hechos históricos que aparentemente son fruto de hechos menores, pero que cambiaron el mundo”, señala.

placeholder Portada de 'Los hechos casuales', de Juan Carlos Botero. (Alfaguara)
Portada de 'Los hechos casuales', de Juan Carlos Botero. (Alfaguara)

Los hechos casuales llega a España apadrinada por Arturo Pérez Reverte y narra la vida de un rico empresario colombiano llamado Sebastián Sarmiento. Pero también es una novela sobre la violencia en Colombia, sobre esas décadas terribles en las que la violencia se cobró nueve millones de víctimas entre asesinados, heridos, secuestrados, desplazados, torturados... Solo en la década de los 90, una de las más sangrientas de la historia del país, más de 30.000 personas murieron violentamente cada año. En 1999 se registraban ocho secuestros diarios. Por no hablar de los numerosos candidatos presidenciales abatidos a balazos: en una sola campaña electoral fueron asesinados cuatro.

Botero ha vivido en primera persona ese periodo terrible en el que criminales organizados, narcos, guerrilleros y paramilitares convirtieron Colombia en el infierno repleto de masacres, de torturas y de secuestros...

Como el protagonista de su novela, se vio obligado con 13 años a abandonar Colombia rumbo a Estados Unidos. Aunque había pasado una infancia repleta de estrecheces económicas, para entonces su padre ya se había convertido en un artista cotizado y la prudencia aconsejaba sacar a la familia de Colombia. Sobre todo después de que en 1973 la madre del escritor, Gloria Zea, fuera secuestrada junto a su segundo marido, Andrés Uribe Campuzano.

Partió así hacia un colegio en Estados Unidos. “Cuando les contaba a mis compañeros gringos las cosas que ocurrían en Colombia, no me creían, era como si les hablara un extraterrestre”, recuerda.

"La violencia en Colombia es diferente a la de otros países y lo que la diferencia es la intolerancia"

Ya de vuelta en Colombia, se convirtió en un importante columnista. Pero entonces las amenazas volvieron, y redobladas. “Yo sé lo que es redactar una columna con los dedos temblando, porque no sabes si una palabra equivocada te va a costar la vida”, asegura. “La violencia en Colombia es diferente a la de otros países, y lo que la diferencia es la intolerancia. La literatura te enseña tolerancia, a poner en cuestión tus propias convicciones”, destaca.

El escritor y periodista resistió y resistió, pero llegó un momento en que la presión se volvió insostenible. Ni siquiera la muerte del narcotraficante Pablo Escobar en 1993
puso fin al peligro. “El cartel de Cali seguía muy activo, sus lugartenientes trataron de secuestrar a mi hermana Lina y a mí también. Así que me tocó irme”, afirma. En el año 2000 abandonó Colombia y se fue a vivir a Miami con su familia.

Hasta hay rasgos del propio Fernando Botero en Los hechos casuales. El protagonista del libro, Sebastián Sarmiento, es un empresario que lleva a cabo numerosas obras de filantropía, igual que hacía el artista. El pintor y escultor donó en sus 91 años de vida más de 700 obras de arte, incluida la totalidad de su apreciada colección personal. “Mi padre decía que hay que regalar cosas de las que te duele desprenderte, porque si no no es un regalo. Y a él le dolió desprenderse de su colección de arte”, recuerda.

placeholder Pablo Escobar y Victoria Eugenia, su mujer, en una imagen de 1983. (Getty/Gamma-Rapho/Eric Vandeville)
Pablo Escobar y Victoria Eugenia, su mujer, en una imagen de 1983. (Getty/Gamma-Rapho/Eric Vandeville)

Otro signo distintivo de esta poderosa novela de Juan Carlos Botero es que está protagonizada por un hombre bueno. A diferencia de muchos libros ambientados en la Colombia de los últimos años que tienen como personaje central a un sicario, a un narco o a un paramilitar, Sebastián Sarmiento es un buen tipo. “Creo que lo que más predomina en el mundo es la bondad. Ser bondadoso no es ser bobo, al revés, es algo heroico, digno”, subraya el escritor, que se muestra convencido de que la mayoría de los colombianos son buenas personas y que gracias a eso el país consiguió sobrevivir a su periodo más oscuro.

"Se requiere la participación por acción u omisión de una parte enorme de la sociedad colombiana para explicar la violencia vivida"

Pero Juan Carlos Botero tampoco resta responsabilidad colectiva a los colombianos en la espiral de violencia que sufrió el país. “¿Cómo fue posible? Pablo Escobar fue un criminal terrible, pero se requiere la participación por acción u omisión de una parte enorme de la sociedad para explicar lo ocurrido”, argumenta, recordando que los 42.500 campos de concentración de todo tipo que pusieron en marcha los nazis —y que incluían desde centros de aborto a lupanares— tampoco podrían haber existido sin el apoyo de amplias capas de la población. “Alemania carga por ello con una culpa colectiva, y Colombia también”, enfatiza.

No cabe duda de que en los últimos años Colombia ha hecho importantes progresos. Pero Juan Carlos Botero señala que no hay que confiarse, porque advierte de que ningún país es inmune a la barbarie. “El mundo en general ha vivido avances increíbles, pero en cualquier momento puede haber retrocesos. Lo hemos visto en Estados Unidos con Donald Trump, al igual que asistimos desconcertados a lo que ha sucedido en Argentina. La civilización es algo frágil”, asegura.

Una limusina emboca una calle equivocada en Sarajevo. El conductor del vehículo se da cuenta del error y quiere dar marcha atrás, pero su pie resbala en el pedal del embrague y el automóvil permanece fatídicamente parado durante unos segundos. Los suficientes para que un joven que en ese instante se encuentra sentado en un café frente al vehículo lo vea y se abalance sobre el coche, asesinando a sus ocupantes, al archiduque Francisco Fernando de Austria y su mujer, la duquesa Sofía Chotek. Esa pequeña sucesión de hechos insignificantes, de sucesos triviales, desencadenó la I Guerra Mundial, una carnicería que se cobró 17 millones de vidas y acabó con cuatro imperios.

Colombia Libros Literatura Violencia Pablo Escobar