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Los Grammy de Beyoncé y Rosalía ponen a todo el mundo a bailar
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la gala musical brilla tras la pandemia

Los Grammy de Beyoncé y Rosalía ponen a todo el mundo a bailar

La edición que nos ocupa ha venido con doble 'hype': primero, porque, tras varios años de cibergala, los premios han vuelto a lucir todo su glamur y grandeza presencial

Foto: Gala de los Grammy. (Reuters/Mario Anzuoni)
Gala de los Grammy. (Reuters/Mario Anzuoni)

¡Que viva la música latina, puñeta! —Así cerraba su actuación Bad Bunny, uno de los grandes nombres de la gala de los Grammy, mientras Taylor Swift lo daba todo con los ritmos reguetoneros del de Puerto Rico.

Esta madrugada, se ha celebrado en el estadio Crypto.com Arena, conocido anteriormente como Staples Center, la 65.ª edición de los premios Grammy, la gala musical más importante del mundo.

La edición que nos ocupa ha venido con doble hype: primero, porque, tras varios años de cibergala, los premios han vuelto a lucir todo su glamur y grandeza presencial sin restricción pandémica alguna; segundo, porque los galardones de esta edición, organizados como siempre por la Academia Nacional de Artes y Grabación de Estados Unidos, eran la apoteosis de cuatro artistas: Beyoncé, Rosalía, Adele y Bad Bunny.

Foto: Rosalía, tras ganar varios premios en los Grammy Latinos (EFE/Caroline Brehman)

En esta recién finalizada gala, los grandes nombres que sonaban eran los de Beyoncé, que aparecía nominada a nueve gramófonos; el rapero Kendrick Lamar, candidato a ocho, y la británica Adele, que se jugaba siete.

Además, el runrún de los medios especializados había puesto el ojo en otros nominados, como la española Rosalía, que se jugaba el premio al mejor álbum latino alternativo por Motomami; Bad Bunny, que estaba, gracias a Un verano sin ti, en los bombos de mejor álbum y mejor álbum urbano, y el multiplatino Drake, que traía de casa dos temas nominados a mejor canción de rap. También, por supuesto, sonaban como favoritos los nombres de la resurgida Taylor Swift y el británico Harry Style, convertidos ambos en los dos grandes fenómenos pop del año.

La gala, que se ha desarrollado como siempre (esto es: entre el afán de los artistas por acaparar portadas vía alfombra roja), ha sonrojado a medio mundo con el retraso de Beyoncé.

La artista estadounidense, casada desde 2008 con el rapero Jay-Z, debía acaparar todas las miradas, pues, de ganar solo la mitad de los ocho gramófonos a los que estaba nominada, se convertiría en la artista más galardonada por la Academia en toda la historia, reemplazando a Residente, exmiembro de Calle13. Pero no ha llegado a tiempo.

placeholder Foto: Reuters/Mario Anzuoni.
Foto: Reuters/Mario Anzuoni.

A eso de las 2:30 hora española, los presentadores anunciaban que Beyoncé había ganado el Grammy a la mejor canción R&B (tenga constancia el lector que por el tema Cuff It), sin embargo, esta no se encontraba en el teatro por estar atrapada en un gigantesco atasco en Los Ángeles.

La artista, que llevaba sin sacar álbum desde 2016, volvió a las andadas en 2022 con Renaissance, un disco que fue aclamado por la crítica gracias a una fuerte innovación anclada a la esencia más pura de la diva del pop.

Foto: Beyoncé recoge uno de sus premios en los Grammy 2023 (REUTERS/Mario Anzuoni)

De las ocho nominaciones con las que contaba, ha conseguido cuatro premios, los de mejor canción R&B, mejor grabación dance, mejor interpretación R&B tradicional y mejor álbum de dance/electrónica. La estadounidense, con estos gramófonos, ya ha pasado a la historia de la música.

También en el terreno pop, Harry Style llegaba al Crypto.com Arena con varias nominaciones, entre ellas, la de mejor álbum del año, mejor canción y mejor vídeo musical. Finalmente, el británico se ha llevado el primero de los premios mentados, el de mejor álbum, gracias a Harry’s House, un álbum que consiguió colar en todas las listas de éxitos gracias a su focus track, As It Was. También se agenció los galardones a mejor arreglo para álbum y mejor álbum de pop vocal.

Taylor Swift, liberada por fin de su litigio legal por los derechos de autor de sus primeros discos, también brilló en la gala no solo por su aclamado estilismo, sino por su reconocido galardón a mejor vídeo musical por All Too Well: The Short Film. La artista, que ha vuelto a regrabar algunos de sus temas clásicos, se ha conseguido posicionar como un fenómeno joven casi 17 años después de su primer álbum de estudio.

Aunque de la gala caben destacar otros muchos momentos, como el galardón que se llevó Adele, quien consiguió el gramófono a la mejor interpretación vocal pop solista tras protagonizar un tiernísimo abrazo con Dwayne Johnson (aka, La Roca); o el pinchazo del todopoderoso Drake, que se fue a casa con las manos vacías; lo cierto es que los 65.º Grammy eran los de la música urbana en español. Concretamente, los de Rosalía y Bad Bunny.

placeholder Bad Bunny durante su actuación en los Grammy. (Reuters/Mario Anzuoni)
Bad Bunny durante su actuación en los Grammy. (Reuters/Mario Anzuoni)

Convertidos en dos de los tótems de este género, aceite de freír en el que echamos todos los sonidos cantados en español al ritmo de algo que recuerde que lejanamente a una base de rap, estos dos artistas esperaban la gala sabiendo que representaban a todo un movimiento cultural.

Bad Bunny, que ha aparecido por primera vez tras el viral episodio que protagonizó, hace ya unas semanas, al tirar el teléfono de una fan al agua, cantó un mix de su álbum Un verano sin ti en el escenario del Arena, cerrando la actuación, que fue bailada por Taylor Swift, con un “que viva la música latina, puñeta”.

Este joven artista estaba nominado a varias categorías, entre ellas la de mejor álbum del año, sin embargo, se ha tenido que conformar con un nada desdeñable mejor álbum de música urbana.

Foto: Taylor Swift. (Reuters/David Swanson)

Este premio eleva al puertorriqueño a los cielos de la música mundial, pues el suyo se ha convertido en el primer disco cantado íntegramente en español en conseguir un premio de esta categoría (además, en el primero también en nuestro idioma en ser nominado a mejor disco del año).

Rosalía, quien brilló desde casa, pues no acudió a la gala, estaba nominada a dos premios: mejor álbum latino alternativo y mejor videoclip largo. Finalmente, la española ha celebrado a través de su Instagram que se llevara el primero por su experimental Motomami (galardón, por cierto, que también se llevó en 2020 gracias a El mal querer).

Esta gala, que ha sido la del reencuentro, ha premiado la trayectoria de artistas consolidados como Beyoncé o Adele, además de dar el plato fuerte de la noche al tótem de la industria Harry Styles; sin embargo, lo significativo de todo ha sido la importancia de la música latina.

Lejos ya de la hegemonía en la industria del inglés, los artistas en español están acaparando cada vez más nominaciones y premios, convirtiéndose en figuras importantísimas del circuito mundial. Quién sabe cuántas voces en nuestro idioma tendremos el año que viene sobre el escenario.

¡Que viva la música latina, puñeta! —Así cerraba su actuación Bad Bunny, uno de los grandes nombres de la gala de los Grammy, mientras Taylor Swift lo daba todo con los ritmos reguetoneros del de Puerto Rico.

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