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Un título para cada día de la Feria del Libro: hoy, 'Metrópolis', de Ben Wilson
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Un título para cada día de la Feria del Libro: hoy, 'Metrópolis', de Ben Wilson

En 2020 no hubo y en 2021 se pasó a otra fecha. En 2022, la Feria del Libro recupera su esencia primaveral, y para disfrutar de esta edición El Confidencial te recomienda un libro cada día

Foto: Firma de libros en la feria. (Cedida)
Firma de libros en la feria. (Cedida)

Es posible que esté leyendo esto atrincherado en su casa de Ainielle, en ningún lugar del Pirineo, pero no se preocupe. Tarde o temprano, usted vivirá en una megaciudad, aunque no lo quiera. Y si no es usted, lo hará su hijo o su nieto. Las ciudades hoy tienen mala fama, recuerda Ben Wilson en su ensayo 'Metrópolis' (Debate). "Son grandes, impersonales y alienantes", escribe. "Son vulnerables a las hambrunas, la enfermedad y la guerra. Necesitan de una fuerza violenta y formidable para construir murallas y templos, para cavar y mantener sistemas de riesgo".

La buena noticia es que, a pesar de esa mala fama que arrastran, especialmente desde esa pandemia en la que nos quedamos a solas con nuestro gotelé, las ciudades son uno de los grandes inventos de la humanidad. Es la tesis que mantiene el joven historiador Ben Wilson (¡nacido en 1980!) en este completo ensayo, un extenuante repaso urbe a urbe por la evolución humana a pie de calle. Como en aquel 'gag' de los Monty Python, al fin y al cabo, ¿qué nos han dado las ciudades? Pues la democracia, el comercio, la ciencia, el arte y la tecnología. Son inhumanas, pero nos han hecho humanos.

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Desde Uruk, la ciudad mesopotámica donde nació el 'Libro de Gilgamesh', hasta Lagos (Nigeria) como encarnación de las pesadillas que pueden emerger de las utopías, Wilson detalla con la paciencia de un entomólogo las complejas relaciones que se ponen en marcha cuando miles de personas respiran el mismo aire. El resultado, un evocador retrato de las vidas de nuestros antepasados y del futuro que asoma tras la esquina.

¿Tiene ganas de volverse al pueblo? El autor le replica: el problema no es que nos hayamos convertido en una especie urbana demasiado deprisa; es que "aún no nos hemos urbanizado lo suficiente". Piénselo bien. El éxito de las ciudades se debe a "su oferta de placeres, emociones, glamur e intrigas, y proporcionan poder, dinero y seguridad". ¿Estaría dispuesto a renunciar a todo ello?

Es posible que esté leyendo esto atrincherado en su casa de Ainielle, en ningún lugar del Pirineo, pero no se preocupe. Tarde o temprano, usted vivirá en una megaciudad, aunque no lo quiera. Y si no es usted, lo hará su hijo o su nieto. Las ciudades hoy tienen mala fama, recuerda Ben Wilson en su ensayo 'Metrópolis' (Debate). "Son grandes, impersonales y alienantes", escribe. "Son vulnerables a las hambrunas, la enfermedad y la guerra. Necesitan de una fuerza violenta y formidable para construir murallas y templos, para cavar y mantener sistemas de riesgo".

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