Un título para cada día de la Feria del Libro: hoy, 'Las mejores condiciones' de Manuel Pacheco
En 2020 no hubo y en 2021 se pasó a otra fecha. En 2022, la Feria del Libro recupera su esencia primaveral, y para disfrutar de esta edición El Confidencial te recomienda un libro cada día
![Foto: Feria del Libro de Madrid. (EFE/David Fernández)](https://images.ecestaticos.com/3MPQVBB0dNqs2SlPIN76o1SaSlk=/0x0:2272x1515/1200x900/filters:fill(white):format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F14c%2Fc0a%2F670%2F14cc0a670b647288e52cc86b0b93b4d9.jpg)
Hace unos meses, se publicaba en este periódico una conversación con estudiantes de música. Uno de ellos se quejaba: "Sinceramente, vas a conseguir más conciertos en bautizos que en auditorios". Suele llamarse 'BBC' a esa terna alimenticia (Bodas, Bautizos y Comuniones), que ha hecho más por el sustento de los músicos jóvenes que cualquier beca, institución o gobierno. Donde el repertorio se repite hasta la náusea, el público levanta la voz y se cobra en sobre. Allí es donde se alcanza la quimera que llena la boca de los divulgadores. Eso de "acercar la música clásica a la gente". En un bautizo, en la plaza de un pueblo, en un teatro municipal a medio llenar. En esos lugares, y en esas condiciones, es donde música y vida se abrazan al fin. Más bien, donde se embarran y forcejean un rato, lo que dura el Canon en Pachelbel.
'Las mejores condiciones' (Caballo de Troya, 2022) es el título que Manuel Pacheco imprime irónicamente a una especie de memorias en las que música y vida se abrazan de todas las formas posibles. Este pianista y arreglista trabaja desde hace años acompañando a coros y cantantes en Madrid. Y lo que plasma en su libro está a medio camino entre la crónica o el diario íntimo, que alterna escenas de su infancia en la escolanía del monasterio de El Escorial. Un texto sobrio en el que saca, con ternura y un poco de sorna, las tripas a su trabajo: arrastrar un teclado eléctrico bajo la lluvia, tocar de memoria porque no hay luz para ver las partituras o sujetarlas con una mano para que no se las lleve el viento.
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Los recuerdos de Pacheco se hilan con sus reflexiones sobre la cultura, la música y su sitio en la vida de la gente. Y lo escribe desde la mejor atalaya para hacerlo: ese lugar donde música y vida se abrazan, se embarran, forcejean, o como cada uno quiera llamarlo. Sin palabras vacías, en un estilo ágil, el de Manuel Pacheco es el título para el que acuda a la Feria del Libro a completar su biblioteca musical.
Otras obras de Manuel Pacheco
- 'Los ritmos del lenguaje. Introducción a la obra de Henri Meschonnic'
Hace unos meses, se publicaba en este periódico una conversación con estudiantes de música. Uno de ellos se quejaba: "Sinceramente, vas a conseguir más conciertos en bautizos que en auditorios". Suele llamarse 'BBC' a esa terna alimenticia (Bodas, Bautizos y Comuniones), que ha hecho más por el sustento de los músicos jóvenes que cualquier beca, institución o gobierno. Donde el repertorio se repite hasta la náusea, el público levanta la voz y se cobra en sobre. Allí es donde se alcanza la quimera que llena la boca de los divulgadores. Eso de "acercar la música clásica a la gente". En un bautizo, en la plaza de un pueblo, en un teatro municipal a medio llenar. En esos lugares, y en esas condiciones, es donde música y vida se abrazan al fin. Más bien, donde se embarran y forcejean un rato, lo que dura el Canon en Pachelbel.