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No tengas empatía: los consejos para una vida buena de un joven filósofo español
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No tengas empatía: los consejos para una vida buena de un joven filósofo español

A continuación ofrecemos un adelanto editorial de 'Hazte quien eres. Un código de costumbres', de Jorge Freire, que publica el sello Deusto

Foto: Detalle de portada de 'Hazte quien eres'. (Deusto)
Detalle de portada de 'Hazte quien eres'. (Deusto)

'Empatía' y 'compasión' tienen la misma raíz etimológica, pero son cosas opuestas. La compasión se alberga, mientras que la empatía se muestra. Antes, el adinerado mandaba a paseo al mendigo que le interrumpía la comida, como hace el trasunto de Caifás en la parábola del rico epulón. Hoy se hace un selfi con él, componiendo un ademán compasivo, y luego lo sube a redes.

La empatía es a la moral lo que el flogisto a la ciencia química: una supuesta substancia que sirve para colar peticiones de principio por doquier. "Hannibal Lecter es un psicópata porque no tiene empatía". ¿Qué es empatía? "Lo que te hace no ser un psicópata".

Foto: Escultura de Diógenes en Versalles (Fuente: Wikimedia)

Es, también, el salvoconducto moral de las malas personas. Es sabido que Rudolf Hoss, el comandante de Auschwitz, derramó unas lagrimitas en una ópera que llevaban a cabo prisioneros. ¿Lo hacía eso mejor persona? Antes bien, esa experiencia catártica le servía de válvula de escape, aliviando la presión que sus acciones ejercían sobre su conciencia. Como dejó dicho Saul Bellow, unas lagrimitas jamás han salvado a un niño de ser arrojado al horno.

Domínate

De lo contrario, flotarás sin rumbo en aguas oscuras, a falta de raíces que hincar a la tierra. Es el sino del súbdito sin tirano, que exige a los políticos serenidad y mesura, pero es incapaz de controlar la mano ante un plato de torreznos. Según Confucio, quien gobierna su virtud es comparable a la estrella polar, que permanece en su sitio mientras los demás astros giran a su alrededor. ¿Hay aspiración más alta? Por paradójico que parezca, solo es libre quien ha aprendido a dominarse. Hoy, qué le vamos a hacer, sobreabunda la acrasia, que no es sino intemperancia y blandura de carácter. Esta nada tiene que ver con la acracia. Los acráticos niegan cualquier tipo de autoridad, mientras que los acrásicos son sencillamente incontinentes, como el niño que se hace pis encima y luego llora.

No caigas en el cinismo

El cinismo es entumecedor. Por eso el cínico es la versión atrofiada del ingenuo. Fácil es reconocerlo: va con el ceño fruncido y la barba sobre el hombro. Pero su rasgo distintivo está en la boca: incapaz de una sonrisa franca, ofrece la mueca burlona de la claudicación; ante una realidad inadmisible, se limita a hacer mofa y befa. El cínico es un chiste de sí mismo.

El cínico, que va por la vida cautelándose de todos, recela hasta de su puta madre

Como se sabe en la lidia, una cosa es burlar al toro y otra, burlarse de él. Pero el cínico es alguien que ha perdido la cara a la vida. Como esta no acude al engaño y la cogida parece segura, prefiere retrancarse en la retaguardia, como el resto de desengañados, y señalar a los que mantienen la fe. Ve el mundo con los ojos cerrados, como el ciego Cornelio, y lo asemeja a un patio de monipodio en que todos quieren robarle la billetera. Porque el cínico, que va por la vida cautelándose de todos, recela hasta de su puta madre.

No des explicaciones

O dáselas, como mucho, al comisario de policía. Siempre habrá quien se moleste por lo que digas. Recuerda el aforismo de Lichtenberg: imposible es llevar la antorcha de la verdad sin chamuscar algunas barbas. Uno ha de ser 'sui juris', juez de sí mismo, pero no fiscal ni abogado. No te defiendas. Sería como arrojar margaritas a los chanchos. Juega con la tiranía del qué dirán sin uncirte a su yugo. Si dicen de ti que eres masón, espía y del Atleti, no te esfuerces en desmentirlo. Cría fama y échate a dormir.

placeholder 'Hazte quien eres'. (Deusto)
'Hazte quien eres'. (Deusto)

Hay cosas que no precisan de una gran elucidación: un chiste, un poema, una amistad. ¿Por qué, entonces, algunos amigos te leen la cartilla? Abundan, qué duda cabe, los amigos gazapones. Y quien gazapea no embiste por derecho, sino que prefiere medir y andarse con probaturas, como hacen los toros chungos. ¿No decía Gómez Dávila que la amistad requiere de torpezas compartidas? Tal cosa se debe a que es, ante todo, cuestión de carácter. Y no es el carácter, sino el intelecto, quien exige explicaciones.

Haz las cosas con gracia

"Mis libros son más listos que yo", ha dejado dicho Magris, y no cabe duda, a juzgar por las tonterías que habitualmente esgrime, de que dice la verdad. Haz las cosas bien, pero, eso sí, sé mejor que tu obra. La perfección solo existe en el orbe platónico. Puede que el rapsoda la sienta en la punta de la lengua, pero nunca llega a tiempo de fijarla negro sobre blanco; si el pintor la vislumbra, es ante el lienzo blanco, nunca después.

Haz las cosas con gracia. Esta, según La Rochefoucauld, es al cuerpo lo que el buen sentido al espíritu. Sé una persona educada, pero no ceremoniosa. ¿Doblas la espina y entonas el 's'il-vous-plaît' al abrir la puerta al vecino? ¿Acudirías al botellón con los ternos, el fajín y los entorchados? La mayor elegancia es la que no se ve. Elegante, en origen, es quien elige bien ('eligere'). El hortera prefiere la pompa y la ostentación; el elegante, la corrección y la sencillez. No confundas lo sencillo con lo simplón. El buen árbitro dirige el juego sin interrumpirlo.

*Jorge Freire (Madrid, 1985) es filósofo y ensayista. Después del reconocimiento que logró su primer libro, 'Agitación', publica ahora 'Hazte quien eres. Un código de costumbres' (Deusto, 2022).

'Empatía' y 'compasión' tienen la misma raíz etimológica, pero son cosas opuestas. La compasión se alberga, mientras que la empatía se muestra. Antes, el adinerado mandaba a paseo al mendigo que le interrumpía la comida, como hace el trasunto de Caifás en la parábola del rico epulón. Hoy se hace un selfi con él, componiendo un ademán compasivo, y luego lo sube a redes.

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