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Alexis Ravelo: “Hay grupos políticos que nos están llevando a la violencia, de entrada, verbal”
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Alexis Ravelo: “Hay grupos políticos que nos están llevando a la violencia, de entrada, verbal”

El escritor canario aborda en 'Los nombres prestados' las heridas de una sociedad que ha vivido el terrorismo. Confiesa que le preocupa que ahora haya quien quiera volver a enfrentar a la sociedad

Foto: El escritor canario Alexis Ravelo
El escritor canario Alexis Ravelo

Si hay una persona que disecciona el archipiélago canario hasta llegar al tuétano de su podredumbre moral, ética y política, ese es Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971). Sus novelas concitan violencia, corruptelas, comisionistas piratas y cutreces varias del ejercicio político. Lean 'La ceguera del cangrejo' o 'Un tío con una bolsa en la cabeza', por ejemplo. Luego están los golfillos de la serie del entrañable Eladio Monroy. El que roba para comer y no para nadar en champán.

Ahora le ha tocado el turno a un tema que ha transitado menos: el terrorismo y el terrorismo de Estado durante los años ochenta. En 'Los nombres prestados' (Siruela) - premio de novela Café Gijón 2021- aparecen terroristas que pudieron militar en bandas como los GRAPO, la RAF, Sendero Luminoso o incluso ETA. Y, luego, los que pudieron estar en los GAL. Pero, esta vez, aunque no deja de haber violencia, Ravelo pone el acento en las heridas que causó todo aquello, en las vidas devastadas en los dos bandos. "Me estoy haciendo viejo", dice riendo. El inicio de la novela ya ennoblece: todo comienza con un perrazo, negro, grande y bueno.

placeholder 'Los nombres prestados', de Alexis Ravelo
'Los nombres prestados', de Alexis Ravelo

PREGUNTA: Pues eso, la portada y ya en la primera página el protagonismo es para un perrazo.

RESPUESTA: Hace siete años habíamos ido a una feria canina y conocimos a unos chicos que empleaban perros labradores para terapias con chicos y chicas que tenían problemas con temas de habilidades sociales. Y la novela arranca así, con un encuentro entre un perro y un chico con esta discapacidad que, sin embargo, son capaces de hacerse amigos porque carecen de prejuicios y trabajan desde el cariño. Le di vueltas durante años a la idea. Era un espacio de nobleza y bondad en un mundo que suele ser muy oscuro y lleno de maldades y que me daba pie para hablar de las heridas que deja la violencia política.

P: El filósofo Peter Singer dice que los animales tienen conciencia. Yo sé que tienes también una perra… ¿Estás de acuerdo con Singer?

R: No lo sé. Para tener conciencia hace falta tener memoria y no sé hasta qué punto eso funciona… No es mi campo. Pero los animales han aprendido a convivir con nosotros. Los gatos maúllan porque viven con nosotros. No sé si conciencia, pero sí son capaces de estar muy cerca de nuestras emociones. Por eso hablamos de ellos como si fueran seres humanos, porque en el fondo nos entienden y nos acompañan.

P: Todo esto va porque en la novela es el perro el que introduce la nobleza en ese mundo de violencia, oscuridad y maldad. Y esta parte tan bondadosa no es habitual en tus novelas, por cierto.

R: En nuestro mundo también hay cosas nobles y no hay nada más noble que un perro o un gato. Son la nobleza genuina. Sus intereses son muy humildes. Y son capaces de acompañarnos y transmitirnos un cariño que muchas veces los humanos nos negamos entre nosotros mismos por nuestros prejuicios, nuestra educación, nuestros propios miedos. Me parecía muy interesante la mirada del perro. No soy el primero, claro. Piensa en el final de ‘Niebla’. Siempre nos proporcionan a los autores una mirada distinta sobre los hechos que contamos. El último capítulo, por ejemplo, me permitía contar cosas que el narrador no podía contar.

"No hay nada más noble que un perro o un gato. Y son capaces de transmitirnos un cariño que muchas veces los humanos nos negamos entre nosotros"

P: Te lo decía también porque en este caso tenemos un policía franquista y una terrorista de los que el lector es capaz de ver su lado noble… Es decir, no son dos malos sin aristas.

R: Mientras iba escribiendo la novela veía en las redes sociales que cada vez tendemos a ser más crueles, a cosificar más, a etiquetar más. Y porque yo no esté de acuerdo con tu conducta no quiere decir que tú no seas un ser humano. Es más, por el hecho de que tu conducta sea deleznable tú no dejas de ser un ser humano. Quizá sea porque me estoy haciendo viejo pero, sin justificar los actos de maldad que en ocasiones son absolutamente injustificables, sí que me interesa entenderlos y me interesa entender a los seres humanos que hay detrás de esos actos. Yo soy de los que piensa que los monstruos no existen sino que son seres humanos que hacen cosas terribles. Y me interesa eso porque yo o tú podríamos llegar a ser monstruos si nos dejan. ¿Cómo llegar a ser una persona mejor? Igual tienes que empezar por sufrir y pagar lo que has hecho. Esto es muy judeocristiano, pero es así… porque estás intentando satisfacer a un juez que eres tú mismo.

placeholder Alexis Ravelo (EFE)
Alexis Ravelo (EFE)

P: La novela está ambientada a mediados de los ochenta en plena guerra del Estado contra un grupo terrorista como podía ser el GRAPO. Leyéndola me daba la sensación de que esto de entrar en la lucha armada para defender unas ideas parecía un mundo antiguo, al menos en Europa. GRAPO, ETA, RAF…parece algo viejo, de otra época.

R: Claro, y además si lo miras históricamente en Europa, toda esta tendencia viene de las guerras de descolonización. Por eso el núcleo estaba en Francia. Y claro que se nos queda viejo, igual que la Guerra Fría. Y dices tú, esta idea de usar las armas para imponer tu visión del mundo se ha quedado vieja hasta que piensas en la yihad y en el ISIS. Pero es verdad que esos grupúsculos marxistas-leninistas se nos han quedado viejos. Por eso la novela está ambientada en los ochenta, ya que esos grupos están a la orden del día y al mismo tiempo la represión del Estado también es muy evidente en esos momentos. Mientras repasaba la novela para entregarla leí un libro de Patrick Radick Keefe, ‘No digas nada’ sobre cómo cerrar las heridas en un sitio que tiene una cuenta pendiente con la violencia política desde un lado y desde el otro. Porque ahí también se retrata el terrorismo de Estado que hubo en la época de Thatcher. ¿Al final qué queda? Familias destrozadas, gente devastadas, gente cuya biografía es un horror… Me interesaba ver cómo un país que ha vivido eso puede acabar cerrando sus heridas. Al final todo consiste en ponerse en el lugar del otro y empezar a ver en el otro un ser humano, lo cual es muy difícil si eres una víctima.

"Las heridas [del terrorismo] las tenemos muy abiertas. Me preocupa mucho la utilización partidista que se hace de esto"

P: ¿Cómo lo ves tú en España a abril de 2022?

R: Las heridas las tenemos muy abiertas. Me preocupa mucho la utilización partidista que se hace de esto, cómo se utiliza el dolor de las víctimas para justificar lo injustificable. Estamos en un momento en el que la política se polariza, tenemos grupos de extrema derecha peligrosísimos y tenemos grupos que en su pasado tienen la lucha armada, pero les pedimos que abandonaran las armas y las abandonaron. Vinieron desde la violencia a la política.

P: No sin un coste y muchos años y esfuerzo.

R: Costó muchísimo, pero lo logramos. Y al mismo tiempo están surgiendo otros grupos que han entrado en la política y nos llevan en el sentido contrario. Poquito a poco nos están llevando hacia la violencia, de entrada, verbal. Tienden a la cosificación. Cuando el sujeto ya no es el pueblo sino la nación, tenemos un problema muy gordo. Así que vivimos en un momento en el que sería posible cerrar heridas y está resultando muy difícil por la utilización partidista de todos esos hechos. Yo entiendo que es muy difícil para una víctima ver un ser humano en tu verdugo, pero como sociedad deberíamos empezar a recorrer ese camino. Igual que entender que los terroristas de Estado también fueron llevados hacia esa violencia. Yo escribo novelas para plantearme preguntas y lo que inspiró esta novela fue eso, cómo podemos tener una vida digna como sociedad y reconciliarnos. Y se trata de proteger esos valores que representan ese perro y ese niño. Encontrar algo que todos estemos de acuerdo que debemos proteger.

"Es muy difícil para una víctima ver un ser humano en tu verdugo, pero como sociedad deberíamos empezar a recorrer ese camino"

P: Otra cosa que da cuenta la novela es lo chapucero que puede ser el terrorismo y el contraterrorismo. Y partes de hechos que fueron reales como el secuestro de Segundo Marey por los GAL o cómo se prepararon algunos atentados. Desde luego, en la novela los terroristas son unos cutres. Normal que se hayan hecho ya hasta películas de humor…

R: Muy cutre. Y lo terrible es eso, que de una manera muy cutre se podía llegar a segar vidas a lo bestia. Además es que estaban metidos en una dinámica muy cutre. El grupo en el que yo me inspiro para este libro mezcla lo que pasó con la RAF en Alemania, el GRAPO…que fueron yendo hacia la radicalidad de una manera tan bestia que al final ya no sabían ni dónde estaban. Es una huida hacia delante. Además, creo que eso está en el ADN de la izquierda, que nos convertimos en el Frente Popular de Judea , y te vas quedando solo y metido en un mundo mental que funciona como una secta, que ya no tienes ningún apoyo social ni justificación ética y, sin embargo, sigues hacia delante.

P: Es ridículo.

R: Eso se ve muy bien en novelas como ‘Nada’, de Jean Pierre Manchette, que va sobre un grupusculo radical de izquierdas anarquista que pretende secuestrar al embajador de EEUU y al final lo que hacen es justificar que el terrorismo de Estado haga una limpia completa de todos los grupos de izquierdas y ellos mismos se dan cuenta de que es ridículo lo que han hecho. Al final este tipo de cosas dan más para una comedia negra.

P: A ver si lo que acabó con estos terroristas fue su propia ridiculez.

R: Si es que se veía. Los últimos juicios que le hicieron a miembros de Sendero Luminoso muestran que todo era tremendamente absurdo. Aquellos señores de 60 años gritando en el juicio… Pero bueno, señor, usted está completamente desconectado del mundo y se ha olvidado de por qué se metió en esta lucha.

placeholder Alexis Ravelo (2013)
Alexis Ravelo (2013)

P: Por cierto, esta novela no transcurre en Canarias, porque así lo dicen sus personajes, pero a mí me parece que sí.

R: Lo del territorio en esta novela es curioso porque yo utilizo San Expósito como un territorio que he usado para otras novelas como ‘Un tío con una bolsa en la cabeza’, pero me di cuenta de que en esta novela me interesaba que estuviera pegado al continente. Pero en la anterior, sin embargo, San Expósito estaba en Canarias.

P: Por eso. Y además hay plataneras y hablan como los canarios.

R: Y laurisilva. Pero aquí San Expósito no está en Canarias porque no me ha dado la gana [risas] ¿Qué hacía Juan Carlos Onetti con Santa María? Pues la ponía donde le daba la gana en cada novela. Pero si en la anterior estaba en Canarias y aquí pegado al continente igual es que San Expósito es la balsa de piedra.

P: No está en Canarias, pero podría, como tus otras novelas, que rascan bien en la podredumbre moral, ética, política que puede haber en las islas. ¿Qué tiene Canarias para este tipo de cosas?

R: Como cualquier otro territorio tiene para contar. En esta novela no sale ningún canario, pero está escrita con la voz de un canario porque yo no escribo con un castellano estándar. Por eso el perro no lame sino que “lambucea”. Me gusta defender esa pequeña porción de voz narrativa que sea igual en todos los libros y por lo demás intento mudar de estilo y de razones. Por otro lado, Canarias nosotros no tuvimos mucha relación con el terrorismo de aquellos años de la novela. Siempre nos sentimos muy seguros aquí, pese a que tuvimos un grupo, el MPAIAC, que también fue tan cutre…

"Una doctrina política que se base en el sentimiento de nación antes que en el de protección del ser humano no tiene sentido en política"

P: Pues si hay gente joven que ya apenas sabe lo que fue ETA, imagina el MPAIAC…

R: Sí, fue anecdótico, pero pudo llegar a ser muy importante. Comienzan en 1975 y hasta 1980 estuvieron ahí. Indirectamente sí causó problemas. Acuérdate del accidente de Los Rodeos que comienza porque ellos ponen una bomba en la floristería de Gando y hay que desviar todos los vuelos a Los Rodeos. Y hay una sobrecarga de vuelos y ahí es donde ocurre el accidente. El momento en el que surge el MPAIAC una parte de Canarias no se sentía parte de España y ya sabemos cómo son los nacionalismos… También el nacionalismo español hace mucho daño para estas cosas. Si la política es la expresión de la moralidad y la moralidad debería ser defender al ser humano por encima de todo, una doctrina política que se base en el sentimiento de nación antes que en el de protección del ser humano no tiene sentido en política, y esto me sirve para los catalanes, pero también para los españoles. Soy de los que piensa que detrás de todo patriota hay un infame.

Si hay una persona que disecciona el archipiélago canario hasta llegar al tuétano de su podredumbre moral, ética y política, ese es Alexis Ravelo (Las Palmas de Gran Canaria, 1971). Sus novelas concitan violencia, corruptelas, comisionistas piratas y cutreces varias del ejercicio político. Lean 'La ceguera del cangrejo' o 'Un tío con una bolsa en la cabeza', por ejemplo. Luego están los golfillos de la serie del entrañable Eladio Monroy. El que roba para comer y no para nadar en champán.