España mantiene abierto el Cervantes de Moscú sin actividades culturales

La invasión de Ucrania también ha afectado a la sede del Instituto Cervantes en Moscú, que justo este año cumple su veinte aniversario. El centro sigue abierto, pero como recalcan fuentes del Instituto a El Confidencial, el programa cultural en el que se combinan actividades tanto en línea como presenciales “se ha suspendido debido a problemas logísticos” que van desde “la imposibilidad de vuelos, dificultades bancarias por las sanciones, desconexión de redes sociales…”. De hecho, en su web no aparecen las actividades para los próximos meses y solo hay un breve texto que indica que “en este momento no están publicadas nuestras actividades culturales de las próximas semanas; por favor, contacte con nosotros a través de nuestra dirección de correo electrónico o por teléfono para recibir mayor información al respecto de la próxima programación cultural”. Lo que sí continúa es la programación online que es común a todos los centros de la red y que está centralizada en Madrid, así como los ciclos de cine a través de Vimeo.

Desde el Instituto insisten en que estas son, ahora mismo, las directrices marcadas por la Embajada de España en Moscú y a su vez del Ministerio de Exteriores del que depende toda este red de enseñanza del español en el mundo. Sí hay esfuerzos por que se mantengan los cursos de español y de formación de profesores, tanto presenciales como en línea, y el servicio de biblioteca tampoco se ha cerrado. Fuentes del Cervantes confirman que también se llevarán a cabo los exámenes para la obtención del diploma de español (DELE).

1,9 millones de presupuesto

La sede moscovita, que fue inaugurada en 2002 por el entonces Príncipe de Asturias, el actual rey Felipe VI, con ocasión de los 25 años de las relaciones diplomáticas entre España y Rusia, tiene un presupuesto en 2022 que asciende a 1,9 millones de euros. Buena parte de ellos, dicen desde el Cervantes, procede de la autofinanciación a través de cursos, certificaciones, diplomas, enseñanza en línea… “En circunstancias normales, el Instituto Cervantes de Moscú ha sido siempre uno de los centros más dinámicos y con más elevado nivel de autofinanciación de la red. Por ejemplo, en 2014 alcanzó un coeficiente de autofinanciación muy cercano al 100%, es decir, los ingresos cubrían casi en su totalidad los gastos”, señalan desde el centro.

En los últimos tiempos, no obstante, a la invasión se ha unido la pandemia, que alcanzó picos muy altos el pasado mes de diciembre. “La pandemia, que ha dificultado mucho la gestión, y la crisis que ha conllevado, ha producido un descenso de la actividad. Confiamos en que en cuanto se normalice esta situación se pueda recuperar mucho de lo que en este tiempo se ha perdido”, afirman.

"Notamos que la gente está a la espera, que le cuesta mucho imaginarse un escenario personal en un plazo de dos o tres meses"

Todo ello ha repercutido en las matriculaciones. De momento, dicen, se mantiene un número adecuado para los exámenes de abril y mayo del DELE, pero “en cuanto al resto, notamos que la gente está a la espera, que le cuesta mucho imaginarse un escenario personal en un plazo de dos o tres meses. Es una época de incertidumbre donde el factor económico va a jugar un papel destacado”.

Incertidumbre

Tampoco se sabe qué ocurrirá el próximo curso con las actividades. Ni las culturales ni los cursos de formación. “Todos confiamos en que se encuentre una salida cercana al conflicto que normalice la situación”, manifiestan. Pero también resaltan que “el diálogo con la sociedad civil es fundamental para seguir manteniendo los puentes sin penalizar a sectores culturales y académicos que abogan por la convivencia dentro de marcos éticos y de respeto a las libertades, por difícil que esto sea en algunos momentos”.

"El diálogo con la sociedad civil es fundamental para seguir manteniendo los puentes sin penalizar a sectores culturales y académicos"

Este periódico ha intentado recabar más información con respecto a este tema tanto a la Embajada española en Moscú como al Ministerio de Exteriores. Ambos se han remitido a los datos aportados por la sede central del Instituto Cervantes.