La inolvidable sorpresa de Fito a un músico callejero: se puso a cantar con él en la calle

Paseando por las calles de cualquier ciudad, grande o pequeña, se puede encontrar a multitud de músicos callejeros que tratan de ganarse la vida haciendo aquello que mejor saben hacer: tocar y cantar. Unos tienen mejor voz y otros más estilo, pero a todos les une su pasión por la música y la necesidad de ganar algo de dinero recurriendo a su hobby.

Esos músicos callejeros pueden dividirse entre aquellos que tocan y cantan sus propias melodías y los que deciden interpretar éxitos de cantantes conocidos, aunque aportando su estilo y su pequeño grano de arena. Y, sin duda, uno de los más imitados entre los artistas callejeros es Fito Cabrales, el líder y alma de Fito & Fitipaldis.

El artista bilbaíno paseaba este puente por las calles de Madrid cuando se encontró por sorpresa con un músico callejero que estaba cantando una de sus canciones. El roquero no se lo pensó dos veces y decidió unirse a él, dándole una increíble sorpresa para cantar a dúo 'Soldadito marinero', uno de sus temas más conocidos.

Un vídeo viral

Las personas que paseaban por la Gran Vía madrileña no se podían creer que fuera el propio Fito Cabrales quien estaba cantando en la calle. Por eso no tardaron en hacerle un corrillo y disfrutar de ese improvisado concierto, mientras el músico callejero trataba de asimilar que, de repente, tuviera a una estrella a su lado y a decenas de personas escuchando.

Fito se despidió del músico poniendo su rodilla en tierra a modo de agradecimiento

El vídeo, en el que Fito se despide del guitarrista al terminar poniendo una rodilla en el suelo a modo de agradecimiento, no tardó en viralizarse. Ya acumula miles de reproducciones en las redes sociales, mientras los fans del músico valoran su humanidad al ponerse a cantar junto a un desconocido en la calle.

Entre las reacciones destaca quien dice que "solo un grande como él se para con un músico callejero en Madrid para hacer esta maravilla", o quien califica lo sucedido como un "impresionante gesto de un gigante y respetado por todos y lo más difícil, también por los músicos... Y coge el maestro y se arrodilla agradecido hacia el chico. Eso habla de su alma de excelente persona".