Meigas, muñeiras y electrónica...la folktrónica de Baiuca

La cultura tradicional gallega ha varado, en términos generales, a las orillas del costumbrismo castellano. Al otro lado de sus fronteras, cruzado el macizo galaico y con el inicio de la estepa castiza, pareciera que Galicia se limita a un estereotipo anticuado alejado de toda realidad actual. Un lugar al que acudir para desconectar de la rutina de la gran ciudad: disfrutar de la gastronomía y el paisaje onírico. Ese es el objetivo del turista medio, pero la construcción de la cultura gallega va mucho más allá. Leyendas, meigas, Santa Compaña o la figura del diaño. Un sinfín de tradiciones relacionadas con el misticismo compartidas de generación en generación por el boca a boca.

Alejandro Guillén - Baiuca-, originario de Catoira y músico de profesión, recoge toda esa tradición y la comparte con el mundo fusionándola con la electrónica y la percusión. Una renovación de lo ‘enxebre’, una búsqueda por las raíces olvidadas. ''Faltaba en las últimas décadas dar un salto a otros lugares de la península donde no se conocía tanto la tradición gallega. Hubo tiempos maravillosos en que el gallego conectó con el público, pero yo soy de otra generación y conecto con otro perfil de personas. No había ese conocimiento de la música gallega como sí de la andaluza’’, explica Baiuca a El Confidencial.

La nueva tradición

El músico pontevedrés relaciona su vida con la melodía desde su infancia. ‘’Siempre tuve interés en la música y empecé a tocar instrumentos de viento. El primero fue la gaita, que me acompañó durante toda mi adolescencia y me conectaba con la tradición de mi tierra’’. ‘Alex Casanova’, que así se llamaba en su proyecto anterior a Baiuca, tenía un estilo menos experimental, más cercano al indie-pop actual y cantaba sus propias composiciones: ''Nunca fui cantante y llegó un momento en que decidí que mi reto era ese. Como artista, uno siempre tiene que buscar nuevas metas. Es lo que te motiva a querer lograr algo. Fue un momento de madurar como profesional hasta llegar a lo que es Baiuca’’, explica a este medio.

El compositor empezó a dar de qué hablar con el lanzamiento del disco 'Solpor' (Raso Studio, 2018). La canción ‘Morriña’ se popularizó de forma masiva entre la juventud española: la electrónica fusionada con el folklore gallego ponía al público en pie. El single, su tema con más reproducciones en Spotify, habla de la nostalgia del hogar. ‘'Só quero saber, cando te vou ver/ Terriña que anhelo, choro por volver’’, (solo quiero saber, cuando te voy a ver / tierra que anhelo, lloro por volver).

El tecno clandestino de las seis de la mañana, de sala oscura y foco rojo en el sótano de una calle empedrada de algún barrio de la ciudad. La pandereta en una fiesta regional de un pueblo costero de las Rías Baixas a golpe de gaita y muñeira. Dos mundos, un punto común. Baiuca bebe de su tierra y la traslada al jolgorio fiestero de los nacidos en los 90.

Baiuca bebe de su tierra y la traslada al jolgorio fiestero de los nacidos en los 90

Habelas hailas

La espiritualidad gallega impregna los recovecos de la música del artista. ‘Embruxo’, su último disco publicado en mayo de 2021, abarca todo este misticismo acompañado nuevas formas de expresión. El gallego introduce con más fuerza la percusión de Xosé Luis Romero y aumenta las voces femeninas con Aliboira. El título del disco es una pista hacia el viaje histórico espiritual por las vertientes de la cultura del norte. ‘’El nombre viene precisamente de esa mitología. Me gustaba que fuera solo una palabra; ‘Embruxo’ no aparece en el diccionario gallego siquiera y salirme de lo común es lo que más me gusta.’’

‘Lavandeira’, en la que colaboran los artistas mencionados, hace un recorrido por el canto de una sirena y recorre los conjuros de las meigas de la noche de San Xoán. Las meigas, mujeres con capacidades mágicas sobrenaturales que - según cuenta la leyenda- utilizaban sus recursos místicos para hacer el mal. Brujas, akelarre y hogueras: el discurso de la mujer inteligente condenada a muerte justificado a lo largo de la historia por su componente diabólico.

Por su parte, la canción ‘Diaño’ hace referencia a la peculiar figura mitológica compartida por algunas regiones del norte de la península - Diañu en Asturias y León -; un duende burlón capacitado para transformarse en la figura que desee. Elementos de la Santa Compaña - peregrinación de almas en pena- se fusionan a su vez a lo largo de la pieza.

La ‘folktrónica’ de Baiuca traslada la barrera lingüística. El empoderamiento de la lengua gallega a través de las letras del artista se propaga por el público internacional: Guillén ha actuado en Marruecos, Italia y México, entre otros. El futurismo vanguardista y el neotradicionalismo gallego han calado en el interés musical de los jóvenes. ‘’Todavía no hay nada confirmado, pero en principio, pronto tocaré en Colombia, Ecuador y Guatemala’’. ¿La clave? Confiar en la calidad de su trabajo al margen de los estándares marcados por la industria.

‘’Siempre he querido mostrar mi idea a todo el mundo, de lo contrario, no habría empezado con Baiuca. Me fijo en cosas que no me gustan porque creo que se pueden hacer diferentes. Quiero construir mi propio camino, saber donde enfocar mi carrera. Nos buscamos la vida para salir en medios internacionales y tocar fuera sin ayudas. Es lo que hicimos desde el primer momento y no es tan habitual. Cuando las instituciones te apoyan es más sencillo, pero de lo contrario, no te vas a quedar de brazos cruzados''.

Arte visual

La misma simbología de la música y las voces de ‘Embruxo’ pueden encontrarse en los elementos visuales. La fuerza de la imagen de la portadas, el videoarte y los videoclips proceden de la creatividad del también gallego Adrián Canoura. Co director de Raso Studio - sello discrográfico de Baiuca- recurre a los antiguos petroglifos celtas para ilustrar el video de ‘Embruxo’, al igual que en el minimalismo lineal de la portada del disco. El videoclip de ‘Veleno’ - en colaboración con Rodrigo Cuevas y la canción más esperada del disco- juega a su vez con toda esta profecía de rituales, serpientes, gaiteiros y conjuros de queimada.

Antiguo pero moderno

Si bien en los 90 la población más joven relacionaba el progreso y modernismo con los estímulos y vertientes extranjeras, los artistas actuales gustan de beber de sus raíces. Califato ¾ fusiona la tradición andaluza con sonidos del rock, del punk y de la electrónica; Rodrigo Cuevas recupera el bable y pone de manifiesto la esencia de la cultura asturiana. Lo mismo ocurre con otros músicos gallegos como Verto o Tanxugueiras, un grupo de mujeres que recuperan el folklore de pandereta y conectan con un público de todas las edades. ‘’Es una cosa generacional. Exploramos nuestra tierra, lo más cercano que tenemos. Antes la referencia era lo que había fuera, pero hoy buscamos conocer más nuestra cultura y mostrarla al mundo’’, explica el compositor.

Una nueva generación con ganas de compartir su tradición, de renovar el discurso a través de la música

Baiuca -que en castellano significa taberna- es precisamente el inicio de una reunión, un espacio compartido con desconocidos, amigos, amantes de la noite de meigas. Una lección de la diversidad cultural de un país que, en ocasiones, la limita a arcaicos clichés cada día más alejado de la realidad. Una nueva generación con ganas de compartir su tradición, de renovar el discurso a través de la música. Baiuca pone a bailar a Barcelona, Cádiz o Ciudad de México al compás de una muñeira. ''Si a alguien le dices que un espectáculo de flamenco está girando por el mundo, a nadie le sorprende. Esto hay que pensarlo igual, no debemos cerrarnos a que solo ciertos estilos puedan ser globales. Esa es, en parte, mi labor como músico y estoy muy contento de que cada vez se valore más la música del norte.’’

Próximos conciertos

• 14 de agosto: Cerezales del Condado (León)
• 15 de agosto: Mondariz (Pontevedra)
• 19 de agosto: Vilagarcía de Arousa (Pontevedra)
• 27 de agosto: Baiona (Pontevedra)
• 29 de agosto: Oviedo (Link Festival)
• 29 de agosto: Ribeira (Coruña)
• 1 de septiembre: Viveiro (Lugo)
• 3 de septiembre: Vilanova de Gaia (Portugal)
• 9 de octubre: Barcelona (Sala Apolo)
• 12 de noviembre: Santiago de Compostela (Sala Capitol)
• 2 de diciembre: Madrid (La Riviera)