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La última bala de Angus Young: lo nuevo de AC/DC es un discazo que ya nadie esperaba
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La última bala de Angus Young: lo nuevo de AC/DC es un discazo que ya nadie esperaba

La banda australiana saca nuevo disco, 'Power Up', tres años después de la muerte de Malcolm Young

Foto: Angus Young y el resto de AC/DC despiden a Malcolm Young con un nuevo disco. (Foto promocional)
Angus Young y el resto de AC/DC despiden a Malcolm Young con un nuevo disco. (Foto promocional)

"Olvida el coche fúnebre porque nunca muero. Tengo nueve vidas, ojos de gato...", cantaba Brian Johnson en un disco llamado 'Back In Black' (1980), su carta de presentación como vocalista de AC/DC. Unas palabras que podrían resumir también la vuelta más rocambolesca de los australianos, que este viernes lanzan su decimosexto disco, 'Power Up'. Pero no es un trabajo discográfico más, sino más bien la última bala de Angus Young. El fundador de AC/DC ha logrado algo que parecía imposible hace un lustro: reunir a la formación más original posible para hacer un disco como homenaje a su hermano Malcolm Young, fallecido en 2017 y retirado de los escenarios años atrás.

AC/DC siempre han vivido ajenos a los escándalos, polémicas y titulares extramusicales. De ahí la perplejidad de sus seguidores en los últimos años, donde parecía que todo eso había llegado de golpe en la tercera edad de la banda, emborronando sus últimos pasos. Un pequeño resumen. Cuando estaba a punto de salir 'Rock Or Bust' (2014), el anterior disco, la banda anunció que Malcolm Young padecía demencia, por lo que estaría fuera del grupo, probablemente, para siempre. El guitarrista y corazón del sonido AC/DC falleció tres años después, casi a la par que otro de sus hermanos, George Young, productor de la banda en sus inicios. Stevie Young, su sobrino, fue el sustituto y encargado de grabar las rítmicas.

Era solo el principio. Poco después, empezaron los problemas con la Justicia del batería Phil Rudd —no llegó a empezar la gira de presentación de aquel disco—, acusado de intentar contratar un sicario, amenazas de muerte y posesión de marihuana y metanfetaminas. Fue condenado a ocho meses de arresto domiciliario por estos dos últimos cargos, pero absuelto por el primero. De todos modos, no era la primera vez que la montaba. Rudd ya fue expulsado de AC/DC en 1983 por problemas con las drogas y un continuo de broncas. En ambas ocasiones, eso sí, tuvo el mismo sustituto: Chris Slade.

Quedaba (aún) más. A su paso por Estados Unidos, el tour se suspendió por un problema auditivo de Brian Johnson, al que habían advertido de que podía perder la audición si seguía expuesto al ruido a raudales de los conciertos de estadio. Como ya se sabe, la maquinaria de AC/DC tampoco echó el freno y fichó a Axl Rose para completar la gira a las voces, en lo que seguramente sea la jugada más surrealista que ha visto el mundo del rock en mucho tiempo. No salió tan mal como se esperaba, aunque el de los Guns N' Roses se lesionó unos días antes de empezar la gira y actuó sentado durante los primeros conciertos.

¡Que se haga el rock! (o el milagro de Angus Young)

El futuro de AC/DC pintaba negro, y con connotaciones bien distintas a las disco que ahora cumple 40 años. Angus Young, el más joven del grupo, era el único miembro emblemático que quedaba ya y hubo quien especuló con que haría lo mismo que hizo Rose a finales de los 90. Es decir, quedarse de CEO de la banda e ir contratando al resto de integrantes para tocar bajo la marca del grupo. El hecho de que en 2016 apareciera actuando en la reunión de Guns N' Roses en Coachella le daba fuerza al rumor, ya que sus colaboraciones con otros músicos se pueden contar con los dedos de una mano (y sobrarían). Al verano siguiente, Johnson sorprendía apareciendo en el concierto de Muse en el festival de Reading para interpretar 'Back In Black': "I've been too long I'm glad to be back" [Ha pasado mucho tiempo y me alegra estar de vuelta]. Todo una declaración de intenciones en un momento en el que había quien hablaba ya de un disco de AC/DC grabado por Rose.

placeholder Angus Young (i) y su hermano Malcom, componentes de ACDC en 2000. (EFE)
Angus Young (i) y su hermano Malcom, componentes de ACDC en 2000. (EFE)

Ese era el panorama hace un par de años. Fue entonces, en el verano de 2018, cuando se publicaron unas fotos de los integrantes originales de la banda fumando a las puertas de los Warehouse Studios en Vancouver (Canadá), lugar en el que han registrado todos sus discos desde 'Stiff Upper Lip' (2000). El secretismo es marca de identidad de la banda australiana y no se volvió a saber nada de aquello, haciendo temer a muchos lo peor: un experimento fallido.

Pero 2020 también ha tenido alguna que otra buena noticia y, hace poco más de un mes, AC/DC compartían una serie de imágenes en los que se veía a Angus Young acompañado de Johnson, Rudd, Williams y su sobrino Stevie. Ha sido todo tan rápido que el 7 de octubre sacaban el primer single y confirmaban que el nuevo disco vería la luz el 13 de noviembre. Tan rápido que ya está aquí. ¿Qué ha pasado para que todo se arregle?

placeholder Portada de 'Power Up'.
Portada de 'Power Up'.

"Todo el mundo estaba contento de ser parte de este proyecto. Brian Cliff y Phill querían formar parte de él y mi sobrino quería seguir tocando la guitarra. Todo el mundo quería trabajar juntos de nuevo", respondió el propio Young, nunca muy grandilocuente en sus declaraciones, en entrevista con RockFM. Fue clave el encuentro de los miembros originales en el funeral de Malcolm donde, según han contado en varias ocasiones, el guitarrista le preguntó al batería, que llevaba un tiempo en tratamiento psiquiátrico, si quería hacer un nuevo disco. Se puso a trabajar en él al día siguiente. "Dadme cinco minutos con Angus y volveré a AC/DC", había avisado el propio Rudd al poco de ser apartado de la banda.

Así fue como empezó a gestarse Power Up, producido por Brendan O'Brien y mezclado por Mike Fraser, dos habituales en los discos de AC/DC desde hace años. El disco ha sido fruto de un proceso de reciclaje de composiciones de los Young, que pasaron una etapa creativamente pletórica mientras preparaban 'Black Ice' (2008) y dejaron material de reserva, a desarrollar en el futuro. Eso sí, lo que se escucha en el disco son sus riffs, pero no su guitarra, algo que también había sido objeto de la rumorología. "A Malcolm no le hubiese gustado hacerlo así, con una versión artificial de cómo tocaba la guitarra. Quería que fuese natural y lo hice sabiendo cómo le hubiese gustado", explicaba el hermano en la entrevista mencionada.

placeholder AC/DC en 2014. (EFE)
AC/DC en 2014. (EFE)

El disco estaba listo para publicar a comienzos de 2020, acompañado de algunos conciertos de presentación. No muchos, porque Williams ya ha dicho que no está dispuesto a volver a hacer macrogiras a su edad, pero sí suficientes para tener una despedida que haga justicia al nombre de la banda. Con todo lo que había ocurrido antes, que la pandemia atrasara el lanzamiento solo podía ser una inesperada guinda.

Lo mismo de siempre, ¡gracias!

¿Qué se puede esperar de 'Power Up'? Es complicado explicarlo de forma más sencilla que el propio Young: "De nuevo, un buen disco de hard rock de AC/DC. Siempre hacemos lo que sabemos hacer mejor". Por si hay algún despistado entre los lectores, que nadie espere algo de experimentación o innovación en los australianos. A modo de anécdota, cuando en 2000 acudieron a la inauguración de la calle de AC/DC en Leganés (Madrid), hubo quien preguntó en rueda de prensa si estaban pensando en usar samplers o meter algún DJ en el grupo.

En efecto, AC/DC no son Pink Floyd, ni falta que hace. Los australianos son un estándar en sí mismos. Crearon un sonido propio a base de hacer simple lo complejo o, mejor dicho, hacer que parezca simple lo que quizá no lo sea tanto. Como prueba, que prácticamente nadie haya conseguido sonar remotamente parecido sin caer en la burda imitación (y ya va casi medio siglo de historia). También es injusto decir que han hecho dieciséis veces el mismo disco. Los cinco discos que grabó Bon Scott no tienen mucho que ver con el oscuro 'Back In Black', y resulta casi insultante pensar que aquel LP es siquiera comparable a los siguientes de la banda, que en los 80 pasó por un ocaso de composiciones mediocres. Después llegaron los dos últimos discos realmente memorables de los australianos, que dieron un respingo con 'The Razor's Edge' (1990) y 'Ballbreaker' (1995).

placeholder El cantante del grupo australiano ACDC, Brian Johnson, durante su actuación en el Calderón de 2009. (EFE)
El cantante del grupo australiano ACDC, Brian Johnson, durante su actuación en el Calderón de 2009. (EFE)

Con todo, 'Power Up' seguramente sea el mejor disco que han sacado en este siglo. Suena fresco, parece querer ofrecer más aristas del grupo. O quizá también pueda ser que escuchar berrear de nuevo a Johnson como lo hace en 'Realize', corte de apertura del disco, anime a cualquiera en un año tan poco dado a las alegrías como este. 'Through The Mists Of Time' suena a la etapa ochentera, más épica, del grupo; mientras que 'Kick You When You’re Down' es un auténtico cañonazo que pone a botar a cualquiera desde su casa. No es el único tema en el que demuestran que pueden continuar explotando la escala pentatónica sin dejar de marcarse auténticos riffazos: ahí quedan temas como Demon Fire, System Down o Code Red. Eso sí, el inicio de la primera quizá sea excesivamente parecido a 'Whole Lotta Rossie', algo que ya ocurrió con 'Shot In the Dark' y 'Stiff Upper Lip'.

En general, el disco tiene reminiscencias de la época de 'Ballbreaker', aunque también muchas canciones que siguen el canon AC/DC ('Witch’s Spell', 'Wild Reputation', 'No Man’s Land', 'Money Shot'). Acedezadas, que se podría decir. Contra lo que se pudiera pensar por sus problemas auditivos, Johnson es el que más sobresale en el disco y en algunas partes parece quererse salir de su estilo habitual.

Lo peor del disco también es sorprendente, porque es su propio artífice: Angus Young, cuyos solos de guitarra están a años luz del nivel al que tiene acostumbrado al personal. Es cierto que en 'Rock Or Bust' ya no eran muy allá, pero ahora ha llegado al paroxismo, más cerca del arreglo blusero que del solo rockero. El single de adelanto, 'Shot In The Dark', ya dejaba algo frío: parecía que llegaba una nueva lección de cómo hacer sonar una guitarra y, finalmente, nada. Una sensación que deja a uno con la sensación de protagonizar el meme de la suspensión de la Declaración Unilateral de Independencia en Cataluña unos segundos después de su proclamación. Cuesta entender este desinterés por algo tan característico de la banda como los solos de guitarras, ya que no parece achacable a la edad. Young grabó el disco con 63 años y, según él mismo, nunca ha tenido problemas de salud al salir de gira, más allá de llevarse algún golpe en sus alocadas carreras por el escenario. Pero que nadie se asuste, porque los fraseos de Young son agradables. Solo es que ha pasado de volar la cabeza a hacer adornos.

Pese a que el disco es mejor de lo que podría esperarse tras tanta convulsión, la banda entró en una espiral autoreferrencial hace ya mucho tiempo. Es la forma bonita de decir que sacan discos como excusa para salir de gira: casi todas las canciones nuevas desaparecen de los setlist una vez acaban las correspondientes giras de presentación. Por supuesto, nadie las echa en falta. ¿Alguien va a ver a AC/DC y espera que toquen 'Safe in New York City' o 'War Machine'?

placeholder El guitarrista del grupo australiano ACDC, Angus Young, durante una actuación en el estadio Vicente Calderón de Madrid. (EFE)
El guitarrista del grupo australiano ACDC, Angus Young, durante una actuación en el estadio Vicente Calderón de Madrid. (EFE)

Para poner en contexto todo esto nada mejor que poner un caso opuesto. Los Rolling Stones tuvieron una evolución constante desde mediados de los 60, experimentando con resultados desiguales durante décadas. Acabaron por apenas publicar discos -dos en el último cuarto de siglo- para apostar por giras de grandes éxitos. Los Young hicieron todo lo contrario: explotar su exitosa fórmula hasta la saciedad y no parar de sacar música nueva para seguir sintiendo que tienen algo que contar. Ya lo que prefiera cada uno.

Lo que está claro es que el ritmo de AC/DC tiene ese algo que hace que guste hasta el hinchazón, sin que muchos se lleguen a saciar del todo. Para toda esa gente, 'Power Up' es un gran reencuentro en estas semanas de incertidumbre. Por supuesto, también está quien se harta a los dos compases, pero a estos les pasará lo mismo suene 'Highway to Hell' o 'Demon Fire'. Como dice la canción, aquellos que van a rockear les saludan.

*La primera versión de este artículo se basaba en una información deseactualizada según la cual el Ayuntamiento de Sevilla habría impuesto una multa de 15.000 euros a Live Nation por no ofrecer la posibilidad de devolver la entrada tras el cambio de vocalista de AC/DC. La promotora presentó un recurso y la sanción fue anulada en abril de 2018, ya que sí ofrecieron esta posibilidad en los plazos establecudos legalmente.

"Olvida el coche fúnebre porque nunca muero. Tengo nueve vidas, ojos de gato...", cantaba Brian Johnson en un disco llamado 'Back In Black' (1980), su carta de presentación como vocalista de AC/DC. Unas palabras que podrían resumir también la vuelta más rocambolesca de los australianos, que este viernes lanzan su decimosexto disco, 'Power Up'. Pero no es un trabajo discográfico más, sino más bien la última bala de Angus Young. El fundador de AC/DC ha logrado algo que parecía imposible hace un lustro: reunir a la formación más original posible para hacer un disco como homenaje a su hermano Malcolm Young, fallecido en 2017 y retirado de los escenarios años atrás.

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