Dos presuntas víctimas de Domingo: "No hay galantería en toquetear a las mujeres"

Dos cantantes de ópera que denunciaron al tenor Plácido Domingo por presunto acoso sexual han respondido a través de un comunicado a las recientes declaraciones del cantante en dos entrevistas, la primera de ellas concedida a El Confidencial, en las que se autodefinía como un hombre "galante". Ante sus palabras, las denunciantes han respondido tajantes: "No hay nada de caballerosidad o galantería en toquetear a las mujeres".

Angela Turner y Patricia Wulf son dos de las 20 mujeres que acusaron al cantante de ópera de acoso o comportamiento sexual inadecuado hacia ellas y que han querido responder a las entrevistas de Domingo en El Confidencial y el diario italiano 'Corriere della Sera' — a través de un comunicado recogido por Associated Press —, en que el compositor respondía ante las acusaciones alegando que los españoles "somos cálidos, afectuosos y cariñosos". Ante esto, las denunciantes han señalado lo "decepcionante" y "perturbador" que les resulta su incapacidad de sentir "remordimiento".

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A lo largo de la entrevista, el tenor también aseguró que "nunca", en toda su carrera profesional, se ha comportado de "manera agresiva, acosadora y vulgar en la que me han pintado". Lo reflejado en el comunicado, sin embargo, desacredita al cantante y duda de su caballerosidad: "No se comportó como un caballero cuando hizo proposiciones sexuales a mujeres en repetidas ocasiones en su lugar de trabajo y cuando las manoseó o las besó en contra de sus negativas".

Turner y Wulf agregan que no pareció muy "respetuoso" cuando "se ofreció a ayudar a las aspirantes" en su carrera a cambio de "mantener relaciones sexuales con él". "Es profundamente perturbador e injusto que el Sr. Domingo pueda retirarse a otro mundo sin aceptar lo que ha hecho a muchas, muchas mujeres aquí", lamenta Wulf.

La mezzosoprano Patricia Wulf aseguró haber sido víctimas de las persistentes proposiciones y el acoso del tenor durante las actuaciones de ambos en la ópera de Washington en 1998, cuando el cantante ejercía de director general. Angela Turner, por su parte, fue la soprano que lo acusó de haberle agarrado por la fuerza en un camerino de la misma compañía de ópera, en 1999, a pesar del rechazo de esta ante sus proposiciones.