Muere Andrea Camilleri a los 93 años, el maestro italiano de la novela negra

En una charla para 'La Vanguardia Magazine' en 1999, Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925) bromeaba porque no le habían aceptado en un club de fans del Comisario Montalbano. "En Internet existe una estupenda página web sobre Montalbano, hecha por un club de fans. Para formar parte de este club debes responder a diez preguntas sobre mis personajes. Lo intenté pero fui rechazado: me equivoqué en cuatro de ellas". "Debes prepararte mejor", rezaba el resultado de la prueba.

Los seguidores de Salvo Montalbano rechazaron a su creador, al que le dio vida en una veintena de novelas y lo convirtió en un héroe ficticio de Italia. Hace 20 años, el italiano se divertía contando esta anécdota casi freudiana a Manuel Vázquez Montalbán, el escritor español que dio su apellido a Montalbano. Camilleri ha muerto este miércoles en el hospital romano del Santo Spirito a los 93 años de edad, tras haber sufrido un infarto el pasado mes de junio que le dejó en estado grave.

La amistad de Camilleri con Vázquez Montalbán comenzó en los 80, cuando leyó la primera novela del escritor catalán, 'Asesinato en el comité central'. Así lo contaba Camilleri en el acto del IX Premio Pepe Carvalho, que ganó en Barcelona hace cinco años. El relato le entusiasmó, le reveló la clave de la novela negra. Su debut narrativo rondó aquella década y las alabanzas de la crítica llegaron dos años después con 'Un hilo de humo', ambientada en una ciudad imaginaria de Silicia en el siglo XIX.

Andrea Camilleri estudió Dirección en la Academia de Arte Dramático Silvio D'Amico y trabajó durante cuarenta años como guionista, director de teatro y televisión. El escritor italiano estuvo afiliado al Partido Comunista Italiano. En 1988, conoció a Vázquez Montalbán en un acto en la Festa de la Unità italiana. Desde entonces continuaron profundizando en su amistad y admiración literaria, tanto que Camilleri dedicó al catalán el nombre del personaje que lo elevó al podio de los escritores de novela negra más populares de Italia: el siciliano Salvo Montalbano.

En 1994, con 69 años, dio a luz al heterodoxo comisario en 'La forma del agua'. Éxito rotundo. 25 títulos más completaron una serie de novela negra traducida a 35 idiomas. Los italianos abrazaron y amaron el homenaje de Camilleri a Vázquez Montalbán, que entró en sus casas con una serie producida por la Radiotelevisión Italiana y supervisada por el escritor.

Hay quien dice que, si para conocer Sicilia basta con leer a Camilleri, para conocer Barcelona hay que leer a Vázquez Montalbán. Pepe Carvalho, el detective que protagoniza la serie policiaca del escritor catalán, fascinó a Camilleri. Hasta tal punto conectaron que se plantearon escribir un libro "a cuatro manos". El proyecto nunca llegó a desarrollarse. En 2003, Montalbán murió por un paro cardíaco en el aeropuerto de Bangkok (Tailandia).

Antes y después de Montalbano

Fumador insaciable, Camilleri se casó en 1947 con Rosetta Dello Siesto, con quien tuvo tres hijas, y no siempre se dedicó a la escritura de novelas. Hasta los setenta años, dirigió obras teatrales y fue guionista en radio y televisión. En la RAI de blanco y negro participó en producciones policíacas, como la serie sobre el teniente Sheridan en la década de 1960. Mientras, escribió varias obras sin gran relevancia para el público, hasta el punto de que costeaba su publicación de su propio bolsillo.

El éxito le llegó a Camilleri cuando el común de los mortales se jubila: a los 70 años triunfó con 'La temporada de caza' (1992), inspirado en la Sicilia rural decimonónica, y con su estilo irónico conquista definitivamente al público desde 1994 con Montalbano. Creció en la Italia fascista hasta los dieciocho años, vivió en su Sicilia natal la liberación del país por los estadounidenses en la II Guerra Mundial y, después, se afilió al Partido Comunista italiano.

Nunca evitó hablar de política, y lo plasmó en 'Come la penso' (2013), su autobiografía a base de ensayos y recuerdos. En los últimos años, ha alertado de la irrupción del "virus mutante" del fascismo inoculado a través de la xenofobia y la intransigencia. Incluso ha arremetido contra el que quizá sea el político más poderoso de la Italia actual: el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga Matteo Salvini. Aseguró que tiene "una mentalidad fascista" en una reciente entrevista.

Corpulento, de rostro hosco, voz ronca y afectado por una ceguera que le obligaba a escribir dictando, aspiraba a acabar sus días como un cuentahistorias. "Si pudiera me gustaría acabar mi carrera sentado en una plaza contando historias y, al final de mi cuento, pasar entre el público con la boina en la mano", solía decir.

"Si pudiera, me gustaría acabar mi carrera sentado en una plaza contando historias y pasar entre el público con la boina en la mano"

Su compromiso con los lectores fue total y hasta sus últimos momentos. El próximo julio debía acudir por primera vez al teatro de las Termas de Caracalla de Roma para interpretar 'L'Autodiffessa di Caino' e ilustrar las causas y consecuencias del primer fratricidio de la historia del hombre.

Entre los reconocimientos que orlan su trayectoria están el de Gran Oficial de la Orden del Mérito de la República italiana, además de numerosos premios como el IX Premio Pepe Carvalho de género negro en Barcelona, España.