Concha Velasco y su amante más fiel

'Mamá quiero ser artista' cantaba Conchita Velasco hace ya unas cuentas décadas. Pero hoy matiza una de las frases (canciones) que la ha hecho más famosa. Ahí había algo más. “Yo soy vocacional. No estoy aquí por casualidad. Yo he querido trabajar en el teatro desde niña”. Tanto que Concha Velasco (Valladolid, 1939), desde que le dieran con 10 años una beca para estudiar ballet en Inglaterra, no ha parado.

El último capítulo de su larga y prolífica carrera lo vivió anoche, cuando recibió el XVI Premio Corral de Comedias, celebrado en el Teatro Municipal de la ciudad encajera por culpa de la lluvia. Algo extraño en estas fechas en La Mancha que hará, sin embargo, que sea siempre recordado como algo especial. No pudo lluvia con el espectáculo de inauguración del Festival de Teatro Clásico de Almagro, un ‘Quixote’ aéreo y plástico, de la compañía Grupo Puja!, ni con el estreno de ‘El alcalde de Zalamea’, de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.

“En este momento de mi vida significa el seguir adelante y ser consciente de que la vida a los 76 años puede comenzar”, aseguró quien ha sido todo en el cine, el teatro y la televisión sobre un premio que va de la mano de su debut en Almagro con ‘Reina Juana’.

“No me habían ofrecido venir antes a Almagro. Ha venido como espectadora. También me pasó en Mérida con ‘Hécuba’. No sé por qué pero tengo la suerte de que me haya pasado. Me ha llegado en el momento adecuado”, aseguró. Probablemente no podría haber sido con mejor obra que con este monólogo en el que da vida a Juana de Castilla. “Me estoy haciendo una manta con las críticas de esta función. Es algo precioso que no me va a volver a pasar en la vida”, confesó entre risas sobre la unanimidad con la que se ha destacado su impresionante trabajo.

“Mi vida es el teatro”

“Mi vida es el teatro. El teatro es mi amante fiel. Me ha permitido envejecer con dignidad”, declaró la actriz que estuvo arropada en la entrega del premio por Gerardo Vera, director de ‘Reina Juana’; la actriz Beatriz Carvajal; el escritor y crítico de teatro Ignacio García Garzón así como el alcalde de Almagro, el presidente de la Diputación de Ciudad Real, el consejero de Educación regional y el ministro de Cultura en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, quien incluso se atrevió a cantarle un trocito de ‘400 cartas de amor’.

Frente a ella, sus hijos y su nieto Samuel, de 7 años, para quien tuvo las palabras más emotivas de la noche al hablarle del hada azul de Pinocho, el cuento que le lee cada noche. “Uno no es humano hasta que no adquiere conciencia”, le decía a su nieto, a quien le pedía que conservara su buena e infantil conciencia toda la vida. Para ella, ese hada azul es el teatro. “Es mi centro. Siempre ha sido mi vida. No he querido ser otra cosa. El teatro me ha dado todo y me ha permitido ser madre y abuela, porque el camerino es un sitio muy sano”, aseguró.

El teatro es mi centro. Siempre ha sido mi vida. No he querido ser otra cosa. El teatro me ha dado todo y me ha permitido ser madre y abuela

Desde la primera vez que se subió al escenario para bailar ‘El vals de Coppelia’, que le valió una Matrícula de Honor y 75 pesetas en una cartilla como recordó sobre el escenario, hasta esta ‘Reina Juana’, hay cientos de títulos de referencia en su mochila y, lo que es más importante, en la retina de todo los espectadores. Porque, como aseguró Natalia Menéndez, directora del festival, Concha Velasco es una trabajadora que ha conseguido el triángulo perfecto: el personaje, el escenario y el público.

“Queremos tanto a Concha que somos injustos con ella. No hay en el mundo ninguna actriz de su categoría con un historial tan completo y abrumador”, destacó García Garzón, quien también recordó que Concha Velasco debutó en el cuerpo de baile de la Ópera de A Coruña y comenzó su carrera con Manolo Caracol y Celia Gámez o que fue una de las abanderada de la huelga de actores de 1975 que acabó con la doble función e impuso los lunes como día de descanso. “Concha Velasco tiene el don de convertir en espontáneo lo trabajado durante meses. Tiene el secreto de la credibilidad”, afirmó.

Méndez de Vigo, por su parte, aseguró que Velasco ha conseguido “una cosa extraordinaria" que es que en España a Juana la Loca se la deje de llamar 'loca', para tratarla con más respeto y comprensión. "Ese milagro que no han conseguido los libros de historia, lo ha conseguido doña Concha”, dijo. A quien, además, le pidió que siga dándole al público “el bálsamo de la cultura” porque este premio lleva implícito una condición: “La contrapartida es que usted tiene que seguir, no puede retirarse”. No era una petición necesaria. Ni se le pasa por la imaginación a Concha Velasco dejar el escenario, ese lugar que, en definitiva, no ha sido otra cosa que su casa y su vida.