Emma Suárez sobre Los Papeles de Panamá: "Sería una pena" que influyeran en el estreno

El músculo promocional que envuelve a cada una de las películas de Pedro Almodóvar es tal que fagocita prácticamente la actualidad cultural cada vez que se acerca un estreno del director manchego. El viernes llega a los cines 'Julieta', pero la ronda de entrevistas y apariciones de la troupe almodovariana ha sufrido un duro revés con la publicación de Los Papeles de Panamá.

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La revelación, hecha en exclusiva por este periódico y La Sexta, de que los hermanos Almodóvar gestionaron una sociedad offshore en los años noventa en las islas Vírgenes británicas ha caído como una bomba que ha provocado, por un lado, que Agustín exculpara a su hermano de toda responsabilidad para lavar su imagen. Y por otro, que la intensa agenda promocional prevista se diluyera cancelando toda la presencia pública de Almodóvar y se redujera a las entrevistas pactadas previamente con los actores del filme pero en su productora, El Deseo, y no en el Casino de Madrid donde inicialmente estaban previstas tras un photocall.

Con esta reacción, mientras el director está recluido han sido las chicas Almodóvar las que han dado la cara pero, eso sí, con un guion a lo Umbral muy claro. Por tanto, la pregunta sobre la implicación de los Almodóvar en Los Papeles de Panamá y cómo va a afectar a la película era esperada por las protagonistas de 'Julieta'. La respuesta: sucinta, de puntillas y sin opción a repregunta. "Pienso que sería una pena" que influyera el escándalo en el estreno, se lanza Emma Suárez. "No creo que los espectadores vayan al cine a ver... Van al cine a ver una película. Van al cine a ver 'Julieta". "Y es de lo que estamos hablando además, que es una película maravillosa y es el gran tema", recoge Adriana Ugarte. "No creo que haya que insistir en eso precisamente por respeto al espectador", tercia por último Suárez mientras que Ugarte se ofrece a cambiar de tema pasándole unas uvas.

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Ambas dan vida a 'Julieta', la atormentada y sufridora protagonista de la película número 20 del realizador manchego y tienen claro que están aquí para vender las bondades de su trabajo. Nada más. Mejor hablar de uvas o cuadernos cuando la cosa se desvía del tema y se torna incómoda. La pregunta no se evita pero el hermetismo es patente. A Pedro Almodóvar no se le ha visto desde que el domingo saltó el escándalo y está por ver si habrá premiere, cómo será el estreno del filme y cómo se comportará la taquilla este primer fin de semana.

Volviendo, por tanto, al filme, Suárez y Ugarte componen (en su vertiente adulta y joven respectivamente) el personaje más contenido y desgarrado de los muchos que ha trazado en su filmografía Almodóvar. En 'Julieta' no hay opción al respiro ni al desbordamiento. El drama -dramón, mejor dicho- lo impregna todo y la contención es la forma de demostrarlo en una película que no deja a su protagonista soltar ni una lágrima -sus actrices la han definido en alguna ocasión como una película seca por esto mismo- ante el sufrimiento de pérdida y el sentimiento de culpa que la acompaña de principio a fin.

"La vida, poco afortunada, la va vapulenado ya desde el principio, desde la secuencia del tren, y metiendo piedras en la mochila. No tiene mucha capacidad, y eso que es hija de unos padres bastante progres, para relacionarse bien con estos lados oscuros de los personajes, con estos lugares en sombra que cuanto más taponamos, más maquillamos y más disfrazamos, más violentos y más asesinos se vuelven. Las tragedias y los silencios se van acumulando y la pelusa debajo de la alfombra cada vez es mayor y se produce este fenómeno transgeneracional: cuando uno no resuelve sus papeletas parece que sin querer, por sangre, se las transmite a la generación siguiente y a la siguiente", analiza Adriana Ugarte.

Lo más difícil del trabajo de las dos nuevas 'chicas Almodóvar' es conseguir convertir a Julieta en un único personaje. Explican que esa simetría que consiguen, y que adquiere todo su sentido en la transición -perfectamente resuelta- de una a otra, no es algo que Almodóvar haya trabajado juntándolas. Se llamaron cuando supieron que iban a interpretar el mismo papel, pero el rodaje fue por separado y el director sólo las unió "media hora para caminar". Por eso, confiesa Emma Suárez que cuando vio la película por primera vez le sorprendió porque "me envolvió aun conociendo la historia". "La disfruté mucho y no me reconocía a mí misma. Veía a un personaje. Veía a Julieta", afirma mientras asiente su compañera.

"Yo creo que Pedro ha ido creando a esta Julieta mágicamente por separado, pero solo nos juntamos una vez", añade Ugarte. "En cuanto nos reunimos con Pedro una semana después nos dimos cuenta de que esto iba de otra cosa y de que el creador y quien modularía este mapa interno y externo del personaje sería Pedro", expone.

Emma Suárez, cuya interpretación tiene el poso de la Marisa Paredes de 'La flor de mi secreto', la Cecilia Roth de 'Todo sobre mi madre' o de 'Persona', de Ingmar Bergman, cuenta que para preparar su personaje, además de leer los tres relatos de Alice Munro que inspiran el guion del filme, se quedó sola y revisitó toda la filmografía del manchego. "Tuve muy presente a todas las actrices que han trabajado con Pedro durante el rodaje. No sé, sentía que me acompañaban. Tenía la sensación de que esas actrices para mí han sido maestras también, me han acompañado y han sido referentes muy importantes. No sólo las que han trabajado con Pedro, también otras referencias como Jeanne Moreau, que fue muy importante por ‘Ascensor al Cadalso’, Ingrid Bergman, Charlotte Rampling, Gena Rowland... Mujeres adultas que han interpretado personajes en conflicto y complejos que viven una angustia y una etapa de confusión. Sí, me ayudaron muchísimo".

También tuvo que transitar la actriz por esos "lugares extremos donde no hay luz, donde la angustia toma protagonismo, donde te sientes solo con la única compañía de la soledad, donde te sientes frágil y vulnerable y vives en un estado de ansiedad". De todos modos, "lo maravilloso es que cuando eres un poco mayor te das cuenta de que afortunadamente en la vida todo pasa, que el presente se convierte en pasado y que ese estado de sufrimiento o dolor también va a pasar", analiza dejando también constancia de la esperanza que, a pesar de todo, quiere transmitir 'Julieta'. "Yo cuando vi la película sentí que había merecido la pena el esfuerzo y que lo importante en el cine es el resultado y el viaje que uno hace forma parte del proceso de aprendizaje y del ejercicio de un actor", remacha.