Es noticia
David Bowie en 10 discos y 25 canciones emblemáticas
  1. Cultura
muere el artista con 69 años

David Bowie en 10 discos y 25 canciones emblemáticas

De 'The man who sold the world' hasta su último y recién publicado 'Blackstar', repasamos la carrera de un artista total que siempre ha buscado la transgresión

Foto: Homenajes a Bowie en Brixton (Reuters)
Homenajes a Bowie en Brixton (Reuters)

Casi cinco décadas de carrera y 25 discos de estudio es el legalo que nos ha dejado David Bowie, fallecido ayer a los 69 años después de 18 meses de lucha contra el cáncer. El viernes publicaba su último trabajo, 'Blackstar', un disco del que su productor, Tony Visconti, ha dicho que era "su regalo de despedida". Es más, al parecer el cantante tenía claro que este iba a ser su último álbum y por eso quería que se publicase el día de su 69 cumpleaños.

"Siempre hizo lo que quería hacer. Y lo quería hacer a su manera y lo quería hacer de la mejor manera. Su muerte no ha sido distinta de su vida: una obra de arte", aseguró en un mensaje en Facebook. Y esa obra de arte que fue su vida y su carrera ha dejado grandes trabajos que forman parte de la historia del rock desde que empezara a tocar a finales de los años sesenta.

Siempre irreverente, siempre transgresor y un artista total, Bowie fue mucho más que un músico. Marcó tendencia con cada paso que dio, supo romper moldes y liberar mentes, y su música es el mejor ejemplo de ello. Lo demuestran temas como 'Space Oddity', 'Ziggy Stardust', 'Life on Mars?', 'Heroes', 'Let's dance' o sus últimas canciones, 'Sue (or in a seasion of crime)', que lanzó el noviembre coqueteando con el jazz para el recopolitario 'Nothing has changed', o las últimas 'Lazarus' y 'Blackstar'.

Un repaso por sus discos de estudio deja claro, además, que su carrera no sólo son esos 25 trabajos sino que, valga el tópico, el más camaleónico de los artistas ha sabido cabalgar con clase entre el glam-rock de sus primeros álbumes hasta el soul, la pre electrónica, el rock o el jazz de este último. "Si mi obra se torna surrealista es porque ese es su propósito, el de darle a cada persona su propia definición. Yo mismo no entiendo la mitad de lo que escribo. Puedo repasar una canción que acabo de crear y cada vez significa algo completamente nuevo según mis circunstancias", comentaba a 'NME' en los setenta. Toda una declaración de intenciones para una carrera plagada de trabajos imprescindibles.

'Space Oddity' (1969)

Tras debutar con un disco homónimo en 1967, 'Space Oddity' comenzó a sentar las bases de lo que iba a ser David Bowie. No sólo contiene una de sus canciones más emblemáticas, titulada como el disco e inspirado en '2001: Una odisea del espacio, de Stanley Kubrick, sino que regaló alguno de los personajes más célebres del imaginario del rock con ese "ground control to Major Tom".

Este álbum de folck y rock progresivo, a pesar del éxito de la crítica, fue un fracaso de ventas fagocitado por su single hasta su reedición en 1972. Le siguió 'The Man Who Sold the World' (1970), el trabajo con el que empezó a trabajar con Visconti como productor (hasta el final de sus días). Este disco está considerado el origen del glam-rock.

'Hunky Dory' (1971)

Fue uno de los trabajos más importantes de su carrera. La prueba de fuego. O triunfar o nada. "Voy a ser enorme", pronosticaba Bowie en una entrevista de la época. Y este disco fue su catapulta. No sólo porque contiene la épica 'Life on Mars?' sino porque es una joya en sí mismo y alumbra una nueva era del pop en la que Bowie sentó las bases de su sonido con temas como 'Changes' -su oda a la personalidad camaleónica-, 'Quicksand' -tema que para Bowie debía haber sido el single-, referencias a Andy Warhol, Bob Dylan ('Song for Bob Dylan'), Lou Reed ('Queen bitch') o esa portada a lo Greta Garbo en la que juega con su identidad sexual.

'The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars' (1972)

He aquí el álbum que convirtió a Bowie en una estrella planetaria y apuntaló sus señas de identidad. Su aspecto andrógino, provocador y alienígena, su teatralidad, los toques de ciencia ficción, sus letras sobre política, drogas y sexo han hecho que este disco esté considerado como el primer álbum postmoderno de la historia del rock.

La historia de su álter ego, ese extraterrestre que llega a nuestro planeta para convertirse en una estrella del rock, fue la que le valió el éxito que tanto perseguía y lo hizo con su música pero también con unos titulares que sabía manejar a la perfección. En la promoción afirmó que era gay, a pesar de esta casado con Angela Bowie, lo que fue todo un bombazo para la época. En este quinto trabajo siguen patentes las influencias de Warhol, Reed o Iggy Pop y contiene canciones como 'Starman' (el single con el que hizo en la BBC la actuación gracias a la que despegó su carrera y que originalmente era un descarte), 'Ziggy Stardust', 'Five Years', 'Moonage Daydream' o 'Rock n roll suicide'.

'Aladdin Sane' (1973)

Este el disco de la mítica portada del rayo cruzándole la cara firmada por Brian Duffy. Fue su primer número 1 en Reino Unido, el primero que grabó ya como una estrella y que nace fruto de su gira por Estados Unidos. Una curiosidad: el nombre es un juego de palabras de "A lad insane" (un chaval demente) y de "Love Aladdin Vein", referencia con connotaciones al consumo de drogas. Sonido cabaretero ('Time'), jazz ('Aladdin Sade') y mucho rock desde a 'Watch that man' a la versión de 'Let's Spend the Night Together', de los Rolling Stones.

'Station to Station' (1976)

Le seguirán 'Pin ups' (1973), 'Diamond dogs' (1974) y 'Young americans' (1974) con el que cosechó su primer número uno en Estados Unidos, con 'Fame', hasta que en 1976 firma 'Station to Station'. Con este trabajo nació 'el duque blanco' (The Thin White Duke) y supuso una transición regada por la cocaína hacia sonidos más electrónicos y su Trilogía de Berlín. "Es el álbum más cercano a un tratado de magia que he escrito. Nunca he leído una crítica que se percate de ello. Es un disco muy oscuro. En ese tiempo viví miserablemente, tengo que decirlo", reconoció Bowie años después

Trilogía de Berlín: 'Low' (1977), 'Heroes' (1977) y 'Lodger' (1979)

Entre 1977 y 1979 Bowie colaboró con Brian Eno para crear lo que se conoce como la Trilogía de Berlín, tres discos compuestos y en parte grabados en la zona oriental de la capital alemana donde vivía y se desintoxicaba junto a Iggy Pop. 'Low', 'Heroes' y 'Lodger' recogen el pop electrónico krautrock que despertaba en la ciudad y están considerados, por su carácter experimental, como los tres discos más influyentes del músico británico especialmente por su contribución en la forja del new wave, el post punk y la música industrial.

"En cuanto a la música, 'Low' y sus hermanos fueron una continuación directa de la canción 'Station to Station", aseguró el propio músico. 'Low' más cercano a los sintetizadores, 'Heroes' el más puro estilo Berlín (y el único que se grabó íntegramente en la ciudad) y 'Lodger', el más pop, son tres discos de futuro con ganas de romper moldes mientras el punk se asienta en el resto del mundo.

'Heroes' es el hit más famoso de esta terna. Hace poco más de una década, Bowie revelaba cuál era la historia real de esos dos amantes que vio besándose en el muro de Berlín. "Si bien, siempre dije que la canción fue inspirada por una pareja de enamorados que vi en el Muro de Berlín, ahora puedo declarar que esa pareja era Tony Visconti y su novia. Tony estaba casado en ese momento, y por esa razón nunca pude decir esto (risas). Pero ahora puedo decirles que los amantes eran Tony y una chica alemana que conoció mientras estábamos en Berlín. Obviamente que le pedí permiso para poder decir esto. Creo que, posiblemente, en esos días su matrimonio estaba en sus últimos días, y fue muy conmovedor porque me di cuenta de que Tony estaba muy enamorado de esa chica y fue esa relación la que motivó esta canción", aseguraba a la revista 'Performing Songwriter' en 2003.

'Let's Dance' (1983)

Dejó de lado su faceta experimental y volvió a un estilo más abierto, desenfadado, bailable... y comercial, que ya comenzó a poner en práctica en 'Scary Monsters (And Super Creeps)' (1980). 'Let's Dance' fue su álbum más vendido, con más de siete millones de copias, y convirtió su single en otro de los grandes hits del británico liderando las principales listas de éxitos mundiales. Fue, de hecho, el álbum más vendido de 1983 tras el 'Thriller' de Michael Jackson y uno de los más exitosos de su carrera. Tiene, además, otros dos grandes temas: 'China Girl' o 'Modern Love'.

'Earthling' (1997)

'Tonight' (1984), con 'Blue Jean', y 'Never Let me down' (1987) fueron dos descalabros al que dieron la espalda público y crítica. En los noventa se reconciliará con ellos gracias a 'Black Tie, White Noise' (1993) y su nueva vuelta de tuerca experimental con la mega jam titulada 'Outside' (1996). En esta explosión creativa llega 'Earthling' en 1997, con un Bowie rendido a lo electrónico. El duque blanco ya es un icono y se permite jugar con todo: guitarras, jungle y drum 'n' bass.

'Reality' (2003)

Bowie entró en el nuevo siglo con 'Reality' volviendo a las guitarras y abordando el tema de la muerte. Con este disco alumbró la que fue su última gira europea, que tuvo que cancelar -con un concierto previsto en Santiago de Compostela incluido- a causa de un infarto que sufrió durante un concierto en Alemania y hasta entonces había reunido a más de siete millones de espectadores. Ese receso duró una década porque no fue hasta 2013 cuando volvió con 'The next day', que por cierto también lanzó el día de su 66 cumpleaños. Este disco, que estuvo nominado al Mercury Prize, y es uno de los más apasionados de la última etapa de su carrera.

'Blackstar' (2016)

Mantiene la esencia Bowie, juega con el jazz, las guitarras y es el epílogo perfecto -y consciente- de una formidable carrera siempre en constante búsqueda y necesidad de renovación e innovación. Este 'Blackstar' publicado el pasado viernes y sabiendo que iba a morir pronto es el broche perfecto. La última perfomance de aquel que cantaba 'Space Oddity' casi cinco décadas antes.

Con "Mira aquí arriba / estoy en el cielo" arrancaba esta despedida para "ser libre como el pájaro azul" que siempre fue 'Lazarus' (el primer single publicado en enero): "Estoy en el cielo / Tengo cicatrices que no se pueden ver / Un drama que no puede ser robado / Todo el mundo me conoce ahora".

Buen viaje, Ziggy Stardust.

Casi cinco décadas de carrera y 25 discos de estudio es el legalo que nos ha dejado David Bowie, fallecido ayer a los 69 años después de 18 meses de lucha contra el cáncer. El viernes publicaba su último trabajo, 'Blackstar', un disco del que su productor, Tony Visconti, ha dicho que era "su regalo de despedida". Es más, al parecer el cantante tenía claro que este iba a ser su último álbum y por eso quería que se publicase el día de su 69 cumpleaños.

Música Rock
El redactor recomienda