Gabriela Mistral: "Dame la mano y danzaremos; dame la mano y me amarás"

La poetisachilenaGabriela Mistral, pseudónimo deLucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga,nació hace 126 años y este martes todo el mundo le ha querido rendirun sentido homenaje recitando sus poemas y recordando su lucha como diplomática y feminista. De ascendencia vasca,tuvo que ver cómo su padre abandonaba el hogar familiar con tan solo tres años, hecho que le inspiró a la hora de escribir varias de sus obras.

A los veinte años publicó'Sonetos de la muerte', poema con el que ganó elprimer premio en elconcurso de literatura deSantiago de Chile mientras se dedicaba a impartir clases y dirigir varios colegios e institutos. La pedagogía le permitió viajar a México, Estados Unidos y Europa así como conocer a algunos de los grandes como Pablo Neruda.

'Desolación'. 'Lectura para mujeres','Las mejores poesías' y 'Ternura' fueron algunas de sus obras maestras, esta última fue publicada en Madrid en 1924. Sus obras le valieron el Premio Nobel de Literatura en 1945, convirtiéndose así en la primera mujer latinoamericana en ser honrada con este galardón.

Trabajó como cónsul en Europa y en Estados Unidos, país en el que pasó sus últimos años de vidajunto a Doris Dana, quien oficialmenteera su secretaria y albacea, aunque en ambientes cercanos a la escritora aseguraban que ambas mujeres mantenían una relación sentimental. Murió en Nueva York en 1957, ciudad que ella tachaba de "fría e impersonal".

Célebre en todo el mundo, hoy se le recuerda por el poema de amor 'Dame la mano', que reza así:

Dame la mano y danzaremos;
dame la mano y me amarás.
Como una sola flor seremos,
como una flor, y nada más...

El mismo verso cantaremos,
al mismo paso bailarás.
Como una espiga ondularemos,
como una espiga, y nada más.

Te llamas Rosa y yo Esperanza;
pero tu nombre olvidarás,
porque seremos una danza
en la colina, y nada más...