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Ngugi wa Thiong’o, ¿un Nobel de libro?
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Ngugi wa Thiong’o, ¿un Nobel de libro?

El escritor keniano lidera las apuestas junto a Murakami. Repaso a las características de los premiados de las últimas décadas

Foto: Ngugi wa thiong’o con el nobel japonés kenzaburō Ōe
Ngugi wa thiong’o con el nobel japonés kenzaburō Ōe

Favoritos en las apuestas para ganar mañana el Nobel de literatura: Murakami, Joyce Carol Oates, Milan Kundera, Philip Roth, Peter Handke y… Ngugi wa Thiong’o. En efecto, el último nombre les sonará a ustedes a chino, pero es keniata. Ngugi, autor de novelas y obras de teatro y activista político reprimido con cárcel en los años setenta, tiene muchas papeletas para convertirse en el quinto Nobel africano, al menos si hacemos caso a las apuestas, que encabeza en estos momentos. Eso sí, las apuestas al Nobel hay que cogerlas con pinzas...

Los días previos a la concesión del galardónse disparan los rumoresy todo se convierte en un juego especulativo. Quizás alo único que nos podemos agarrar es a las características de los últimos ganadores y a las tendencias históricas.

Un raquítico 11,81% de los premiados hasta ahora han sido mujeres. Ocurre que la tendencia se ha revertido drásticamente en los últimos tiempos. En los primeros 91 años del Nobel (1901/1992), lo ganaron seis mujeres; peroen los siguientes 21 años, lo obtuvieron siete escritoras. En los últimos diez años han ganado el premio seis hombres y cuatro mujeres.

Sí, pensarán ustedes, Ngugi wa Thiong’o no es una mujer, pero es que el año pasado el premio lo ganó Alice Munro. Ahora bien: ¿Y si se lo dana otra escritoray zanjan asíde una vez por todas la desigualdad cultural? Apunten este otro nombre por si acaso: la escritora bielorrusa Svetlana Aleksijevitj.

Por idiomas la cosa queda así: Inglés (28 galardonados, el 26,32% del total), francés (14), alemán (12), español (11) y sueco (7).

Como se pueden ustedes imaginar, África ha sido un continente tradicionalmente olvidado: apenas 4 premiados. Dos sudafricanos (J.M. Coetzee en 2003 y Nadine Gordimer en 1991) un egipcio (Naguib Mahfouzen 1988) y un nigeriano (Wole Soyinka en 1986). Nótese que tres de ellos fueron premiados en apenas cinco años: o la segunda década de los ochenta como boom de visibilidad de la cultura africana. Y nótese también que solo ha habido un Nobel negro africano: Wole Soyinka. En otras palabras: ya tocaría otra vez.

La marginación estadounidense

Pero recuerden que esto es un juego especulativo sobre tendencias del premio literario más importante del mundo. Porque, siguiendo la línea lógica contraria, también tocaría dárselo a un novelista estadounidense, dadala recientemarginación del coloso cultural mundial y de toda una generación de escritores con una visibilidad internacionalque ya quisiera Ngugi wa Thiong’o.

He aquí, en efecto, otro apunte geográfico y hasta geopolítico de peso:el Nobel se ha abierto al mundo en las últimas décadas. Hasta el punto de que la cultura literaria dominante, la de EEUU, lleva todo el siglo XXI de vacío. Son ya más de 20 años, desde que lo recibió Toni Morrison (1993), sin premios paraEEUU. Lista breve de luminarias literarias que podrían morirse sin recibirlo: Don DeLillo,Cormac McCarthy,Thomas Pynchon,E. L. DoctorowyPhilip Roth. ¿Será 2014su año?

Más crudoparecen tenerlo los escritores españoles, al menos si nos fijamos en las apuestas. Juan Goytisolo y Javier Marías son los únicos que aparecen en la lista de Ladbrokes, en las posiciones 35 y 37 respectivamente. Como si los apostadores dieran por sentado que no toca: el premio a Mario Vargas Llosa está muy reciente. De hecho, no hay ningún escritor latinoamericano en las quinielas.

Favoritos en las apuestas para ganar mañana el Nobel de literatura: Murakami, Joyce Carol Oates, Milan Kundera, Philip Roth, Peter Handke y… Ngugi wa Thiong’o. En efecto, el último nombre les sonará a ustedes a chino, pero es keniata. Ngugi, autor de novelas y obras de teatro y activista político reprimido con cárcel en los años setenta, tiene muchas papeletas para convertirse en el quinto Nobel africano, al menos si hacemos caso a las apuestas, que encabeza en estos momentos. Eso sí, las apuestas al Nobel hay que cogerlas con pinzas...

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