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Las armas llegan a primaria
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niños de 6 años posan con sus rifles

Las armas llegan a primaria

La fotógrafa belga An-Sofie Kesteylen denuncia en su serie de fotografías 'My little rifle' la producción de armas de fuego destinadas al consumo de los niños

Tres personas mueren cada hora en EEUU por culpa de armas de fuego. Otras siete reciben el impacto de una bala en el mismo tiempo. La obsesión por las armas en el país norteamericano sigue estando presente en la actualidad. Una obsesión que empieza a llegar a los niños, que desde edades muy tempranas empiezan a empuñar sus rifles. Armas de colores, con aspecto de juguete y nombres infantiles como ‘Ardilla’, pero capaces de quitarle la vida a una persona.

El mayo pasado, una niña de dos años murió por el disparó que hizo su hermano de cinco años desde su rifle de “juguete”. El suceso ocurrió en Kentucky, donde muchos chavales poseen estas armas adaptadas para los más pequeños que son fabricadas en Keystone Sporting Arms, una empresa armamentística que en 2008 produjo hasta 80.000 rifles de asalto para niñosque se vendían bajo la frase promocional: “Mi primer rifle” y eran creadas en llamativos diseños para atraer la atención de los más pequeños.

Este suceso conmocionó a la fotografa An-Sofie Kesteylen, que inmediatamente se propuso realizar una serie de fotografías sobre el abuso de las armas en los niños norteamericanos. La artista quería conocer a esas familias que compran como regalo para sus hijos un arma de fuego.

Se trasladó a Kentucky, Tennessee, Alabama, Texas y Luisiana. Allí encontró que no sólo los niños estaban contentos con sus “jueguetes”, si no que los padres no tenían ningún problema en que fotografiara a sus pequeños posando con sus armas como si de francotiradores se trataran. Se sentían orgullosos de estos retratos, como declara la fotógrafa a The Guardian.

placeholder 'My little rifle', de An-Sofie Kesteleyn

Además de regalarles el arma, los padres apuntan a sus hijos a clases de tiro para que aprendan a utilizarlas correctamente. Piensan que así podrán prevenirles de los criminales.

Kesteylen construyó así su serie de imágenes My Little rifle (Mi pequeño rifle). 15 imágenes en las que quince chavales lucen orgullosos sus armas. Posan en su ambiente natural, en su cuarto, junto a sus juguetes reales, los que normalmente poseen los niños de su edad. Su trabajo fue escogido para la Masterclass Joop Stewart que otorga World Press Photo.

Mientras preparaba su trabajo y tomaba las fotos An-Sofie Kesteylen pudo hablar con los padres y con los dueños de las tiendas de armas de la ciudad y se dio cuenta de que los padres estaban trasladando sus miedos y paranoias a sus hijosyque pretendían combatir esa inseguridad mediante un arma.

La mayoría de los niños no son conscientes de los temores de sus mayores, por ello la fotógrafa pidió a cada niño que escribiera en una hoja a qué temían ellos. Ninguno puso a los ladrones o al crimen. Todos contestaron con aquello que aterra a un niño de seis años: un zombie, un dinosaurio… La artista decidió mostrar estas respuestas al lado de los retratos de los chicos para demostrar que la inocencia de un niño no debería ser contaminada por las paranoias de unos padres que creen que todo puede solucionarse con un tiro.

Tres personas mueren cada hora en EEUU por culpa de armas de fuego. Otras siete reciben el impacto de una bala en el mismo tiempo. La obsesión por las armas en el país norteamericano sigue estando presente en la actualidad. Una obsesión que empieza a llegar a los niños, que desde edades muy tempranas empiezan a empuñar sus rifles. Armas de colores, con aspecto de juguete y nombres infantiles como ‘Ardilla’, pero capaces de quitarle la vida a una persona.

Fotografía Niños Armas de fuego
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