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El drama de la inmigración en Estados Unidos y el primer antisistema de Europa
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MARION COTILLARD Y MADS MIKKELSEN PROTAGONIZAN 'THE IMMIGRANT' Y 'MICHAEL KOHLHAAS'

El drama de la inmigración en Estados Unidos y el primer antisistema de Europa

La imagen de la Estatua de la Libertad vista desde un barco abre The Immigrant, la nueva película de James Gray ambientada en los Estados Unidos

Foto: El drama de la inmigración en Estados Unidos y el primer antisistema de Europa
El drama de la inmigración en Estados Unidos y el primer antisistema de Europa

La imagen de la Estatua de la Libertad vista desde un barco abre The Immigrant, la nueva película de James Gray ambientada en los Estados Unidos de los años veinte y protagonizada por la actriz francesa más internacional, Marion Cotillard. El símbolo de la llegada a la tierra prometida adquiere más adelante un carácter irónico. La protagonista, una joven polaca captada por un proxeneta en la isla de Ellis justo cuando acaba de desembarcar, se ve obligada a disfrazarse de Miss Liberty en el show de striptease donde acaba trabajando. 

En su quinto largometraje y cuarto presentado en Cannes, James Gray convierte la isla de Ellis (ha rodado en la localización original) y su entorno en la antesala infernal del sueño norteamericano. Un lugar donde intenta sobrevivir Ewa, una joven polaca que precisamente ha huido del infierno de la Primera Guerra Mundial junto a su hermana, encerrada en un sanatorio justo al llegar a puesto. Recuperar a su hermana y ganarse la vida en este nuevo país se convierten en la única obsesión de Ewa, que acaba trabajando en contra de su voluntad de prostituta para Bruno (Joaquim Phoenix), un proxeneta que también monta espectáculos teatrales. Además, es cortejada por Orlando, el primo de éste, un mago con intenciones poco claras (Jeremy Renner).

Como antes que él hicieron cineastas como Sergio Leone en Érase una vez en América o Francis Ford Coppola en El Padrino II, James Gray apuesta por un clasicismo moderno para retratar la dureza con la que se encontraron sus antepasados al llegar a Estados Unidos. Y lo lleva a cabo con un melodrama de tintes operísticos y pasiones encontradas protagonizado por una puta santa, una mujer obligada a pecar en contra de sus creencias religiosas que además atrae el amor de aquel que la explota y del principal enemigo de éste. El melodrama se acentúa con el componente religioso: como católica que es, la protagonista siente la explotación sexual a la que es sometida como un descenso al infierno del pecado, de la misma forma que Bruno vivirá su propio proceso de expiación. Gray filma a Cotillard como si estuviera ante una figura religiosa: en una de las escenas más hermosas del film, la de la confesión ante el cura, la encuadra tal cual una virgen o una santa cristina.

Gray es uno de los principales cultivadores contemporáneos de esa tradición norteamericana que convierte los lazos familiares y los amores escindidos en el núcleo de un drama que se desarrolla por los caminos del género. Hasta ahora Gray había practicado el policíaco o noir en la mayor parte de su filmografía, desde Little Odessa a Two Lovers, pasando por The Yards y La noche es nuestra. The Immigrant funciona a casi todos los niveles como un clásico moderno del cine norteamericano, un film espléndidamente rodado sobre las terribles situaciones que tuvieron que afrontar quienes acabarían forjando los Estados Unidos del siglo XX. Solo cabe reprocharle que no acentúe todavía más su apuesta por el melodrama atormentado en lo que a la relación entre los tres personajes se refiere. Mientras que Ewa recaba casi todo el protagonismo, las pasiones fatales de Bruno y Orlando quedan desdibujadas a pesar de su enorme potencial.

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Marion Cotillard, ganadora de un Oscar por su histriónica encarnación de Édith Piaf en La vie en rose, es la única actriz que podría hacerles sombra a las dos protagonistas de La vie d'Adèle en lo que el premio a la mejor interpretación femenina se refiere en su papel de inmigrante obligada a tomar decisiones en contra de su moral. Más apagados quedan a su lado dos grandes actores como Jeremy Rener y Joaquin Phoenix. Éste ha disculpado su ausencia en la presentación del film en Cannes por encontrarse rodando la nueva película de Paul Thomas Anderson Inherent Vice.

El primer antisistema

El escritor romántico Heinrich von Kleist firmó una de sus mejores nouvelles inspirándose en la figura histórica de Michael Kohlhaas, un mercader brandenburgués que se rebeló contra las autoridades sajonas después de que éstas no respondieran a su reclamación de justicia. Kleist convierte a Kohlhaas en un hombre de recta moral que se sumerge en una espiral de violencia contra un sistema que le oprime cuando debería defenderlo. 

Michael Kohlhaas, la adaptación que ha llevado cabo Arnaud des Pallières de la obra de Von Kleist, era uno de los films más esperados del festival. Su director se había labrado cierto prestigio con piezas alejadas del cine convencional que trabajan de forma muy creativa el material de archivo como Poussières d'Amérique o Diane Wellington y era la primera vez que formaba parte de un gran festival. Y el protagonista, Mads Mikkelsen, fue el ganador del Premio a la Mejor Interpretación de Cannes del año pasado por su trabajo en La caza.

Michael Kohlhaas la película, arriesgada en su apuesta estética, intenta más de lo que consigue. Des Pallières pretende entroncar con toda una tradición de cine medieval austero en su puesta en escena y espiritual en su contenido, que va del Lancelot du Lac de Robert Bresson al Honor de Cavalleria de Albert Serra. Por ello depura la ya poco recargada obra literaria original hasta el punto de eliminar muchos de los aspectos que la hacen atractiva. Apenas nada queda en el Michael Kohlhaas cinematográfico de la búsqueda de justicia institucional entendida como una experiencia kafkiana del libro, como tampoco de la espiral de violencia in crescendo en la que se sumerge el tratante de caballos. 

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Des Pallières reduce la guerra que emprende Kohlhaas contra todo un sistema a un asalto con ballestas al castillo del hombre que lo estafó, por otro lado la mejor secuencia del film. Y minimaliza la mayoría de elementos para concentrarse en la vertiente cuasi espiritual del personaje, otro icono religioso convertido en mártir de su propia causa. El film, por cierto, cuenta con un paréntesis lingüístico harto curioso. El cineasta decide trasladar la acción de lo que ahora sería Alemania al sur de Francia y el danés Mads Mikkelsen interpreta su papel en la lengua de Godard. Pero en la película hay un breve interludio en catalán cuando aparece Sergi López encarnando a un aspirante a soldado de Kohlhaas. El registro sanchopancesco del personaje de López permite entender este guiño lingüístico como un claro homenaje al cine de Albert Serra.

La imagen de la Estatua de la Libertad vista desde un barco abre The Immigrant, la nueva película de James Gray ambientada en los Estados Unidos de los años veinte y protagonizada por la actriz francesa más internacional, Marion Cotillard. El símbolo de la llegada a la tierra prometida adquiere más adelante un carácter irónico. La protagonista, una joven polaca captada por un proxeneta en la isla de Ellis justo cuando acaba de desembarcar, se ve obligada a disfrazarse de Miss Liberty en el show de striptease donde acaba trabajando.