Es noticia
Teddy Bautista: el músico que se empeñó en ser una de las personas más odiadas de España
  1. Cultura
DE REVELACIÓN DEL SOUL A LÍDER DE LA 'ODIADA' SGAE

Teddy Bautista: el músico que se empeñó en ser una de las personas más odiadas de España

La detención del presidente de la SGAE, Teddy Bautista, y su cúpula, a raíz de una operación de la Fiscalía Anticorrupción que colocaba a la entidad

Foto: Teddy Bautista: el músico que se empeñó en ser una de las personas más odiadas de España
Teddy Bautista: el músico que se empeñó en ser una de las personas más odiadas de España

La detención del presidente de la SGAE, Teddy Bautista, y su cúpula, a raíz de una operación de la Fiscalía Anticorrupción que colocaba a la entidad como culpable de un supuesto caso de desvío de fondos hizo prender ayer la Red. Sería prácticamente imposible encontrar a una sola persona en España que a estas alturas defendiese a Bautista. Pero, en una época en que los ciudadanos defienden a sus afines aunque estén imputados, ¿cómo se explica que casi nadie dude de la culpabilidad del presidente de SGAE? ¿Qué ha hecho este hombre para pasar de ser uno de los mejores músicos de soul de España a representar a la entidad más odiada de este país?

La figura de Teddy Bautista empezó a forjarse en los años 60, cuando creó el grupo Los Ídolos, que con el tiempo pasaría a ser Los Canarios. Bajo este nombre, el grupo se convirtió en un referente en el soul y el jazz-rock en España. Tras un breve paso por Estados Unidos, Los Canarios se contagiaron de buena parte de los mejores sonidos estadounidenses y los importaron a nuestro país. Con el tiempo llegó la hora de temas como The Incredible Miss Perryman y la explosión de su mayor éxito, Get on Your Knees, que se convirtió en todo un himno en España:

También apareció en algunas películas españolas de los años 80, pero sus mayores méritos se fraguaron en musicales como Annie o Jesucristo Superstar, en el que interpretó a uno de los personajes y compuso uno de las bandas sonoras más exitosas de la historia de los musicales en nuestro país.

Y hasta aquí su carrera musical. Su segunda etapa como personaje público comenzó en 1995, cuando fue elegido presidente del Consejo de Dirección de SGAE, un cargo que aún hoy ocupa. Fue entonces cuando Bautista, secundado por músicos y compositores como Ramoncín o Luis Cobos, comenzó su particular carrera por convertir a la SGAE en una de las entidades más odiadas de España.

A la cabeza de la SGAE, la tarea de Bautista consistió básicamente en la lucha contra la compartición de música y en el establecimiento de un sistema compensatorio por las aparentes pérdidas que la música compartida estaría originando a los autores. En este sentido, la imposición y defensa del canon digital fue uno de los caballos de batalla del presidente de SGAE y uno de los motivos por los que más criticado fue.

En cualquier caso, la mala imagen de Teddy Bautista frente a la sociedad no se formó tanto por su defensa de los derechos de autor cuanto por la vehemencia con la que ejercía esa defensa y la agresividad con que atacaba a los usuarios de redes P2P. En el recuerdo colectivo quedan frases como las siguientes:

-“El canon se paga y ya está, a quien no le guste que se aguante”

-“Bajar música es como robar un jersey en unos grandes almacenes”

-“El dinero que obtengo, perdón, obtenemos de la protección de derechos de autor es necesario para todos, incluso para los niños del tercer mundo”

-“Antes no había asociaciones de internautas, ni comunidades electrónicas, y ahora cualquier pendejo electrónico está construyendo la nueva democracia digital”

-“Se gana más vendiendo un kilo de discos que uno de hachís”

-“La piratería supone la quiebra de un sistema de valores morales”

Alguna de estas perlas las ha dicho también en televisión, en cuyos debates rara vez ha salido bien parado. Sobre todo cuando se ha enfrentado al abogado David Bravo, popularmente considerado su bestia negra:

Con éstas y otras actitudes, el presidente de la SGAE ha conseguido a lo largo de los años llevar a cabo una labor casi contraproducente en defensa de los autores, que a día de hoy están en el disparadero a raíz de la mala fama que les ha creado las actitudes y las formas de SGAE en general y Teddy Bautista en particular. La última polémica llegó de mano de la Ley Sinde, que, aunque parece callada, está aprobada gracias al apoyo, entre otros, de SGAE.

En 2004, en una entrevista a El Periódico, Teddy Bautista se definía como “un marxista en fase de descompresión anarquista”. Siete años después, parece que el autoproclamado defensor de la cultura y de los artistas deberá revisar sus motivaciones políticas y pensar en qué ideología encaja mejor una persona que preside una entidad que no sólo atesora gran parte del odio popular, sino que además será juzgada por un supuesto desvío de fondos.

La detención del presidente de la SGAE, Teddy Bautista, y su cúpula, a raíz de una operación de la Fiscalía Anticorrupción que colocaba a la entidad como culpable de un supuesto caso de desvío de fondos hizo prender ayer la Red. Sería prácticamente imposible encontrar a una sola persona en España que a estas alturas defendiese a Bautista. Pero, en una época en que los ciudadanos defienden a sus afines aunque estén imputados, ¿cómo se explica que casi nadie dude de la culpabilidad del presidente de SGAE? ¿Qué ha hecho este hombre para pasar de ser uno de los mejores músicos de soul de España a representar a la entidad más odiada de este país?

SGAE