Charlotte Gainsbourg: la 'hija divina' estrena disco y vídeo

Ser hija de Serge Gainsbourg y Jane Birkin debe ser difícil si una quiere dedicarse al mundo del espectáculo. Resulta demasiado complicado librarse de las odiosas comparaciones con dos de los mayores genios de la década de los 60 y de hecho a ella le costó sobreponerse a la inconmensurable figura musical de su padre, pero Charlotte Gainsbourg ha sabido ganarse un hueco rodeándose de las personas adecuadas.

Charlotte publica disco este martes 26 de enero, el tercero de su carrera. Para este nuevo trabajo, titulado IRM, ha contado con la participación de Beck. El genio californiano del lo-fi se ha puesto al otro lado de la mesa de sonido y ha producido un disco en el que no es difícil encontrar su huella. La prensa francesa ya lo considera uno de los mejores trabajos musicales del año.

La colaboración entre los dos no termina ahí, porque Beck también se ha encargado de las labores de composición. Su influencia se deja ver bastante en temas como Heaven Can Wait, primer single extraído del trabajo, en el que las melodías pop con cierto aire sesentero se entremezclan con sonidos más caseros, algo que es marca de la casa del autor de Loser y Cold Brains.

Charlotte ha heredado de sus padres el talento artístico. Su faceta como actriz la ha llevado a participar en proyectos muy dispares desde que en 1984 se pusiera por primera vez delante de una cámara. Destacan en su filmografía los personajes que interpreta en 21 gramos, de Alejandro González Iñárritu, y Anticristo, de Lars Von Trier. Gracias a este último papel salió del festival de Cannes del año pasado con el premio a la mejor actriz bajo el brazo. 

Su carrera musical comenzó de la mano de papá siendo aún adolescente. Su participación en el tema Lemon Incest estaba cargada de esa ambigüedad sexual que Serge Gainsbourg siempre ha sabido cultivar tan bien. El intérprete de temas legendarios como Je T´Aime Moi Non Plus o La Javanaise influyó en Charlotte For Ever, el primer trabajo de su hija, y de hecho la alargada sombra del padre acabó por apartarla durante años de la música.