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La vida de Rudolf Nureyev, contada a través de sus trajes y sus fotos
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La vida de Rudolf Nureyev, contada a través de sus trajes y sus fotos

Un centenar de trajes del bailarín Rudolf Nuyerev, acompañados de maquetas de decorados y fotografías de su colección privada, componen la muestra sobre el genial artista

Foto: La vida de Rudolf Nureyev, contada a través de sus trajes y sus fotos
La vida de Rudolf Nureyev, contada a través de sus trajes y sus fotos

Un centenar de trajes del bailarín Rudolf Nuyerev, acompañados de maquetas de decorados y fotografías de su colección privada, componen la muestra sobre el genial artista ruso que exhibe el Centro Nacional del Traje de Escena de Moulins.

Todas estas "reliquias" podrán ser contempladas hasta el próximo 11 de noviembre en los 1.500 metros cuadrados de esta exposición que sirve de antesala al museo dedicado al bailarín, que se inaugurará en 2011.

Trajes concebidos por Cecil Beaton, Ezio Frigerio, Nicholas Georgiadis, Martin Kamer o Franca Squarciapino, -que provienen del Centro Nacional del Traje de Escena (CNCS), de la Fundación Rudolf Nureyev y de teatros y coleccionistas privados-, conforman uno de los ejes más importantes de la exhibición, titulada "Rudolf Noureyev: 1938-1993, la trama de una vida".

Para evocar la vida de este artista, que nació en el Transiberiano y huyó de la antigua Unión Soviética (URSS) con 23 años, la exposición presenta también un centenar de fotografías, la mayor parte de la colección privada del también coreógrafo, que adquirió en sus numerosos viajes por todo el mundo. La Cinemateca de la Danza de París contribuye al homenaje con la presentación de algunos minutos de sus actuaciones y de entrevistas que concedió hasta su muerte como consecuencia del sida.

 

Películas en las que participó

En un extremo de la muestra se pueden observar extractos de los filmes en los que participó, como Corsaire, Marguerite et Armand, Casse Noisette y Les Sylphides, mientras que una gran pantalla, a semejanza del escenario del Palacio Garnier de París, proyecta La Bayadere, última obra del genial bailarín.

Algunos minutos de la Giselle que representó en Londres, y del Lago de los cisnes en Viena, -siempre con su inseparable Margot Fonteyn, con la que formó un exitoso tándem durante quince años-, el Don Quichotte con Lucette Aldous en Sydney o La Sylphide con Carla Fracci en Milán, recuerdan la técnica de este renovador del ballet. Compartiendo tan singular escena, los grandes temas musicales de sus ballets son otro de los elementos de la muestra que evocan la figura del que fuera director del ballet de la Ópera de París desde 1983 hasta su muerte.

Esta exhibición recoge además el lugar dedicado a la memoria de Nureyev que se instalará en el Quartier Villars de Moulins (centro) a partir de 2011 y que contará con 300 metros cuadrados decorados por el escenógrafo de confianza y asiduo colaborador del ruso, Ezio Frigerio.

El bailarín, que insufló savia nueva en la danza clásica con el desarrollo profundo de los roles masculinos, sintió predilección por los espectáculos fastuosos, propios de la estética de los filmes de los italianos Luchino Visconti y Franco Zeffirelli, señalan los organizadores.

 

Apasionado coleccionista

Al igual que en su vida profesional, fue un apasionado coleccionista de trajes, telas y alfombras, que la Fundación europea que lleva su nombre compró en la subasta que hizo la casa Christie's.

Muy interesado por la moda, Nureyev fue un referente del estilo masculino surgido en el Londres de los años 60, durante la época de apogeo de los Beatles y los Rollings Stones, a pesar de que la mayor parte de su vida residió en París. Desde su infancia se interesó por el vestuario e intervino en la creación de sus diseños y ya a su paso por la prestigiosa Escuela Kirov de Leningrado, cuando tenía 17 años, introducía mejoras y modificaciones para los trajes de sus compañeros.

Nureyev valoraba su vestuario, así como sus zapatillas de baile, "hasta un punto inimaginable", como lo muestra el pantalón que usó para todas las representaciones Corsaire, expuesto en la exhibición, apunta la comisaria, Martine Kahane. Con una puesta en escena digna de un espectáculo real, la penumbra revela el brillo de estos magníficos trajes que acompañaron a lo largo y ancho de los escenarios de medio mundo a una de las máximas figuras de la danza clásica del siglo XX.

Un centenar de trajes del bailarín Rudolf Nuyerev, acompañados de maquetas de decorados y fotografías de su colección privada, componen la muestra sobre el genial artista ruso que exhibe el Centro Nacional del Traje de Escena de Moulins.

Todas estas "reliquias" podrán ser contempladas hasta el próximo 11 de noviembre en los 1.500 metros cuadrados de esta exposición que sirve de antesala al museo dedicado al bailarín, que se inaugurará en 2011.

Trajes concebidos por Cecil Beaton, Ezio Frigerio, Nicholas Georgiadis, Martin Kamer o Franca Squarciapino, -que provienen del Centro Nacional del Traje de Escena (CNCS), de la Fundación Rudolf Nureyev y de teatros y coleccionistas privados-, conforman uno de los ejes más importantes de la exhibición, titulada "Rudolf Noureyev: 1938-1993, la trama de una vida".

Para evocar la vida de este artista, que nació en el Transiberiano y huyó de la antigua Unión Soviética (URSS) con 23 años, la exposición presenta también un centenar de fotografías, la mayor parte de la colección privada del también coreógrafo, que adquirió en sus numerosos viajes por todo el mundo. La Cinemateca de la Danza de París contribuye al homenaje con la presentación de algunos minutos de sus actuaciones y de entrevistas que concedió hasta su muerte como consecuencia del sida.