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‘Las damas de Hitchcock’ muestra la compleja relación del cineasta con sus actrices
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‘Las damas de Hitchcock’ muestra la compleja relación del cineasta con sus actrices

Si Alfred Hitchcock viviera hoy en día sería denunciado por acoso sexual. Esta es una de las afirmaciones que Donald Spoto hace en Las damas de

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‘Las damas de Hitchcock’ muestra la compleja relación del cineasta con sus actrices

Si Alfred Hitchcock viviera hoy en día sería denunciado por acoso sexual. Esta es una de las afirmaciones que Donald Spoto hace en Las damas de Hitchcock, un repaso a la obra del director a través de sus actrices, entre ellas Grace Kelly o Tippi Hedren, a las que profesó una mezcla de amor compulsivo y desprecio.

Spoto, autor también de El arte de Alfred Hitchcock y Alfred Hitchcock: la cara oculta del genio, llama la atención en este nuevo libro sobre la escasa frecuencia con la que el realizador habló de sus actores -y aún menos favorablemente- a lo largo de su prolífica carrera en la que realizó 53 filmes.

"Los actores son ganado", repitió en más de una ocasión Hitchcock, pudiendo oirse también la mordaz variación: "nunca dije que los actores fueran ganado. Lo que dije es que a los actores hay que tratarlos como a ganado". Y según desvela Spoto, la afirmación se hizo realidad con muchas de sus actrices, que durante los rodajes tuvieron que soportar la inclinación del realizador por el humor obsceno y la ironía hiriente, en el mejor de los casos, y el maltrato físico y psicológico unido al acoso sexual, en el peor.

La actriz Tippi Hedren, a la que el director lanzó al estrellato gracias a Los pájaros y Marnie, la ladrona, fue quizá quien acusó más "el sádico comportamiento" del realizador, que no dudó en someterla al ataque real de las temibles aves o exigirle que "estuviera sexualmente disponible para él donde y siempre que él quisiera", recuerda la actriz en un fragmento recogido en el libro.

Ni siquiera Ingrid Bergman o Grace Kelly, máximos exponentes de su ideal de mujer, recibieron elogios de un director que -explica el autor- no dudaba en utilizar todo tipo de recursos de mal gusto cuando buscaba "una repentina expresión de consternación ante determinada escena emocionalmente complicada".

"Desdichado, solitario, lleno de desprecio hacia sí mismo"

Si Alfred Hitchcock viviera hoy en día sería denunciado por acoso sexual. Esta es una de las afirmaciones que Donald Spoto hace en Las damas de Hitchcock, un repaso a la obra del director a través de sus actrices, entre ellas Grace Kelly o Tippi Hedren, a las que profesó una mezcla de amor compulsivo y desprecio.

Spoto, autor también de El arte de Alfred Hitchcock y Alfred Hitchcock: la cara oculta del genio, llama la atención en este nuevo libro sobre la escasa frecuencia con la que el realizador habló de sus actores -y aún menos favorablemente- a lo largo de su prolífica carrera en la que realizó 53 filmes.