Blanca Li se tira al ruedo con la copla en el musical 'Enamorados Anónimos'

La bailarina y coreógrafa Blanca Li se ha "tirado al ruedo" dirigiendo Enamorados anónimos, un espectáculo de teatro musical cuyo eje conductor es la copla, un género al que, acompañada de Javier Limón en la dirección musical, quiere cortar un "traje nuevo", pero sin ceder en la exigencia vocal.

A partir del 16 de octubre, Enamorados Anónimos toma el testigo del exitoso musical con las canciones de Mecano Hoy no me puedo levantar en el Teatro Rialto de la Gran Vía madrileña, con un equipo artístico en el que participan guionistas como David Serrano (Hoy no me puedo levantar, El otro lado de la cama o Días de fútbol). "Quiero modernizar la copla e intentar que se encuentre con otro tipo de público. Muchos jóvenes de hoy no saben qué es este género, y este musical puede ser un punto de encuentro entre los que la conocen y los que no, para redescubrirla y para descubrirla, con un traje nuevo, que tenemos que hacer nosotros", ha explicado en una entrevista.

La artista ha tomado las riendas de la dirección escénica y coreográfica del montaje porque ya había tenido varias experiencias anteriores como coreógrafa en musicales, y resulta "frustrante", porque, al final, la coreografía puede quedar como un "parche". "Tú tienes un concepto de lo que quieres hacer, pero en el concepto del director de escena puede no entrar o no funcionar", aclara. Además, dijo "sí" a este proyecto por Javier Limón, productor que arrasó con Lágrimas Negras, arreglista de Concha Buika -cantante renovadora de la copla- y productor también de Paco de Lucía, quien ha hecho una "introducción para el espectáculo preciosa", según Blanca Li.

"Hemos tenido intérpretes de copla alucinantes, gente maravillosa. Las referencias que tenemos los que conocemos el género son de un altísimo nivel. Y para los que no lo conocen, una copla mal cantada no les iba a conseguir tocar. Por eso, opté por buscar cantantes que defiendan muy bien el momento musical y vamos a trabajar en la parte de actuar", prosigue la creadora de espectáculos como Corazón loco o Poeta en Nueva York, que dirige el Centro Andaluz de Danza. En este sentido, añade: "la copla es un género difícil, hay que aprender los giros porque tiene muchos secretos. En eso estamos siendo muy exigentes, aunque los arreglos son diferentes y hay cosas que sacamos de su lugar para divertirnos y sorprender".

La bailarina y coreógrafa ha trabajado con el equipo de guionistas para encajar las 15 ó 20 coplas de Quintero, León, Quiroga, Joaquín Sabina y Carlos Cano, en el texto dramático, que, ambientado en la actualidad, ubica a sus personajes, heridos de amor, en una clínica de rehabilitación de enamorados. "Nos da pie a que cada uno cuente sus historias y vivan sus dolores", ha precisado la directora.

Además, se ha rodeado de su "fiel" equipo, y ha encargado a Paco Delgado el vestuario y el escenario, que es una gran caja blanca llena de luz. "El decorado es sobrio, moderno y sencillo", comenta la artista que no olvida los guiños: "estamos huyendo de los tópicos, pero cuando lo queremos explotar podemos hacerlo, porque todos tenemos las mismas referencias culturales", concluye.