Tamara Rojo: "El artista tendría que responsabilizarse respecto al producto"

La bailarina Tamara Rojo, que interpretará Manon en la ex colonia británica el sábado, subrayó en una entrevista la necesidad de una "buena ley de artes escénicas" en España donde el artista intervenga en la captación de los fondos.

"Los artistas españoles siempre estamos pidiendo subvenciones del Estado, y por eso quiero que las leyes cambien, para que tengamos responsabilidad con respecto al producto", avanzó Rojo en el Centro Cultural de Hong Kong.

La primera bailarina del Royal Ballet de Londres (compañía que no visitaba Hong Kong desde 1983, cuando aún era territorio británico) criticó que las actuaciones subvencionadas no tengan que rendir las mismas cuentas que rinden los proyectos de financiación mixta.

La pupila de Víctor Ullate insistió en la necesidad de encontrar un equilibrio entre lo que el Estado da ("una compañía de buena calidad merece un respaldo oficial") "y el dinero que uno tiene que recaudar como artista", lo que lleva a "presentar un proyecto que interesa al público".

"El público es muchísimo más inteligente y formado de lo que algunos artistas quieren reconocer, y además estamos ahí para servirle. Sobre todo si el dinero viene de él".

Favorable al modelo anglosajón de compañía

La premio Príncipe de Asturias (2005) y Benois de la Dance (2008), se mostró abiertamente favorable al modelo anglosajón, donde se permite que las empresas y los ciudadanos "inviertan y se favorezcan de invertir en arte (deduciendo de la declaración de la renta las inversiones que hacen en fundaciones artísticas)".

La bailarina, que en 2006 presentó un proyecto al Gobierno para la creación de una compañía pública de danza clásica, dijo que lo único que falta para sacarlo adelante "es una decisión política de invertir en cultura, no sólo en ballet".

Su idea sigue inmutable respecto a hacer algo similar a "la compañía del Royal Ballet o incluso al Ballet de la Ópera de París, donde hay una estructura clásica pero a la vez invertir en creadores, para que la compañía tenga una identidad propia".

En este sentido, y ante el panorama económico actual, que podría retrasar aún más ese proyecto, afirmó que "ahora (en España en general) vamos a ver las vacas flacas". "A lo mejor ahora nos damos cuenta de que tendríamos que haber invertido en un turismo más sofisticado que no se vea afectado por las crisis mundiales y ese turismo es por ejemplo el que tienen los franceses, un turismo cultural", apuntó.

Desea "lo mejor" a Angel Corella, creador de su propia compañía

A su compañero de profesión Ángel Corella, que estrena en septiembre su propia compañía, le deseó desde Hong Kong "lo mejor", si bien observó como "todo un reto" para el artista "mantener a largo plazo una compañía de danza sólo con dinero privado".

Los más de 90 bailarines de la compañía británica, que vive una de sus épocas doradas gracias al carácter marcadamente internacional de sus componentes, según aseguró Monica Mason, directora artística del Royal Ballet, además de Hong Kong también han incluido en su gira Japón y las ciudades chinas de Pekín y Shanghai.

Tamara Rojo, que además de sus actividades propias de bailarina se forma en dirección de compañía en el Ballet Nacional de Canadá, explicó que los artistas chinos "ahora mismo están como los japoneses en los 70 y los 80, absorbiendo toda esta cultura que les fascina y les interesa, y que quieren sea parte de ellos".

Del Ballet Nacional de China, observó que "tienen un gran repertorio, pero al mismo tiempo están invirtiendo mucho en absorber repertorio internacional". Rojo, que ya bailó con ellos en 2007 volverá a hacerlo en 2009, a petición de la compañía asiática. También irá "a enseñar". "Quieren sobre todo que les muestre cómo hacer un trabajo dramático que para ellos es muy diferente, porque su dramatización es muy diferente", señaló.

El celuloide, que de momento no encuentra hueco en su recargada agenda, no lo descarta, sobre todo si le llega una oferta de un cineasta europeo, argentino o mexicano, tres cines que admira. "¡A mí si Carlos Saura me llama yo voy! Depende de quién te llame y de qué proyecto, también Alejandro Amenábar y Guillermo del Toro".