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Música para aeropuertos
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Música para aeropuertos

Se está gestando la gran evasión, con la excusa del ocio vacacional, los aeropuertos españoles se colapsarán con grandes masas de viajeros en busca del sol

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Música para aeropuertos

Se está gestando la gran evasión, con la excusa del ocio vacacional, los aeropuertos españoles se colapsarán con grandes masas de viajeros en busca del sol y la playa de exóticos destinos. El viajar en avión está considerado una de las actividades más estresantes que se pueden dar. Ese tenso deambular entre las terminales atravesando humillantes filtros de seguridad puede llegar a ser traumático y no digamos sentarse en una estrecha butaca de ‘low cost’.

Mientras producía simultáneamente la trilogía, 'Low', 'Heroes' y 'Lodger' para su amigo David Bowie, Eno se puso en contacto con la dirección del aeropuerto de La Guardia en Nueva York para proponerles realizar unas pruebas para ver cómo reaccionaban los pasajeros con unos pasajes de piano y secuencias electrónicas que había realizado, pretendía componer sonidos para aliviar el estrés, el miedo a volar y la angustia de la espera en las terminales.

Brian Eno puso en marcha en 1975 un experimento musical que llamó Ambient 1: Music for Airports. Se le ocurrió componer música para estos espacios públicos, preguntándose: ¿Qué clase de música podría ser?.

- No podría interferir con las comunicaciones, con un tono más alto o más bajo que la voz humana.

- Tendría una duración larga, fluyendo con el sonido siempre presente.

- Podría ser interrumpida por anuncios, sin ser menoscabo de su componente estético.

El término ambient fue acuñado por Brian Eno, quién lo utilizó por primera vez en su álbum Ambient 1. Music for Airports, editado en 1978. La idea que desató el proyecto surgió durante la convalecencia de un accidente de coche que lo dejó inmovilizado durante un tiempo. Brian Eno le pidió a una amiga que lo visitaba que antes de irse, le pusiera un disco de arpa del siglo XVII, cosa que ella hizo pero olvidándose de subir el volumen. De esta manera, Brian Eno tenía que poner gran concentración para oír el arpa por encima del ruido ambiente que justo en ese momento coincidió con el de la lluvia. Eno se sintió cautivado por la experiencia y de ahí surgió el concepto de 'ambient' del que Music for Airports fue su primera grabación, asunto que con la electrónica barata y los clubs ha degenerado en el 'chill out'.

La música ambient de Eno se independiza del compositor ya que se limita a seguir unas normas y unos tempos predeterminados.

En Música para Aeropuertos, la estructura es simple: una serie de notas repetidas en ciclos, una nota se repite cada 23 segundos, la otra cada 25 por 7/8 de segundo, otra cada 29 por 15/16 de segundo, y así sucesivamente, sobre una base constantemente. Como los tiempos son totalmente irregulares, es imposible que los ciclos se sincronicen alguna vez. El resultado es una obra de duración infinita, que simplemente nunca sonará igual en ningún momento. En consecuencia, la obra en sí se vuelve menos importante que las reglas que determinan su evolución, y las notas y la duración de los ciclos. A medida que la obra se desarrolla, uno escucha diferentes arreglos con una variedad infinita.

Música para Aeropuertos consta de cuatro partes que son 1/1, 1/2, 2/1, 2/2, el segundo número indica la cara del vinilo original. En 1/1 participa Robert Wyatt al piano. 2/1 es de casi 9 minutos, pero hubo una versión de 30 minutos, que resultó demasiado aburrida, se desechó… 1/2 es una mezcla de los elementos de las dos piezas anteriores; mientras que 2/2 está basada en sonidos completamente sintetizados, con un tono melancólico.

El experimento fue en parte un fracaso ya que el bienestar que irradia se tradujo en pasajeros relajados que no compran souvenirs y apacibles siestas en las salas de embarques y La Guardia bajó su ritmo por un par de semanas inolvidables.

Las autoridades aeroportuarias decidieron suspender para siempre el plan piloto y no seguir perdiendo millones de dólares en ventas y vuelos retrasados por la tardanza en acudir a las puertas de embarque.

Se está gestando la gran evasión, con la excusa del ocio vacacional, los aeropuertos españoles se colapsarán con grandes masas de viajeros en busca del sol y la playa de exóticos destinos. El viajar en avión está considerado una de las actividades más estresantes que se pueden dar. Ese tenso deambular entre las terminales atravesando humillantes filtros de seguridad puede llegar a ser traumático y no digamos sentarse en una estrecha butaca de ‘low cost’.