'La casa de Bernarda Alba' de Amelia Ochandiano cierra su gira en Madrid

El montaje de La casa de Bernarda Alba que dirige Amelia Ochandiano con un reparto de actrices como Margarita Lozano, María Galiana, Ruth Gabriel y Concha Hidalgo, cierra su gira en el Teatro Alcázar, donde está en cartel hasta el 17 de junio "en un momento dulce" y con 150 funciones a sus espaldas.

Todo el equipo del montaje celebró este jueves en el Teatro Alcázar las 150 funciones de esta obra, con la que regresan a Madrid "por petición del público", tras su estancia el pasado mes de marzo en el Centro Cultural de la Villa, explicaron varias de sus integrantes.

Amelia Ochandiano recordó que con este montaje de la obra de Federico García-Lorca, que a su juicio es uno de los textos dramáticos más importantes del siglo XX, "no ha pretendido aportar nada nuevo, sino intentar ceñirse a lo que está escrito, buscando la esencia y con una puesta en escena limpia", con escenografía de Ana Garay.

Personajes cargados de personalidad

"Es una función de actrices, porque todos los personajes tienen un proceso y una personalidad", prosiguió la directora de escena, quien invitó al público a ver esta representación porque "siempre es apropiado ver un clásico que habla de muchas cosas y que está interpretado por un grupo de mujeres con tanta experiencia".

Para la actriz María Galiana, la función "está en un momento dulce; la hemos hecho nuestra y, además, el ritmo no decae y nos relacionamos con mucha facilidad en el escenario".

Por su experiencia como profesora, la actriz ha observado que lo mejor de esta función es que "capta y motiva al público desde el primer momento, desde que se expone la situación, y el espectador va a la par" con el reparto en el nudo y en el desenlace de la acción dramática.

"Estamos en un momento espléndido, porque todavía la función se renueva y constantemente hay algo que descubrir en el texto", observó Ruth Gabriel, quien subrayó la buena acogida del público joven y quien confesó que, en su caso, lo más difícil ha sido dar vida a Magdalena, un personaje "antipático" y que no la gustaba. "Te hace meterte en lo peor de ti", señaló.

Concha Hidalgo también subrayó la atenta acogida que ha observado en el público joven a "un problema que sigue vivo" y opinó que lo mejor de este montaje "es que respira sinceridad; da la sensación de que lo estás viviendo".