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Londres rinde homenaje a la pionera del diseño Eileen Gray
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Londres rinde homenaje a la pionera del diseño Eileen Gray

Londres rinde actualmente homenaje a Eileen Gray (1878-1976), una de las más personalidades más originales del diseño de la primera mitad del siglo XX, cuya obra

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Londres rinde homenaje a la pionera del diseño Eileen Gray

Londres rinde actualmente homenaje a Eileen Gray (1878-1976), una de las más personalidades más originales del diseño de la primera mitad del siglo XX, cuya obra influyó tanto en el modernismo como en el Art Déco. Gray escribió en cierta ocasión "Para crear, lo primero que hace falta es ponerlo todo en tela de juicio", y este lema parece haber presidido toda su obra, desde los trabajos laqueados de sus comienzos parisinos hasta sus diseños arquitectónicos.

Resulta sorprendente que, sin formación formal de arquitecto en una época en que ésa era una profesión de hombres, Gray diseñase algunos edificios modernistas cuya belleza funcional no está reñida, sin embargo, con una profunda calidad humana. "Los diseñadores modernos han exagerado el aspecto tecnológico. Falta la intimidad...las fórmulas no son nada, la vida lo es todo", escribió en 1929.

De origen aristocrático escocés e irlandés, Gray siempre fue una figura solitaria, y eso está en la base de su profunda originalidad como creadora, según puede apreciarse en la exposición que acaba de inaugurarse en el Museo del Diseño de Londres y que coincide con la Feria del Diseño de esta capital.

Tras estudiar algún tiempo en la Slade School of Design londinense, Gray hizo las maletas y se dirigió a París, donde abrió en 1922 una galería en la famosa calle del Faouburg Saint-Honoré bajo el nombre ficticio de Jean Désert. Jean era el nombre de pila del crítico de arquitectura rumano Badovici, que se había convertido en su amante, y que realizaría con ella algunas de sus modelos arquitectónicos, y Désert representaba el desierto marroquí, que adoraba.

En su galería produjo fascinantes piezas lacadas, método que había aprendido de un joven artesano japonés llamado Seizo Sugawara, alfombras, a las que aplicó una rica paleta de colores, y muebles ejecutados con los nuevos materiales industriales, sobre todo el acero tubular, del que fueron pioneros Le Corbusier y los maestros de la Bauhaus.

Centro del movimiento moderno

Gray diseñó muebles que combinaban el máximo confort con el mínimo espacio: sillas y hamacas plegables, que podían sacarse a la terraza o guardarse en cualquier sitio, una elegante mesilla circular de cristal y acero tubular que permitía desayunar en la cama, muebles con cajones que giraban sobre su eje.

Gray tuvo su primera gran exposición en el Salon des Artistes Décorateurs parisino en 1923, pero la crítica de la capital francesa acogió muy negativamente su sofisticado tocador Montecarlo, que alguien dijo que parecía diseñado para la hija del doctor Caligari.

Por el contrario, el arquitecto modernista holandés JP Oud, uno de los fundadores del movimiento abstracto "De Stijl", la felicitó por su diseño, y en 1924 la revista holandesa de vanguardia Wendingen escribió de ella que estaba "en el centro del movimiento moderno".

En la exposición londinenses se muestran, además de algunos de sus originales muebles, planos y maquetas de dos casas que diseñó en el sur de Francia, cerca de Saint Tropez.

La primera, en forma de L, que llamó de modo críptico E-1027, la concibió junto a Jean Badovici y en ella empleó el mismo rigor e idéntica economía en los espacios interiores que en la arquitectura interior, con muebles empotrados y ventanas que aparecían y desaparecían según las necesidades.

Entre 1932 y 1934 y tras su separación de Badovici, Gray construyó con ayuda de artesanos locales otra casa, cerca de la primera, que bautizó Tempe á Pailla, en la que trabajó con artesanos locales, y para la que diseñó muebles cómodos, prácticos y sobre todo tremendamente versátiles.

Londres rinde actualmente homenaje a Eileen Gray (1878-1976), una de las más personalidades más originales del diseño de la primera mitad del siglo XX, cuya obra influyó tanto en el modernismo como en el Art Déco. Gray escribió en cierta ocasión "Para crear, lo primero que hace falta es ponerlo todo en tela de juicio", y este lema parece haber presidido toda su obra, desde los trabajos laqueados de sus comienzos parisinos hasta sus diseños arquitectónicos.