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Esta particular iniciativa la lanzó el Museo Leopold como un tributo al género del desnudo y a lectura que de él hicieron artistas como Gustav Klimt, Egon Shiele y Oskar Kokoschka.
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Esta particular iniciativa la lanzó el Museo Leopold como un tributo al género del desnudo y a lectura que de él hicieron artistas como Gustav Klimt, Egon Shiele y Oskar Kokoschka.

Cientos de personas han visto hoy en el Museo Leopold de Viena el arte al desnudo, al entrar de forma gratuita todos aquellos que acudieron a

Foto: Esta particular iniciativa la lanzó el Museo Leopold como un tributo al género del desnudo y a lectura que de él hicieron artistas como Gustav Klimt, Egon Shiele y Oskar Kokoschka.
Esta particular iniciativa la lanzó el Museo Leopold como un tributo al género del desnudo y a lectura que de él hicieron artistas como Gustav Klimt, Egon Shiele y Oskar Kokoschka.

Cientos de personas han visto hoy en el Museo Leopold de Viena el arte al desnudo, al entrar de forma gratuita todos aquellos que acudieron a una exposición ligeros de ropa o completamente desvestidos. La pinacoteca Leopold de Viena, situado en el Barrio de los Museos, regalaba hoy una entrada y el catalogo de la exposición de La verdad desnuda: Klimt, Schiele, Kokoschka y otros escándalos, abierta hasta el 22 de agosto, a quien se presentase desnudo o en bañador.

"Me ha sorprendido la cantidad de gente que ha venido, hemos repartido unas 200 entradas gratuitas hasta las 15.00 horas por lo que creo que se puede doblar esa cifra hasta la hora del cierre", dijo a EFE Annelise Forthuber, encargada en el guardarropa de repartir las entradas a los asistentes.

Esta particular iniciativa la lanzó el Museo Leopold como un tributo al género del desnudo, así como a la radical y explicita lectura que de él hicieron artistas del cambio de siglo vienés como Gustav Klimt (1867-1918), Egon Schiele (1890-1918) y Oskar Kokoschka (1886-1980).

Este sería el lado artístico del asunto, aunque la gente se ha decidido por el aspecto festivo de la jornada, ayudada por la continua publicidad radiofónica que se ha dado al evento y con la perspectiva de huir de la insoportable canícula veraniega, con temperaturas de 37 grados. El ropero donde trabaja Annelise es un pequeño espacio situado a la izquierda de la entrada principal, transfigurado hoy en una especie de sala para cambiarse o desnudarse a la vista de los presentes.

Gente de todas las edades ha acudido al museo y tras despojarse de su ropa entraron a la muestra de la forma más diversa: algunos completamente desnudos, la mayoría en bañador y bikini, y otros en ropa interior o tanga.

"Al principio me ha causado algo de impresión ver al primer nudista, pero luego te acostumbras, y la suerte para nosotras es que la mayoría son hombres", añadió la responsable de dar las entradas gratuitas, que dijo que uno de cada cuatro iba sin mas ropa que las chanclas que regalaba el museo a los más valientes.

Entre los asistentes existían todo tipo de opiniones, Antonnello, un hombre de 45 años que pasa el verano en Viena para aprender alemán, y que iba con una escueto bañador, aseguró que "nunca había tenido la experiencia de visitar así un museo, en Italia esto sería impensable".

Dos estudiantes universitarias austríacas en bikini y con unos llamativos zapatos de tacón comentaban que les parecía una buena ocasión para visitar la muestra y agregaron que "en Austria la gente es muy abierta y no hay ningún problema".

Otras personas consideraron la propuesta como superflua, y hubo quien al ver al reportero acercarse con el bloc de notas optó por la huida como toda respuesta.

Entre los asistentes matutinos se encontraba también una estudiante de arte dibujando, únicamente vestida con una pareo en la cintura, algunos de los bocetos de Schiele que se encuentran en la planta del sótano del museo.

"Dibujar así no cambia nada, pero al tratarse de un desnudo quizá se da una relación más carnal con la pintura", aseguró entre risas. Por otro lado, el museo calificó la jornada de un "completo éxito", mientras que alguno de los vigilantes del museo se quejaban de que hoy han tenido más trabajo. Muchos de los asistentes querían inmortalizar su hazaña dejándose fotografiar desnudos ante cuadros de Klimt o Schiele, algo prohibido por la normativa del museo y que ha supuesto que el personal tenga que advertírselo a más de un despistado.

El título de la exposición del museo Leopold que reúne más de 180 cuadros proviene de La verdad Desnuda (Nuda veritas), un cuadro de Gustav Klimt que representa a una mujer desnuda de pie y con un espejo de mano en dirección a quien observa el cuadro.

Cientos de personas han visto hoy en el Museo Leopold de Viena el arte al desnudo, al entrar de forma gratuita todos aquellos que acudieron a una exposición ligeros de ropa o completamente desvestidos. La pinacoteca Leopold de Viena, situado en el Barrio de los Museos, regalaba hoy una entrada y el catalogo de la exposición de La verdad desnuda: Klimt, Schiele, Kokoschka y otros escándalos, abierta hasta el 22 de agosto, a quien se presentase desnudo o en bañador.