Cebrián presume de tener una de las menores deudas de los medios españoles

El presidente del grupo Prisa, Juan Luis Cebrián, por fin ve la luz al final del largo túnel por el que ha atravesado la compañía en los últimos años y que ha supuesto la pérdida de algunas marcas emblemáticas como Digital+, Cuatro o Ediciones Generales, entre otros medios, así como una importante reestructuración de personal en las principales cabeceras del grupo. En un desayuno del Foro de la Nueva Comunicación protagonizado este jueves por el director de 'El País', Antonio Caño, Cebrián ha presumido de que Prisa tenga a día de hoy, una de las deudas más pequeñas entre los medios de comunicaciòn españoles. Mérito que ha atribuido a la gestión llevada a cabo por su exconsejero delegado y hoy presidente de Indra, Fernando Abril Martorell.

Cebrián se ha expresado asi al responder a una pregunta relacionada sobre la relación que puede haber entre la deuda de Prisa y la posición editorial del diario 'El País'. Hay que recordar que en el Consejo de la compañía se sientan los grandes bancos del país como Banco Santander, La Caixa o el HSBC y firmas como Telefónica.

"La deuda de Prisa en este momento, en relación a su ebitda, es de las menores entre los medios de comunicación españoles", ha explicado Cebrián. "Ha sido muy grande hace años pero digamos que el problema está prácticamente resuelto y estará definitivamente resuelto en los próximos 10 meses". Según las últimas resultados trimestrales remitidos esta semana a la CNMV, el grupo mantiene a día de hoy una deuda financiera de 1.880 millones de euros frente a los 2.582 millones que tenía 'apalancados' el pasado mes de diciembre. En esta evolución ha influido la cancelación de 566 millones de euros con fondos provenientes de la venta de Digital+ a Telefónica, así como la cancelación de otros 201 millones adicionales mediante la recompra de deuda a descuento con fondos procedentes de la venta de la participación que Prisa aún mantenía dentro de Mediaset España tras la fusión de Cuatro con Telecinco.

No obstante, Cebrián ha recalcado que la posición editorial de cada uno de los medios del grupo Prisa la marca su director y que no hay, por tanto, relación alguna con la gestión empresarial de la compañía. Al respecto, Caño ha remarcado que no le influye en absoluto la situación financiera del grupo en su día a día. "Me cuesta imaginar la relación entre la deuda de Prisa y el editorial que publicamos hoy o entre la deuda y el titular de la página 16", ha explicado. "Honradamente, no encuentro ninguna relación".

Los medios han sido "demasiado agresivos" con Google

Antonio Caño ha reconocido también que los grupos editoriales españoles han sido "demasiado agresivos" con las compañías tecnológicas, especialmente con Google, y ha considerado que "hay un extraordinario margen" para el entendimiento.

A su juicio, los medios no han entendido que las compañías tecnológicas "necesitan nuestros productos" y que "están dispuestos a negociar por ellos", una realidad de la que hay que partir. Tras señalar que "hay un extraordinario margen para el entendimiento", Caño ha señalado que "esa es la vía que hay que seguir" y la que está siguiendo 'El País' "en estos momentos". "Creo que tenemos poderosas razones para ser aliados y no rivales", ha subrayado.

Cebrián ha reconocido que el cambio digital está afectando a los periódicos y está llevando a "una auténtica refundación" de 'El País', que "se enfrenta de verdad a una segunda fundación". La transformación tecnológica ha copado buena parte de la intervención de Caño, quien no ha querido entrar en la desaparición o no del papel, pero ha considerado que los periódicos tendrán que ser "mitad un medio de comunicación y mitad una compañía tecnológica". Pero, ha advertido: "Que nadie vea que la necesidad de convertirnos en una empresa digital vaya en detrimento de nuestro producto en papel".

Caño ha criticado también lo que ha denominado como "tertulianismo", que se está convirtiendo "en un espectáculo en el que el periodista es un actor más con un guión escrito de antemano y un papel del que no puede salirse si no quiere perder la silla en el estudio de televisión".

Asimismo, ha criticado la existencia de "un brote de periodismo de compromiso o de denuncia", que a veces "se disfraza de digital o se llaman confidenciales", y que, en su opinión, "es uno de los peligros que amenazan nuestro futuro".