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Montoro tiene vía libre para sus 1.500 despidos en RTVE tras el no al convenio
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maniobras políticas para evitar el ajuste

Montoro tiene vía libre para sus 1.500 despidos en RTVE tras el no al convenio

“Es una situación inédita”, coinciden diversas fuentes de RTVE. El rechazo al convenio colectivo abre en la Corporación un frente con un impacto imprevisible.

Foto: Fotografía facilitada por RTVE del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. (EFE)
Fotografía facilitada por RTVE del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. (EFE)

“Es una situación inédita”, coinciden diversas fuentes de RTVE. La decisión tomada por los trabajadores de rechazar el convenio colectivo pactado por los sindicatos y la dirección abre en la Corporación un frente de consecuencias imprevisibles. Y no tanto porque la plantilla quede ahora sin un marco de referencia laboral ad hoc. El problema de fondo es que la aprobación de ese acuerdo activaba de forma inmediata un pacto para mantener el empleo en la casahasta 2015, supuesta cesión de la empresa a cambio del plácet sindical para acometer una reducción en los costes salariales de 28,5 millones. La ruptura escenificada ayer deja las manos libres al presidente, Leopoldo González-Echenique, y sobre todo al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para tomar medidas drásticas en la cadena pública.

“La dirección nos ha dejado claro que nuestros accionistas ya no tienen ningún compromiso de mantenimiento del empleo y que buscarán soluciones a la actual situación”, subrayaban fuentes sindicales presentes en la comisión negociadora que luchaba a última hora de la tarde por cerrar un documento de mínimos que presentar a trabajadores y opinión pública. Pactada la prórroga del actual convenio hasta el 1 de diciembre, sindicatos y gestores discrepaban sobre si mantener abierta dicha mesa. La empresa estimaba que nada más había que hablar; los representantes sindicales no querían cerrar aún esa puerta. Finalmente, quedósimplemente suspendida. Por la mañana, el consejo de administración había analizado la situación hasta pasadas las tres. En paralelo, los desairados sindicatos también velaban armas.

En este marco de incertidumbre, las conspiraciones y los movimientos políticos comenzaban a cobrar forma. Uno de los planteamientos salidos del cónclave matutino pasaba porque PP y PSOE negociaran vía Congreso una dotación extra de 100 millones de euros para la Corporación con el fin de dar más margen a las apretadascuentas y evitar los ajustes.Un planteamiento maestro desde la filas socialistas, que podrían esgrimir ese intentoinextremisparadesvincularse de unos posibles recortes de plantilla. La patata caliente quedaría en el tejado de Montoro, queno sólo lidia con el déficit de RTVE, sino con el público.

Leopoldo González-Echenique. (EFE)Y es que la guadaña de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), dependiente de Hacienda y, de hecho, principal accionista de la Corporación, lleva tiempo afilada. Como publicóEl Confidencial, el compromiso de mantenimiento del empleo durante dos años asumido en julio por Echenique contrasta radicalmente con la posición que puntualmente ysotto vocetransmiten las huestes de Montoro, partidarias deacometer un ajuste de plantilla de al menos 1.500 personas para garantizar la estabilidad financierade la sociedad a medio y largo plazo. El propio Ministerio ha puesto a RTVE entre la espada y la pared, con dramáticos recortes de presupuesto que han devuelto a la empresa a la época de los números rojos.

¿Cabe una medida de esa índole? “¿Por qué no? -responden con otra pregunta fuentes de casa próximas a la negociación-. La garantía de empleo se ha perdido y la SEPI dejaba caer hace no mucho unas salidas entre 1.600 y 1.800 personas”. Una fuente sindical se remitía a las palabras pronunciadas por la dirección en la comisión negociadora e iba un paso más allá. “No hay quien nos quite el ERE. Las cuentas no salen. Es una cuestión de tiempo”, lamentaba. En lo más inmediato, el consejo de administración ha elevado una consulta a la Comisión Nacional de Convenios Colectivos para que le asesoresobre qué convenio de sector es de aplicación en la Corporación una vez vencido el actual y ante la falta de acuerdo sobre su renovación.

Fuentes sindicales exponen que los dos únicos convenios que caben sonel de productoras audiovisuales o el de la Administración pública.Cualquiera de los dos está lejos de contener los derechos de que ahora disfrutan los trabajadores de RTVE. Ante ese escenario y bajo el argumento de que ninguno responde a la problemática operativa de la empresa, los sindicatos aspiran a quela dirección acepte una solución intermedia y pueda plantearse mantener el actual marco laboral con “descuelgues de algunas cláusulas para llevar a cabo los ajustes económicos”. Claro que todas las fuentesconsultadas coinciden en que la votación del miércolesdeja al equipo de González-Echenique un amplio margen de maniobra.

Un revés para Echenique

La empresa, en todo caso, también sufre su particular varapalo. Y es que los trabajadores no sólo votaban el convenio colectivo y el blindaje por dos años. Tambiénse sometía a consulta el plan de producción aprobado por el consejo de administración, que marcaba lahoja de rutapara los próximos tres años en cuestiones claves como la producción propia. La cuestión no es baladí, en tanto la propuesta queda ahora en el limbo y deja abierta la planificación del próximo trienio. Todo un revés para la Corporación, que pelea por sujetar la audiencia por encima de los dos dígitos y justificar un presupuesto que, aunque menguante, aún supera los 800 millones de euros anuales.

Según se quejaban ayer fuentes internas de la cadena, la votación -en la que el no ganó por apenas 29 votos (2.329 contra 2.300)- también ha puesto de manifiesto la incapacidad de la estructura de la Corporación para movilizar el voto afirmativo. “No se ha perdido en los centros territoriales, se ha perdido en Madrid y, más en concreto, en Torrespaña. Algunos deben pensar que,como el 100% de los informativos debe hacerse con medios propios, esto no va con ellos”, lamentaba un nivel intermedio de la compañía bajo condición del anonimato. ¿Irresponsabilidad o hartura? “Los trabajadores hemos dicho "no" al exceso de directivos externos, la contratación de productoras externas, a una gestión de mucho tiempo...”, reflexionaba ayer un trabajador de la casa. La cuestión es si no pagarán con creces el golpe en la mesa.

El denominadoAcuerdo base para la negociación del II Convenio Colectivo de la Corporación RTVEdejaba claro quela plantilla se mantendrá entre el 1 de enero de 2013 y el 13 de diciembre de 2015en los niveles aprobados por el Pacto de los Peñascales, esto es, en 6.400 efectivos. “La plantilla de ámbito de aplicación del Convenio sólo podrá minorarse por las bajas que se produzcan como consecuencia dejubilaciones, bajas voluntarias, fallecimientos, finalización de contratos, causas recogidas en el contrato, mutuo acuerdo y cualquier otra causa contemplada en el convenio colectivo”, exponía el documento firmado por Echenique.

A cambio, los sindicatos firmantes (sólo CCOO quedó fuera del pacto) admitían que, tras los recortes presupuestarios sufridos por la Corporación, “se hace necesario revisar todas las partidas que, directa o indirectamente, afectan al personal, con el fin de lograr un objetivo global de ahorro del 7,5% con referencia a los gastos de personal, lo que supone una cuantía de 28,5 millones de euros”. Hasta ahora ya se había pactado reordenar las rutas que trasladan a los trabajadores a los centros de trabajo, lo que suponía un ahorro anual de cinco millones de euros. También se garantizaba a los sindicatos que eventuales medidas de ajuste en la Administración no serían en RTVE “superiores a las experimentadas por el resto del sector público desde el año 2010”.

“Es una situación inédita”, coinciden diversas fuentes de RTVE. La decisión tomada por los trabajadores de rechazar el convenio colectivo pactado por los sindicatos y la dirección abre en la Corporación un frente de consecuencias imprevisibles. Y no tanto porque la plantilla quede ahora sin un marco de referencia laboral ad hoc. El problema de fondo es que la aprobación de ese acuerdo activaba de forma inmediata un pacto para mantener el empleo en la casahasta 2015, supuesta cesión de la empresa a cambio del plácet sindical para acometer una reducción en los costes salariales de 28,5 millones. La ruptura escenificada ayer deja las manos libres al presidente, Leopoldo González-Echenique, y sobre todo al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para tomar medidas drásticas en la cadena pública.

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