Es noticia
Las pérdidas de Unidad Editorial alientan las fusiones en la prensa de centro-derecha
  1. Comunicación
LAS CABECERAS SE HAN DEJADO 144 MILLONES DESDE 2008

Las pérdidas de Unidad Editorial alientan las fusiones en la prensa de centro-derecha

“De tres, como máximo, habrá dos. Uno tiene que morir”, explican fuentes conocedoras de las contactos entre bambalinas para consolidar la prensa de centro-derecha. Y es

Foto: Las pérdidas de Unidad Editorial alientan las fusiones en la prensa de centro-derecha
Las pérdidas de Unidad Editorial alientan las fusiones en la prensa de centro-derecha

“De tres, como máximo, habrá dos. Uno tiene que morir”, explican fuentes conocedoras de las contactos entre bambalinas para consolidar la prensa de centro-derecha. Y es que los números no salen. Hasta ahora, los principales diarios se han confiado a más o menos duros ajustes de plantilla para paliar la debacle publicitaria y el espectacular desplome de la difusión que sufren desde que asomó la crisis. Pero no va más. Los recortes de personal no son suficientes para poner las cuentas del sector en negro y la nueva fase que se avecina pasa por dejar a un lado los inmensos egos que pueblan el sector y acometer un incierto proceso de fusiones.

Ayer este diario publicaba las pérdidas registradas en 2011 por el diario El Mundo, que se dejó la friolera de 3,38 millones de euros. Llueve sobre mojado, en tanto el periódico de Pedro J. Ramírez ha perdido 13,9 millones de euros en los últimos cuatro años. Más inquietante, todas las divisiones clave de la casa –a excepción de Marca- pierden dinero. Un escenario que puede convertir al grupo en catalizador de los inevitables movimientos que aguardan al sector. Con tres opciones sobre la mesa: fusión con ABC (Vocento), un acercamiento a José Manuel Lara (La Razón) o sangre de verdad en su estructura, con bajada de persiana en áreas de negocio concretas y un ajuste de plantilla a la Prisa.

La boda entre El Mundo y ABC no sería fruto de un noviazgo express. De hecho, la posibilidad entronca con la crisis interna que se abrió en Vocento a finales de febrero, cuando un grupo de familias rebeldes –el frente Bergareche-Urrutia-Castellanos- intentó dar un golpe de Estado y arrebatar la mayoría en el Consejo de Administración a los institucionales, encabezados por los Ybarra. Éstos últimos siempre sostuvieron que la intención última de los opositores era trocear la compañía y buscar una operación corporativa. Y recordaban los viejos negocios del financiero Jaime Castellanos con Unidad Editorial, propiedad de la italiana RCS Mediagroup. Fuentes internas de la casa aseguran que el fantasma de esa operación aún sobrevuela sobre la compañía y que no es un episodio cerrado.

No obstante, el principal problema de ese enlace es que implicaría la desaparición de una de las marcas. Y manda Italia. Las hermanas Luca de Tena –albaceas sentimentales del legado del ABC y con la llave de la mayoría en el Consejo- frenarían cualquier alternativa que pudiera poner fin a la historia del diario familiar. Sin contar con que los rebeldes ya demostraron su incapacidad para sacar adelante las votaciones. Lara, factótum de Planeta, está al final del camino. Y tendría menos escrúpulos a la hora de ver desaparecer la mancheta de La Razón. Claro que el empresario catalán sólo mueve ficha si manda. Sin contar con las incompatibilidades personales y, sobre todo, con su falta de interés por los activos de Unidad Editorial.

Más sentido tendría una boda ABC-La Razón, para la que ya se han producido infructuosos contactos al más alto nivel en los últimos meses. La coherencia de ese pacto alcanza también a las radios. No en vano Vocento podría liberarse de la carga para sus cuentas que supone ABC Punto Radio, cuyos postes no vendrían nada mal a Onda Cero para reforzar su posición. Eso sí, también aquí juegan intereses y sentimientos. No resulta fácil que las Luca de Tena y sus apoyos en la casa acepten un cambio en la propiedad ni la rentrée –mandando- de quienes se escindieron no hace demasiado tiempo para fundar la competencia.

Desplome de las ventas en verano

Lo que está claro es que el tiempo se agota. Además de los 13,9 millones de euros que se ha dejado El Mundo, ABC también ha vivido su particular travesía del desierto. El diario de los Bergareche, Ybarra y Urrutia arroja un resultado de explotación (ebit) negativo de 105,64 millones de euros desde 2008 –incluidos los más de 30 millones desembolsados en 2009 para hacer frente a la reducción de personal. Por su parte, Audiovisual Española 2000, editora de La Razón, ha perdido 24,47 millones entre 2008 y 2010, último año con cuentas disponibles. En total, un agujero superior a 144 millones de euros. El cuarto en discordia, La Gaceta de Intereconomía, acumula incluso serios retrasos en el pago de las nóminas.

El último clavo en el ataúd bien podría venir de los datos de difusión estivales que en las próximas semanas hará pública la OJD. Según aseguran fuentes del sector, las ventas se han hundido en torno a un 20% en estos meses, a pesar de las Olimpiadas y de los éxitos de la selección española de fútbol. Los datos disponibles previos al verano ya eran de por sí inquietantes. No en vano El Mundo registró en junio unas ventas de 159.005 ejemplares, lejos de los 171.014 periódicos que vendía en el mismo mes de 2011. ABC también perdía casi 8.000 diarios en un año, para quedarse en 112.491. La Razón se dejaba casi 10.000 en esos doce meses y arrojaba unas ventas de 53.108 ejemplares en junio.

Sobre los cambios en el modelo de negocio, nadie sabe ni contesta. Los ingresos, por ahora, vienen de donde vienen –esencialmente la publicidad en papel- y la intención es exprimirlos. Iniciativas online como Orbyt –con El Mundo a la cabeza- o Kiosko y más –con El País y ABC- son por ahora residuales en los balances. ¿Cuánto se puede resistir sin tomar medidas? “De momento, se ha apostado por la reducción de las plantillas. En esas estamos. Sólo si eso no permite equilibrar las cuentas se contemplarán otras opciones”, explica un directivo del sector al ser preguntado sobre posibles fusiones a corto o medio plazo. De renovar los productos, ni hablamos.

“De tres, como máximo, habrá dos. Uno tiene que morir”, explican fuentes conocedoras de las contactos entre bambalinas para consolidar la prensa de centro-derecha. Y es que los números no salen. Hasta ahora, los principales diarios se han confiado a más o menos duros ajustes de plantilla para paliar la debacle publicitaria y el espectacular desplome de la difusión que sufren desde que asomó la crisis. Pero no va más. Los recortes de personal no son suficientes para poner las cuentas del sector en negro y la nueva fase que se avecina pasa por dejar a un lado los inmensos egos que pueblan el sector y acometer un incierto proceso de fusiones.