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Los diarios piden al PP que les declare 'sector en reconversión' como los astilleros
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PARA FACILITAR LOS AJUSTES LABORALES EN LAS REDACCIONES

Los diarios piden al PP que les declare 'sector en reconversión' como los astilleros

Los dueños de la prensa aguardan esperanzados un nuevo Gobierno. Un cambio que les permita acceder a un plan de ayudas que el PSOE les ha

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Los diarios piden al PP que les declare 'sector en reconversión' como los astilleros

¿El fin último? Que se considere a la prensa sector en reconversión, como la minería, la siderurgia o los astilleros en los años ochenta. Un estatus que avalaría los ajustes laborales que piden para sus redacciones. La iniciativa no es nueva, pero coge nuevos bríos con el cambio que se atisba en La Moncloa. Como adelantó este diario en marzo de 2010, AEDE ya solicitó un informe que diera cobertura a sus demandas a Sagardoy Abogados, auténtico referente en derecho laboral en España. El documento constataba que la crisis que atraviesa la prensa es similar a la que en su día sufrió la industria pesada. Los argumentos de entonces son la base para la nueva carga que preparara ahora Antonio Fernández Galiano, primer ejecutivo de Unidad Editorial y presidente de los editores.

Claro que la fórmula se revitaliza tras más de un año en blanco y con los periódicos en respiración asistida. ABC lleva perdidos más de 120 millones en tres años; Unidad Editorial -editora de El Mundo- se ha dejado más de 70 en dos ejercicios, asfixiada por sus gastos financieros; Público afronta un nuevo ERE... Y suma y sigue, con las previsiones publicitarias como verdadera espada de Damocles. Es más, los datos que manejan los editores españoles dejan claro que antes de 2017 no se recuperará la inversión en publicidad anterior a la crisis. Sin ir más lejos, la prensa recibirá en 2011 la mitad de fondos que percibía en 2007. El pastel no alcanza para todos, y no es de extrañar que se haya elevado el tono de las críticas.

El consejero delegado de Prisa y presidente de El País, Juan Luis Cebrián, expresaba el sentir del sector en un desayuno celebrado el pasado 21 de septiembre en el Hotel Ritz de Madrid. No sólo se quejó de la “ausencia clamorosa de ayudas a la prensa” por parte del Gobierno Zapatero (tras recordar que en los últimos cuatro años se han perdido 4.000 empleos de periodistas, el 10% de la fuerza de trabajo empleada). También insistió en el “caos y la destrucción de valor” que ha provocado el modelo audiovisual del Ministerio de Industria. Es el mantra que repite entre los editores: “Se lo han dado todo a las televisiones y se han olvidado de la prensa”. La apuesta de Francia, con el plan de ayudas puesto en marcha por Nicolas Sarkozy para la modernización de la prensa, se ha quedado en un mero anhelo.

El propio Fernández Galiano no se mordía la lengua al ser preguntado por la cuestión en abril de este año. Apuntaba directamente al entonces vicepresidente y ahora candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba. “Ni siquiera me devuelve las llamadas. Le he pedido una reunión y no he tenido respuesta. Se echa en falta una mínima sensibilidad”, arreciaba. La cuestión es más dolorosa si se recuerdan las palabras que el dirigente socialista pronunció en la primera reunión que mantuvo con los editores nada más acceder al cargo. “Los diarios merecen una ayuda por parte de los poderes públicos”, dijo. Al final, nada de nada. Ni durante los meses de negociaciones con María Teresa Fernández de la Vega ni en la etapa del que fuera ministro del Interior. 40 meses de espera tirados por la borda.

Las propuestas del 'informe Sagardoy'

El documento elaborado en su día por Sagardoy recoge las principales aspiraciones de los editores de prensa en materia laboral, ahora si cabe más vigentes. “Los convenios en vigor son rígidos y no permiten acometer individualmente los cambios necesarios”, explica Aede en las propuestas de cambio para el sector elevadas al Gobierno. Por tanto, pide toda una “reformulación de la organización profesional”, que dé luz verde a los gestores para redefinir grupos y categorías, fomentar la movilidad interna y adecuar la jornada laboral a los nuevos procesos. También que los profesionales se “adapten a la nueva realidad multisoporte” para mantener la retribución o el empleo. Se trata de modificaciones que buscan rebajar la masa salarial de las redacciones.

En esta línea, también se plantea la necesidad de acometer “medidas de acceso a un sistema de jubilación anticipada”, la inclusión de mecanismos a disposición del editor “para modificar, suspender o extinguir la relación laboral bajo ciertos supuestos predefinidos” y, finalmente, que se definan objetivamente “aquellas categorías profesionales que pertenecen al convenio de prensa y de aquellas otras que deberían situarse en el ámbito de otros convenios, como por ejemplo el de artes gráficas”. Unos cambios mayores para los que precisan cobertura política. Desde luego no será la primera preocupación de Mariano Rajoy si llega al poder. Para el PSOE ha sido la última.

¿El fin último? Que se considere a la prensa sector en reconversión, como la minería, la siderurgia o los astilleros en los años ochenta. Un estatus que avalaría los ajustes laborales que piden para sus redacciones. La iniciativa no es nueva, pero coge nuevos bríos con el cambio que se atisba en La Moncloa. Como adelantó este diario en marzo de 2010, AEDE ya solicitó un informe que diera cobertura a sus demandas a Sagardoy Abogados, auténtico referente en derecho laboral en España. El documento constataba que la crisis que atraviesa la prensa es similar a la que en su día sufrió la industria pesada. Los argumentos de entonces son la base para la nueva carga que preparara ahora Antonio Fernández Galiano, primer ejecutivo de Unidad Editorial y presidente de los editores.