TVE tapó una denuncia por acoso sexual contra el novio de Trinidad Jiménez

TVE pasó de puntillas por una denuncia de acoso sexual contra uno de sus trabajadores, el cámara Miguel Ángel de la Fuente, a la sazón novio de la actual ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez. Los hechos se remontan a agosto de 2008, cuando la televisión pública envió un equipo de profesionales a cubrir el conflicto bélico en la ex república soviética de Georgia. La traductora que se unió a la expedición ya en el destino, María Faúndez, denunció a su regreso que De la Fuente la había acosado sexualmente en repetidas ocasiones. Según la propuesta de resolución del expediente sancionador abierto en enero del pasado año, al que ha tenido acceso El Confidencial, TVE eximió de responsabilidad al cámara y dio carpetazo al asunto.

¿Caso cerrado? Diversas fuentes sindicales consultadas por este diario aún se lamentan, más de dos años después, de que hubo presiones "de muy arriba" para enterrar la denuncia, y critican los argumentos utilizados por la Dirección de Relaciones Laborales de TVE para archivar el expediente por acoso sexual. "No nos quedamos conformes. Se denunció el caso ante el Ministerio de Igualdad y la Inspección de Trabajo. Y ésta observó indicios de delito. Sin embargo, la afectada no quiso seguir adelante, porque tenía miedo de no volver a trabajar para TVE y de que no estuviera bien visto en su país, porque ella residía en Georgia. Pasaron los plazos y ahí murió todo", explican estas fuentes, que critican no haber tenido más apoyo interno de la dirección para seguir adelante con la denuncia.

El Confidencial trató ayer en repetidas ocasiones de que la cúpula de TVE diera su versión de lo sucedido. Sin embargo, la dirección de la corporación presidida por Alberto Oliart se refugió en el silencio, y el máximo responsable de TVE cuando sucedieron los hechos, Luis Fernández, no respondió a las llamadas de esta redacción. Tampoco fue posible, pese a los reiterados intentos de este diario, recabar el testimonio del propio De la Fuente, que finalmente sólo fue sancionado con cuatro días de suspensión de empleo y sueldo por "insultos y faltas de respeto" a los miembros del equipo, encabezado por la periodista Pilar Requena.

"Se me echó encima y me dio un beso en la boca"

La propuesta de resolución del expediente sancionador, un documento confidencial al que ha tenido acceso este diario, recoge con detalle las declaraciones de todos los afectados. Faúndez denuncia que "siempre que podía, sobre todo cuando yo estaba sola, [De la Fuente] me insistía en que me acostase con él y que lo íbamos a pasar muy bien, cuando yo ya le había dicho que me dejase en paz desde la primera vez". El momento más delicado se produce cuando la intérprete acudió a su habitación para cobrar por su trabajo. "Se me echó encima nada más entrar y me dio un beso en la boca intentándome morrear. Lo aparté e intenté cobrar mi dinero lo antes posible para salir de la habitación. Me dio el dinero y cuando salimos me dijo que me quedase esa noche con él, que lo íbamos a pasar muy bien. Yo le dije: '¡Qué fuerte!', lo que Pilar [Requena], que pasaba en ese momento, oyó. Más tarde me preguntó [Pilar] qué había pasado, y se lo conté", relata Faúndez.

Los hechos se produjeron, al parecer, sólo unas semanas antes de que Jiménez -entonces secretaria de Estado para Iberoamérica- y De la Fuente iniciasen su relación sentimental, que continúa hoy. La actual jefa de la diplomacia española -y anteriormente ministra de Sanidad-, nacida en Málaga hace 48 años en una familia de nueve hermanos, se divorció en 1995 y no tiene hijos. Jiménez, íntima amiga de José Luis Rodríguez Zapatero, comparte con el presidente del Gobierno su apoyo radical a la política de igualdad entre sexos y a la lucha contra la violencia de género.

"Que sea la última vez que lo intentas"

Además de De la Fuente y Faúndez, el equipo desplazado a Georgia lo formaban también Andrés Rojano y Requena, una profesional de larga trayectoria en la casa. Ambos hacen referencia, en el expediente abierto por TVE, a episodios de los que fueron testigos directos. Según cuenta Requena, "observé cómo delante de todos los compañeros de la prensa Miguel [De la Fuente] cogía a María desde detrás a la altura del pecho y ésta se quedó paralizada unos segundos hasta que se separó de él".

Hubo más momentos escabrosos, según la versión de Rojano: "Escucho a María [Faúndez] moverse, me giro y observo a Miguel que está intentando jugar con María tocándole la espalda y los laterales de su cuerpo. En un momento dado, Miguel se echa encima e intenta besar a María en los labios. María reacciona y le da un empujón y un manotazo a Miguel, mientras dice: 'Que sea la última vez que lo intentas, vale…".

El denunciado negó radicalmente en sus alegaciones todas las acusaciones, y amenazó con acciones penales por imputación falsa de delito. De la Fuente se basa en que las imputaciones lanzadas por Faúndez son "genéricas" y las de sus compañeros de viaje "falsas" o meras alusiones a lo que les ha relatado la traductora. "La postura de María Faúndez de denunciar un acoso sin dar ningún tipo de detalles es absolutamente inaceptable. El acoso sexual es un delito tipificado en España, y si se hace una imputación tan grave hay que dar detalles. De lo contrario se causa una total indefensión a la persona acusada de esa conducta, que lo único que puede hacer es negarlo", argumentó De la Fuente en su defensa.

Esas alegaciones fueron atendidas por el director de Relaciones Laborales de RTVE, Luis Martínez Olalla, que considera que "no ha quedado acreditada la existencia de un comportamiento de índole sexual no deseado, inoportuno y sin reciprocidad, propiciando unas tensas condiciones de trabajo". Eso sí, sancionó a De la Fuente con una suspensión de empleo y sueldo de cuatro días por las faltas de respeto y desconsideraciones hacia sus compañeros de equipo. "Queda sobradamente probado que existieron enfrentamientos (…) que derivaron en la expresión de insultos y faltas de respeto [de De la Fuente] a los mencionados miembros del equipo”, expone la resolución.

Los “inadmisibles” argumentos de TVE

Los sindicatos consideran "inadmisibles" los argumentos utilizados por TVE para descartar la existencia de acoso sexual, a la vista de las declaraciones presentadas. Expone la Corporación para justificar su decisión que "el acoso exige un daño, y la denunciante no ha referido la existencia de ninguno". También sostiene que el comportamiento es reprochable, pero más cercano a falta de respeto que al acoso, ya que éste tiene "unos requisitos -entre ellos el contenido libidinoso de las expresiones unido a la actitud persistente y abrumadora- que no concurren en el siguiente caso".

"¿Es que acaso tenía que haberle hecho daño para que hubiera acoso? Toda la argumentación chirría. Y chirrió a directivos y a personal de alto nivel en recursos humanos", exponen las fuentes sindicales consultadas. RTVE se escuda igualmente en que "resulta evidente la dificultad probatoria del acoso sexual en el trabajo, que por lo general se lleva a cabo en un marco de clandestinidad o cuando no se acompaña de publicidad, imposibilitando o haciendo extremadamente difícil la prueba directa. En la mayoría de los casos no existen testigos, no existiendo normalmente tampoco evidencias físicas, salvo si el acoso se ha producido acompañado de actos violentos de cierta entidad, por lo que en muchas ocasiones no existe más constancia que el testimonio de la propia víctima".