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Oliart vuelve a amenazar con la dimisión en una RTVE sumida en el caos
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CHOQUE CON EL CONSEJO POR PERDER EL CONTRATO DE LA WARNER BROS.

Oliart vuelve a amenazar con la dimisión en una RTVE sumida en el caos

Caos total en RTVE. El presidente de la Corporación, Alberto Oliart, amenazó ayer de nuevo a su Consejo de Administración con abandonar el cargo, después de

Foto: Oliart vuelve a amenazar con la dimisión en una RTVE sumida en el caos
Oliart vuelve a amenazar con la dimisión en una RTVE sumida en el caos

Caos total en RTVE. El presidente de la Corporación, Alberto Oliart, amenazó ayer de nuevo a su Consejo de Administración con abandonar el cargo, después de que uno de los consejeros cuestionara al director de Televisión, Santiago González. En medio de una enorme tensión, el presidente condicionó su continuidad a la de su directivo, en el segundo amago de renuncia desde su nombramiento a finales de noviembre. Ya a principios de enero la sangre bordeó el río, cuando Oliart entendió como una censura personal que el Consejo le pidiera que aplazara los nombramientos de los nuevos directores de TVE y RNE.

Según ha podido saber El Confidencial por fuentes de toda solvencia, el motivo del choque fue en este caso el contrato de la Warner Bros, recientemente adquirido por La Sexta y hasta este año en poder de RTVE. “González dijo verbalmente al Consejo que las pretensiones económicas de la Warner se habían incrementado. Sin embargo, en el informe por escrito que remitió explicaba que era la Corporación quien había pedido una rebaja de los precios. No hubo acuerdo tras celebrar varias reuniones. Ese contrato era muy importante para TVE y se ha dejado escapar. Hay gran enfado en el Consejo y se pidió su cabeza”, aseguran estas fuentes.

De fondo, buena parte de los consejeros tampoco está de acuerdo con la gestión del conflicto con los sindicatos que está llevando a cabo la dirección y que, poco a poco, está desestabilizando la Corporación. El Comité General Intercentros anunció ayer la convocatoria de una nueva huelga de 24 horas para el próximo 23 de abril, después de la que ya se realizó el 3 de marzo. Los sindicatos, conjurados para frenar la externalización de la producción, lanzan además un advertencia de mayor calado: si no hay acuerdo, en mayo habría otro paro “sin determinar fecha ni duración”.

“Oliart tiene un problema con sus colaboradores. Ha puesto la negociación en manos de Silvia García Malsipica, a quien nombró jefa de gabinete y que se ha convertido en su mano derecha. Ha sido ella quien en los últimos días no ha acertado, al punto de que ha conseguido endurecer la postura de los sindicatos, que se sienten engañados. Aceptó una propuesta que daba competencias a los trabajadores que el Consejo nunca hubiera aceptado. Ni siquiera llegó. El Comité de Dirección se la echó para atrás y eso terminó de poner en pie de guerra a los sindicatos, que ayer convocaron la huelga. Ese es el sentir en el Consejo de Administración”, explican fuentes de la casa.

Un botón del nivel de desgobierno que se vive en la Corporación pudo constatarse ayer en la rueda de prensa de presentación de los resultados del año 2009, convocada a mediodía y que tuvo que ofrecer en solitario el director corporativo, Jaime Gaiteiro, sin que Oliart compareciera. “Los consejos pueden durar cuatro o cinco horas. Se alargan toda la mañana. Era imposible pensar que pudiera estar terminado a las doce. Han sido los mismos consejeros quienes han instado a Oliart a no dejar el Consejo de Administración, que no era precisamente de trámite”, añaden estas fuentes.

El último ‘regalo’ de Pons

Y es que el tema de las cuentas también ha alentado el debate en el Consejo. No en vano RTVE se pasó de frenada en las compras el año pasado. Los gastos operativos se elevaron a 685,4 millones de euros, más de 40 millones por encima de la cifra presupuestada. “Es la herencia de Pons. Se pasó en la adquisición de programas y se ha comido los ahorros de otras partidas”, se asegura desde la cúpula de la televisión pública. La información facilitada ayer no desglosa, dentro de esos gastos, los específicos en compra de programas y el resto de consumos.

No falta quien dentro del Consejo apunta que los ahorros que ahora defiende Oliart, centrados en la venta del Mundial de motociclismo o el rechazo del contrato de la Warner, enlazan con ese exceso del compras del último cuatrimestre de 2009. Es más, el director corporativo lanzaba ayer un aviso a navegantes al pedir “una ejecución cuidadosa de lo que nos gastamos en programas” en 2010 para no incurrir en déficit. Javier Pons, hombre del anterior presidente Luis Fernández, dejó su cargo de director de televisión de la cadena pública a principios de año para recalar en Unión Radio.

La advertencia de Gaiteiro no es baladí. La suma de los gastos operativos más los de personal y las amortizaciones alcanza los 1.145,8 millones de euros, un 11,5% más de los presupuestado. RTVE dispone para este ejercicio de 1.200 millones, pero contabilizando el IVA al que está sometida la compra de programas la cifra se queda en 1.083. En roman paladino, la televisión pública no cumpliría el año que viene con la ejecución de este año.

Como ya adelantó El Confidencial, el desfase en los gastos de explotación se ha podido compensar por el buen comportamiento de la publicidad. Los anuncios aportaron 419,9 millones netos a pesar de que la nueva ley de financiación prohibía a la Corporación contratar publicidad a partir del 1 de septiembre, fecha desde la cual sólo podía emitirse la ya firmada. El crédito extraordinario de 165 millones recogido por la propia ley para compensar la caída de ingresos por este concepto equilibra sobradamente los 100 millones de déficit respecto al presupuesto inicial de publicidad.

Es más, ambas cantidades han permitido reducir en 13,5 millones la compensación por servicio público que la Corporación recibió en 2009, hasta los 542,2 millones. En total, los ingresos de explotación alcanzaron los 1.143,1 millones, lo que arroja un beneficio de 1,4 millones en el año.

Caos total en RTVE. El presidente de la Corporación, Alberto Oliart, amenazó ayer de nuevo a su Consejo de Administración con abandonar el cargo, después de que uno de los consejeros cuestionara al director de Televisión, Santiago González. En medio de una enorme tensión, el presidente condicionó su continuidad a la de su directivo, en el segundo amago de renuncia desde su nombramiento a finales de noviembre. Ya a principios de enero la sangre bordeó el río, cuando Oliart entendió como una censura personal que el Consejo le pidiera que aplazara los nombramientos de los nuevos directores de TVE y RNE.

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