RTVE ingresó 128 millones por publicidad durante los meses de la prohibición

La cifra más buscada por las televisiones privadas es 128. Y es que, según ha podido saber El Confidencial por fuentes de toda solvencia, esos son los millones que RTVE ingresó por publicidad en el último cuatrimestre del año, fruto de los anuncios contratados hasta el deadline del 1 de septiembre. Alejandro Echevarría, presidente del lobby que agrupa a las cadenas (Uteca), sugirió que no pagarían la parte que les toca para financiar la televisión pública en la última parte del año si la cantidad ingresada por ésta en concepto de publicidad superaba los 100 millones.

 

Desde el 1 de septiembre, momento en la entraba en vigor de la nueva Ley de financiación de la Corporación, TVE no podía contratar publicidad. “Y no lo ha hecho. Lo que explica el desfase es que en contratos abiertos han podido entrar más anuncios de los previstos”, exponen fuentes internas de la casa. La nueva ley obliga a las televisiones en abierto a abonar al año una tasa del 3% de sus ingresos brutos de explotación para sufragar el servicio público. En 2009, deben pagar la parte proporcional de los cuatro meses de vigencia de la norma.

Según ha podido saber este diario, los ingresos brutos por publicidad en RTVE en 2009 alcanzaron los 446 millones de euros. La estimación de ventas que manejaba la cúpula de la Corporación para el período septiembre-diciembre era de 100 millones una vez se conocieron las limitaciones impuestas por la nueva ley de financiación; eso llevaba a una cantidad total de 418 millones en el año. A tenor del dato final, ha habido un excedente de 28 millones sobre esa cantidad. De todos esos montantes deben descontarse los rappel (primas a las agencias). Las cifras, que aún tienen que recibir el visto bueno del Consejo de Administración, se harán públicas el próximo mes de mayo.

Desde la cúpula de RTVE se ha venido recordando que la ley permitía hasta el 31 de diciembre emitir la publicidad contratada antes del 1 de septiembre, y se añade que esos ingresos permitirán reducir la factura de los contribuyentes para la Corporación. En efecto, el artículo 2 de la disposición transitoria primera de la Ley de financiación deja claro que el dinero recaudado “se minorará de las compensaciones por el cumplimiento de las obligaciones de servicio público consignadas en los Presupuestos Generales del Estado”. Las privadas, que han presentado resultados más que notables en 2009, simplemente no se creen que RTVE tuviera contratada tantos anuncios con anterioridad al 1 de septiembre y denuncian que han reducido la tarta publicitaria en la última parte del año.

El Consejo no quiere devaluar la parrilla

El debate que se ha abierto en la nueva TVE sin publicidad es si hay margen financiero para mantener una parrilla de calidad. El presidente de la Corporación, Alberto Oliart, abrió la caja de los truenos la semana pasada al sondear al Consejo sobre la venta de los derechos del Campeonato del Mundo de Motociclismo para contribuir al ahorro de 60 millones que estima necesario para equilibrar las cuentas en 2010. Como adelantó este diario, otra de sus propuestas es fusionar La 2 con el canal Cultural.es. Su mensaje desde que accedió al cargo ha tenido mucho de que no le alcanza con los 1.200 millones de Presupuesto que la Corporación recibe por ley.

Un planteamiento que buena parte del Consejo no comparte. Fuentes próximas al cónclave aseguran a este diario que el sentir general es que los recortes, de ser necesarios, deberían afectar lo menos posible a la parrilla. También existe la reflexión de que, si hay necesidad de apretarse el cinturón, siempre hay tiempo para hacerlo en el segundo semestre del año. “Aunque el contrato del Campeonato del mundo es caro y está cerca de los 20 millones de euros, también te llena siete horas de programación”, aseguran estas fuentes, que advierten que, en tanto el contrato asciende a más de siete millones de euros, tiene que pasar por el Consejo de Administración.

El temor de fondo que existe en la plana mayor de la televisión pública es que una devaluación de la parrilla suponga una debacle en audiencia a medio plazo. Más cuando el apagón analógico en abril va a suponer una fragmentación de la misma y una caída natural de los shares al incrementarse la oferta. El descenso en audiencia sería el primer paso para que el Parlamento pudiera plantearse rebajar la dotación de 1.200 millones que ha conseguido amarrar la Corporación. Todo en un momento en que RTVE debe acometer una imprescindible renovación tecnológica que implicará inversiones de envergadura.