RTVE impondrá un año de incompatibilidad a los directivos con contratos 'blindados' tras su marcha de la cadena

RTVE no quiere más casos Pons. El Consejo de Administración de la televisión pública ha avalado una modificación en la normativa de contratos por la que los altos directivos a los que se apruebe un contrato ‘blindado’ no podrán trabajar en la competencia durante el año siguiente a su marcha de la compañía. Pons, director de TVE, abandonaba la casa el 7 de enero con una indemnización bajo el brazo superior a los 150.000 euros. Apenas un mes después, el pasado miércoles, el Grupo Prisa anunciaba su contratación para Unión Radio.

"Tiene toda la información de lo que se va hacer aquí en el futuro, toda la estrategia. Y ficha con la competencia sin problemas", se lamentaban ayer fuentes internas de RTVE. Según un portavoz oficial de la casa, Pons habría superado antes de su acuerdo con Prisa el trámite de la Oficina de Conflictos de Intereses. Asimismo, recuerdan que él era director de televisión y que se marcha a un proyecto de radio. También que es la Ley 5/2006 la que regula las posibles incompatibilidades de los altos cargos de la Administración General del Estado

Según esa norma, "durante los dos años siguientes a la fecha de su cese los altos cargos (…) no podrán desempeñar sus servicios en empresas o sociedades privadas relacionadas directamente con las competencias del cargo desempeñado". Al final, es la Oficina la que decide si hay conflicto de intereses en caso de que el alto cargo en cuestión quiera volver al sector privado. Sin embargo, esta cobertura no es suficiente para los consejeros de RTVE en el caso de que haya un ‘blindaje’. De hecho, su postura se ha endurecido por el affaire Pons.

"De acuerdo, se le paga el año, pero no va a trabajar en otro sitio en ese tiempo", apuntan fuentes del Consejo a este diario. Y van más allá. "No sabíamos siquiera que existían este tipo de contratos con blindajes de 12 mensualidades, a pesar de que habíamos reclamado con insistencia a Luis Fernández los suscritos con altos directivos. El problema se plantea cuando Javier Pons quiere pactar su salida y vemos las condiciones que figuran en su contrato", aseguran estas fuentes.

Cinco contratos 'especiales'

Las cláusulas de salvaguarda que impiden a un directivo trabajar para la competencia cuando sale de la compañía no son extrañas en los contratos blindados que se negocian en el sector privado, y de alguna firma explican las elevadas cuantías de algunas indemnizaciones. Según aseguran fuentes sindicales de RTVE, en la casa sólo había cinco altos directivos con compensaciones de 12 meses. Además de Pons, también los tendrían Santiago González, nuevo director de TVE; Ángel de Vicente, ex director comercial; Jesús María Santos López, director de Asuntos de Presidencia, y Pere Vila Fumas, director de Tecnología de la Corporación.

El caso de Pons es especialmente llamativo, en tanto el Consejo tampoco tuvo demasiado claro cómo vender su salida. Hombre de Luis Fernández, pactó con el nuevo presidente, Alberto Oliart, que su marcha fuera un cese y no una dimisión, "probablemente para hacer más fácil el pago de la indemnización, que el presidente estaba de acuerdo en abonarle", apuntan fuentes del Consejo. Sin embargo, Oliart también quería que constara en las actas una felicitación a Pons por el desempeño de su cargo. Y ahí se abrió la caja de los truenos.

"¿Cómo vamos a felicitar a alguien después de cesarle?", llegó a espetar a Oliart algún consejero, que se negó en redondo a participar en el paripé. Lo peor es que en caso de renuncia de Pons, y no de cese, también habría que haberle compensado, aunque en menor cuantía. "Si se hubiera ido él, habría habido problemas igualmente, tal y como estaba redactado el contrato. En él se fijaban plazos de cumplimiento a partir de los cuales se generaba derecho a la indemnización", apuntan fuentes de la casa.