Tuenti: "Facebook no juega limpio. Sólo les pedimos honestidad”

“Facebook no instala una sede administrativa en España para así hacer con los datos de los españoles lo que les salga de la peineta”. Estas palabras se escucharon ayer en boca de la abogada Paloma Llaneza en las jornadas La Ley e Internet, celebradas en el Colegio de Abogados de Madrid, mientras la responsable jurídica de Tuenti, Natalia Martos, asentía sonriente con la cabeza.

La gestión de los datos de carácter personal y el cumplimiento con el reglamento europeo de protección de datos supone un coste humano y tecnológico muy elevado para todos los portales y redes sociales que aquí se gestionan. Es el caso de Tuenti, que además debe coordinarse con la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).

Mientras, la red social por antonomasia, el gigante de la participación Facebook, trabaja a distancia desde su sede principal en EEUU, y las leyes internacionales no le alcanzan. La misma Paloma Llaneza reconocía los elevados costes económicos que supone tomar medidas judiciales contra “una empresa que está tan lejos”.

Facebook estrenó sede comercial en España hace unas pocas semanas pero, según fuentes consultadas por este periódico durante la celebración de las jornadas, no tienen intención de trasladar ningún tipo de equipo humano o administración que implique cumplir con las leyes españolas y europeas.

Según Natalia Martos, es necesario adaptar el sistema judicial al medio internet. “Desde Tuenti pedimos honestidad a Facebook, porque aunque estén en Mountain View, están haciendo negocio con usuarios españoles”.

Así, mientras Tuenti invierte esfuerzos en una de sus asignaturas más complicadas, los menores de 14 años, Facebook nada dice sobre este asunto. En EEUU la edad mínima para acceder a la red social es incluso menor (13 años), pero allí no alcanza el control de la AEPD, y los niños españoles acceden a la red sin problema.

Otro de los puntos más calientes, entre el funcionamiento de Facebook y la normativa europea, está en la configuración por defecto que ofrece de las cuentas. La normativa obliga a establecer una privacidad máxima desde el principio, para que sea el usuario el que decida después si quiere que su perfil sea público y fácilmente accesible. Sin embargo, Facebook establece todos los perfiles como públicos, y son los usuarios los que deben a posteriori configurar su privacidad.

Para Llaneza la solución es simple: “que se corte el acceso a todas las empresas, páginas o portales que se gestionen desde fuera de nuestras fronteras hasta que cumplan con el reglamento y las normas jurídicas vigentes en la Unión Europea”.